Borja Martel Seward, Co-Fundador de Lemon Cash: ‘Bitcoin es Resguardo de Valor’

En el verano de 2011 Borja Martel Seward compró su primer Bitcoin. Casi nadie compraba criptomonedas en aquellos tiempos y, menos aún, con 14 años.

Esa travesura de adolescente nerd sería la chispa para que, junto a su amigo Marcelo Cavazzoli, fundaran la billetera cripto Lemon Cash.

Borja venía de hacer experiencia en Silicon Valley y tenía inversores para su proyecto. Para el 14 de abril de 2020 tenían la app lista.

Constituyeron la empresa en Estados Unidos con los primeros 100.000 dólares que habían conseguido.

Mientras tanto, el mundo se venía abajo, a la humanidad no le importaba otra cosa que el Covid-19, la cuarentena, los barbijos y el alcohol en gel.

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Estuvieron recluidos trabajando 3 meses en un campo en Lobos, hasta que decidieron instalarse en San Martín de los Andes.

“Nos fuimos todo el equipo, que éramos 7, alquilamos una cabaña y ahí construimos los cimientos de Lemon”, cuenta Borja a El Planteo de un pasado cercano pero que con el crecimiento del proyecto parece de mucho tiempo atrás.

En aquellos días en la montaña armaron el “crypto valley”, reunieron comercios y le dieron forma al producto.

En 2021 hicieron pie en Buenos Aires y al día de hoy, con su cashback del 2% en cada compra, han retornado más de 200 millones de pesos en Bitcoin y superado el millón de usuarios.

Lemon Cash, las finanzas y los jóvenes

Con ese millón de usuarios, desde Lemon tienen en cuenta que más del 35% son menores de 25 años, lo que demuestra el interés de los jóvenes adultos por el mundo de las DEFI (finanzas descentralizadas).

“Se hacen 2 transacciones por segundo con Lemon. Cuando empezamos teníamos 100 transacciones por mes y hoy tenemos 120 por minuto, es muy loco ver como se masifica”, dice Borja.

—¿Cómo fue tu educación financiera para haber llegado a fundar una empresa como Lemon?

—Siempre me gustó mucho el tema de la cripto. Pensá que tenía 14 años cuando empecé a minar Bitcoins y ahí me fui metiendo con los dólares, la remesa y las finanzas, pero también me gusta mucho la historia y la filosofía y leo mucho sobre eso.

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El fundador de Lemon cree que estamos en la cuenta regresiva de que acciones como “escriturar una casa o hacer los papeles de un auto a través de un NFT y que automáticamente el Estado recolecte impuestos con una comisión por cada transferencia de NFT”.

—En ese futuro del que hablás, ¿cómo te imaginas a Lemon?

—Me gustaría que una persona pueda vivir solo con Lemon, que pueda pagar con su tarjeta, tener servicios, acceso a créditos. Por suerte pudimos darle una vuelta haciendo que los servicios financieros sean alegres, cool.

—¿El cashback del 2% está pensado como un gancho que en un momento se termina cuando lleguen a cierta cantidad de usuarios o creen que pueden seguir manteniéndolo en el tiempo?

—Cuando vos pagás con tarjeta hay todo una serie de players que ganan plata. A nosotros en Lemon nos entra una parte y se la devolvemos al usuario. Va muy de acuerdo con el mundo cripto, que las compañías, las organizaciones, las instituciones devuelvan, al menos, un pedacito del valor añadido que le dan sus clientes a ellos mismos.

Un mundo por descubrir

Para la mayoría de las personas el mundo de las DEFI es muy lejano aún. Si bien la Argentina es uno de los 10 países del mundo con más inversores en criptomonedas, el grueso de la población no sabe cómo invertir en este activo digital.

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—Si le tenés que explicar a alguien de manera muy sencilla que se sume a Lemon y que se haga de sus primeras criptomonedas. ¿Cómo se lo dirías?

—Supongamos que fuera mi mamá. Le diría “vieja, cada vez que vos usás la tarjeta de débito, ¿te dan algo?” Y te va a decir “no”, tal vez millas que probablemente no usa. Entonces agarro la tarjeta y le digo: “Cada vez que compres con esto vas a ganar Bitcoin”.

—¿Quiénes son los principales competidores dentro del mercado de Lemon?

—Hay muchas empresas trabajando en llevar cripto a la gente. Hoy no veo que haya un mercado competidor, sino que hay empresas generando mercado. Vamos a competir en 10 años, hoy estamos todos trayendo gente al mundo cripto.

Parte del equipo de Lemon hoy está trabajando en Brasil para llevar el producto al país más grande de Latinoamérica.

“Nuestro objetivo es lograr lo mismo que estamos logrando en Argentina, pero en toda la región”, asegura Borja.

—¿Creés que quiénes gobiernan, tanto en Argentina como en el resto del mundo, entienden que hay un mundo nuevo de la economía y las finanzas con las criptomonedas?

—Es un tema generacional. Las nuevas generaciones son mucho más propensas a todo esto y las más viejas, no. Creo que es un proceso el de educar a todo el mundo para enseñar y explicar cómo funciona, pero vamos por buen camino. No a la velocidad que los emprendedores queremos porque a nosotros nos gustaría que mañana, de repente, todo el mundo sea experto en cripto, pero ahí va marchando.

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—¿Criptomonedas como inversión o como ahorro?

—Depende la cripto, hay algunas que son mucho más volátiles, más para el apetito del inversor y hay otras que apuntan al resguardo del valor, a largo plazo y que cumple función distinta. Por ejemplo, hoy en día Bitcoin me parece que es resguardo de valor. Es como comprar oro digital. Después tenés criptos más cortoplacistas o medianoplacistas, que eso sí es una inversión.

Fotos cortesía de Lemon Cash