James Cameron, Director de Titanic, Relata un Viaje de Ácido que Podría Haber Terminado en Tragedia

Debido a la noticia del submarino de Oceangate, esta semana la película Titanic ha reclamado su puesto como número uno en las plataformas de Streaming, como lo hizo en las taquillas en 1997. A raíz de esta renovada popularidad, diversas entrevistas y datos interesantes del pasado han estado resurgiendo en las redes sociales. Esto incluye una anécdota del director de la película, James Cameron, sobre un viaje de LSD.

El cineasta James Cameron relató un viaje de ácido que hizo a orillas del Río Colorado junto a su esposa de ese momento y una pareja amiga. Todo iba muy bien hasta que Cameron notó que algo raro pasaba en la fogata que había hecho Sharon, su compañera en esa época.

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“Estábamos alrededor de una fogata que había hecho mi esposa en aquel momento. Era la primera fogata que hacía, y yo no había pensado demasiado para encenderla. Ella tomó unos escombros del auto y unas bolsas de basura para hacerlo”, contó el director. Lo que sucedió fue que este no tuvo en cuenta que dentro de una de esas bolsas de residuos había una caja de 22 cartuchos de un viaje de cacería que estaban en el auto desde el año anterior, porque Cameron había tratado de dispararle a unos conejos. “No le pude disparar ni a uno. Simplemente, no pude hacerlo”, admitió el hoy renombrado ecologista.

¿Cómo sobrevivió James Cameron a una balacera en medio de un viaje de ácido?

“Había una bolsa llena de cartuchos calibre 22 en medio de una fogata, con cuatro personas alrededor que estaban alcanzando su punto máximo con ácido“, expuso Cameron, que dijo que mientras tanto la estaban pasando genial, que miraban la luna y el cielo que se fragmentaban como un prisma fractal. Un pequeño tronco hizo una leve explosión y pasó desapercibida: “Las chispas volaron y aun así no pensé en nada”.

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Las pequeñas explosiones continuaron, algunas piezas salían volando del fuego, y el cineasta tuvo lo que describió como una ‘llamada a la realidad’, en la que se dio cuenta lo que estaba sucediendo. Entonces, a pesar de estar en el punto máximo del ácido y no se podía mover, se propuso apagar el fuego. “Empujé a todos detrás del auto (…) y empecé a arrastrarme hacia el agua con un balde, que no tengo idea de dónde lo saqué”, relató el director de Titanic.

Afortunadamente, la tragedia que podría haber sido, no fue, dado que este cargó el balde y, cuerpo a tierra, fue hasta el fuego. “Me puse en frente del fuego y no pensé en las consecuencias de tirar agua fría a una hoguera. Pero la arrojo y miro hacia abajo y lo siguiente fue una explosión de vapor”. Esta hizo que Cameron se tirara hacia la orilla del río. Lo peor se evitó, solo fueron dos agujeros de bala en el coche, nadie salió herido.

Foto vía YouTube, editada en Canva por El Planteo

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