Psicodélicos y Salud Mental en EEUU: Por Qué los Reguladores Tienen que Ponerse al Día

Por Matt Stang, fundador y CEO de DELIC.

Mientras nos enfrentamos a una crisis de salud mental sin precedentes alimentada por la pandemia en curso, lxs profesionales de la salud se encuentran con niveles de demanda insostenibles. Ya hay estudios que informan un aumento del 35% en las llamadas a las líneas de ayuda de salud mental en todo el mundo. Sólo en Estados Unidos, un estudio de los CDC reveló que las tasas de depresión, ansiedad, aumento del consumo de sustancias, síntomas relacionados con el estrés y pensamientos suicidas graves casi se duplicaron entre lxs adultos, en comparación con los niveles anteriores a la pandemia.

Los recientes titulares sobre personajes de alto nivel que abordan sus problemas de salud mental han animado a más estadounidenses a buscar ayuda. Por desgracia, los estigmas persistentes en torno a la discusión abierta de estos temas y la falta general de acceso a tratamientos asequibles con pocos efectos secundarios siguen siendo barreras clave para aliviar esta emergencia de salud pública.

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En los últimos dos años, el uso de psicodélicos para tratar la depresión, la ansiedad y el TEPT ha aumentado de forma constante entre lxs estadounidenses. Este aumento de la demanda de pacientes se refleja en las proyecciones: se prevé que el mercado mundial de psicodélicos alcanzará los USD 6.000 millones en 2026. La aprobación por parte de la FDA de Spravato, un aerosol nasal de esketamina para la depresión resistente al tratamiento, en 2019 fue un momento decisivo para este movimiento. Así, se abrió la puerta a que más pacientes y profesionales exploren la aplicación de terapias psicodélicas.

A medida que investigadores, profesionales médicos, inversores y periodistas adoptan cada vez más los psicodélicos para diversas afecciones resistentes al tratamiento, lxs especialistas en salud mental también deberían considerar la ampliación del uso de esta nueva clase de terapéutica para facilitar el bienestar personal.

Estudios recientes están revisando los beneficios holísticos de las microdosis, que históricamente se han basado en pruebas anecdóticas. Si las investigaciones futuras son capaces de corroborar la eficacia de las microdosis para mejorar la cognición mental, la creatividad y el bienestar general, los psicodélicos podrían transformar la industria de la salud y el bienestar. Así, se convertirían en una parte habitual de la gestión de la salud emocional, al igual que el yoga o la meditación.

Los psicodélicos siguen siendo considerados por lxs médicos como un último recurso

Cuando lxs pacientes recurren a la terapia psicodélica, ya sea en una clínica regulada de ketamina o psilocibina, la mayoría ya ha agotado todas las opciones convencionales. Es por esto que necesitan atención urgente. Dentro de la cadena de clínicas de ketamina de Delic en todo el país, hemos administrado más de 60.000 tratamientos en los últimos seis años. Lxs pacientes experimentan principalmente trastornos mentales graves, debido a la depresión aguda, el TEPT, el suicidio, el TOC y el dolor neuropático.

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La ketamina ha surgido como una opción especialmente accesible. Esto se debe a que lxs pacientes pueden entrar y salir de la clínica en dos horas, por la vida media relativamente corta del compuesto. Esta droga fue aprobada oficialmente como anestésico en 1970 por la FDA. Sin embargo, su legitimidad como tratamiento de la salud mental se ha disparado desde que los reguladores aprobaron la esketamina. Así, la ketamina se volvió más aceptable para pacientes precavidxs.

La adopción generalizada de la medicina psicodélica es alentadora para el futuro de la salud mental; pero podríamos ver un futuro en el que estas terapias se utilicen de forma segura en situaciones cotidianas, y no sólo como medicamento de último recurso. El reciente apoyo médico y normativo a este campo médico emergente sirve de base sólida para ampliar el acceso a formas más legales y eficaces de mejorar el bienestar personal en personas que pueden no estar en medio de una crisis pero que aún desean abordar problemas específicos de salud mental.

Foto por Mikhail Nilov vía Pexels

Exploración de las aplicaciones mentales y físicas más amplias de los psicodélicos

Las anécdotas personales sobre los beneficios mentales y físicos de las microdosis de psicodélicos han formado parte del discurso público durante décadas, si no siglos. Por desgracia, la comunidad científica no pudo corroborar estas afirmaciones durante gran parte del siglo XX.

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La nefasta Ley de Sustancias Controladas se aprobó en 1970. En consecuencia, la financiación federal para la investigación psicodélica se detuvo. Esto puso fin a décadas de estudios prometedores. Durante las tres décadas siguientes, una combinación de uso recreativo de psicodélicos y la fundación de MAPS por Rick Doblin mantuvo las aplicaciones de los psicodélicos en los debates culturales y médicos modernos. A principios de la década del 2000, la aceptación pública y reglamentaria del cannabis medicinal comenzó a crecer. Y esto acabó por impulsar a lxs investigadores a revisar otras terapias basadas en plantas, en su momento vilipendiadas durante la Guerra contra las Drogas.

Estudios recientes están retomando lo que muchxs investigadores de psicodélicos anteriores dejaron y reportan resultados favorables. Un estudio de 2020 en el que participaron más de 120.000 sujetos que tomaron microdosis de psilocibina y LSD descubrió que los dos beneficios más comunes de la microdosis eran la mejora del estado de ánimo y la creatividad. Además, un estudio del 2021 informó que las microdosis de ketamina y psilocibina mejoraban la motivación en las tareas, la precisión atencional y la acción impulsiva entre ratas de bajo rendimiento.

También se ha informado que los psicodélicos pueden mejorar la atención plena y las relaciones interpersonales entre individuos sanos. Este tema ya se lleva investigando desde los ’50; pero según hallazgos más recientes del 2017, los sujetos sanos a quienes se les administró LSD experimentaron un aumento significativo de sentimientos positivos. A saber: sensación de unidad, bienestar personal y confianza.

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Cada vez más artistas y emprendedores hablan con franqueza de cómo la microdosis ha ayudado a su bienestar y crecimiento personal. Por eso, sólo será cuestión de tiempo antes de que el público en general se acerque. Sin embargo, para poder ofrecer opciones seguras y comprobadas a lxs pacientes convencionales, los organismos reguladores y los responsables de la atención sanitaria deben seguir invirtiendo en una investigación psicodélica exhaustiva y abogando por ella.

La investigación adicional es fundamental para aumentar la accesibilidad de los pacientes

La FDA ha demostrado un creciente interés en las aplicaciones médicas de los psicodélicos en comparación con otros alucinógenos naturales. No obstante, lxs investigadores deben identificar más moléculas para comprender mejor los casos de uso óptimos. Los psicodélicos son un tratamiento innovador, pero ciertamente no son para todo el mundo; especialmente entre las personas con contraindicaciones como la presión arterial alta, la esquizofrenia y el trastorno bipolar. Es necesario seguir investigando en este campo para garantizar que lxs pacientes, en todas las etapas de su viaje de salud mental, experimenten el máximo beneficio de sus tratamientos psicodélicos.

Al mismo tiempo, más estados deberían seguir los pasos de Oregon. Podrían legalizar psicodélicos como la psilocibina y crear organismos reguladores que garanticen que los compuestos se fabrican y distribuyen en instalaciones autorizadas. Dada la actual crisis de salud mental del país, los reguladores aceptan más que nunca estas nuevas terapias. En septiembre, la DEA incluso propuso un aumento del 4.900% en las cantidades permitidas de psilocibina para fines de investigación y ensayos clínicos.

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La investigación y el apoyo normativo adicionales acabarán por conducir a más aprobaciones de la FDA. Esto permitiría a las compañías de seguros compensar los elevados costes del tratamiento. Así, aumentaría el acceso de lxs pacientes. Profesionales de la medicina y legisladores ya han reconocido los potenciales beneficios terapéuticos y de bienestar de drogas como la ketamina, la psilocibina y el LSD. Ahora es su responsabilidad garantizar que lxs adultos informados que quieran seguir esta opción puedan acceder a ella de forma legal, segura y asequible.

Vía Benzinga, traducido por El Planteo.