Conocé a Ollie Problemas, la Princesa Stoner con Más Calle de Los Ángeles

“Siento que todas las personas tienen algunos problemas típicos de sí mismas, como ser torpe o cosas así, ¿viste? Esas cosas que te enroscan. Y lo único que se puede hacer es laburarlas, un día a la vez. En mi caso, la respuesta es la música”.

Así explica Ollie Stone la elección de su simpatiquísimo nombre artístico, Problemas. La joven pop-star estadounidense, cuya edad es un misterio, consideró usar “Ollie Problems” como pseudónimo, pero finalmente se inclinó por su vertiente latina.

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“Soy puertorriqueña”, dice refiriéndose a su herencia materna. “Crecí en un hogar estadounidense mixto, con desfiles y fiestas del Día de Puerto Rico, arroz y frijoles y ese tipo de cosas. Pero estaba todo muy americanizado”.

Y aunque no sabe hablar español (“spanglish, en el mejor de los casos”) estuvo bastante expuesta a él mientras crecía.

“Mi mamá no hablaba español conmigo, pero sí hablaba español. Era como un idioma secreto entre ella y mi abuela”, acota.

Con una estética princess pero también con mucha calle, Problemas podría haber sido un personaje habitué de Alternativa en los tempranos dosmil. Tampoco es difícil imaginarla tomando birra del pico en la plaza de la galería Bond Street. Es más: si uno no supiese que es estadounidense, apostaría a que es argentina.

“Lo más importante es que no hay personaje”, sostiene Ollie. “Todo lo que ves, soy yo”. Y lo que se ve es pura personalidad y rancho.

Genuina, nada pretenciosa, con un gran sentido del humor y muy fumona (muy fumona), su buena onda se hace evidente en sus divertidos y coloridos videos, donde el porro aparece siempre como un personaje más, así como en las letras de sus canciones, siempre llenas de comedia.

Weed Mamacita

“Ahora mismo estoy fumando fucking weed”, dice con una risa despreocupada. En California son apenas las 2 p.m. “Soy muy stoner”, reafirma.

Ollie fuma porro cotidianamente desde los 19 años, aunque en Arizona, el estado que la vio nacer, la marihuana no era para nada legal hasta las últimas elecciones. “Sin embargo, allí es donde empecé a fumar mucho. Eso fue cuando una Ziplock de porro costaba 10 dólares. No tenía nombres, sólo era porro”, relata.

Cuando se mudó a Los Ángeles, la cantidad de porro fumado fue aumentando de a poco, hasta que finalmente se volvió legal: “Ahí fue cuando empecé a toda máquina en serio”.

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Hoy por hoy, Ollie está fumando “una onza o un poco más por semana”, lo que serían entre 4 y 5 gramos diarios. “No es tanto”, asegura. “Conozco gente que fuma mucho más, pero no está tan fácil conseguir en estos tiempos de COVID-19”.

Y aunque la María californiana es excelente, Ollie advierte que no fuma “el mejor porro del planeta”. Y añade: “Pero es fucking porro”.

¿Su cepa favorita? Tangie.

“Es una híbrida sativa muy cítrica y con un aroma delicioso. Hay muchxs cultivadores que la cultivan, así que hay que estar a la cacería de precios”, comenta. “Pero si estuviese nadando en pasta, la tendría todo el tiempo. Es mi favorita por lejos”.

Autos, birra, monjas y porro: Problemas en video

Posiblemente, a primera vista, lo que más impacto genera de Ollie a son sus videos: chiflados y quirky, cada uno con un estilo muy distinto. ¿El denominador común? El humor. Le encanta hacer bailecitos aparatosos, usar colores y vestuarios alocados.

Quizás el más destacable sea el de Weed, Sex, TV, canción en conjunto con Nesta que reza “no quiero hacer una mierda, excepto fumar porro, tener sexo y ver tele”. Este video en clave pastel contó con un gran factor diferencial: fue realizado junto a The Sisters of the Valley, las monjas californianas famosas por cultivar marihuana.

“Desde antes ya era una gran fan del trabajo que hacen. De casualidad tuve una huésped subalquilando una habitación en mi antiguo departamento por un tiempo. Ella era directora y había hecho, casualmente, el documental de las Hermanas del Valle… Y yo me volví loca”, desliza y estalla en una risa aguda y pegajosa de bruja buena.

“Entonces, le pregunté: ‘¿Creés que hay alguna posibilidad de que tal vez quieran aparecer en un video musical?’. Y ella dijo la palabra que nunca jamás escucho: ‘Sí’. Y yo como ‘No way’. Y así lo hicieron. Y fue asombroso”, concluye satisfecha.

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Hoy en día, Ollie es amiga de las hermanas y es considerada algo así como una “hermana honoraria”.

“Soy una especie de relaciones públicas y su amiga. Voy a visitarlas seguido. Básicamente, soy una persona que, si alguien quiere preguntar por ellas, les cuento de qué la van”.

 

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Otra cosa que a la cantante le gusta hacer en sus clips es parodiar a los grandes raperos.

“A los raperos les gusta alquilar coches, ¿viste? Muchos de ellos lo hacen para sus videos y les gusta alquilar bling y esas cosas. Y esa no soy yo”, sostiene.

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“Eso es lo que intenté parodiar en el video de Psycho. Alquilamos un auto y todo. Estaba tratando de hacer un party-video, como los videos de 2Pac, con mansiones y esas cosas, pero con la intención de hacer reír a la gente”, explica riendo.

El video fue dirigido por su amigo Travis Keller quien, por cierto, tiene una cuenta de memes inusitadamente troskos. De más está decir que el clip es divertidísimo y súper fumón.