Conocé Flixxo, la Plataforma Independiente que Banca a los Creadores

En mercados sobreexplotados y en tiempos de ultra fragmentación, la importancia de los nichos toma cada vez más cuerpo y forma. La detección quirúrgica de esos segmentos conspira a favor del éxito: hoy, un buen nicho, alimentado correctamente, determina disparos certeros. Y, después de calibrar sus cañones, la plataforma Flixxo terminó de hacer su close-up: ofrece series webs y narraciones cortas de creadores y cineastas independientes. Ya tiene “su” nicho.

Adrián Garelik, su creador, viene del palo de las empresas tecnológicas, relacionándose puntualmente con blockchain. Después de dejar Rootstock, plataforma P2P sobre Bitcoin que permite la ejecución de contratos inteligentes, su cabeza comenzó a dar vueltas sobre entelequias que giraban con fuerza en aquel entonces: financiamiento colectivo, crowdfunding, cine bancado por comunidades.

Así fue cómo, en 2016, sus pensamientos comenzaron a orejear lo que más tarde se convertiría en Flixxo. “Pensaba en nuevos modelos de negocio. Por ejemplo, pagar un libro por página leída o una película por minutos vistos. Quería cambiar ese paradigma. Y siempre pensé en un pago transparente para los creadores y en los conceptos de comunidad”, le dice Garelik a El Planteo.

Flixxo, una plataforma descentralizada

De esta manera, a comienzos de 2017, lanzaron una primera propuesta de Flixxo con intenciones de convertirse en una plataforma audiovisual sin censura ni moderación, que corriera descentralizada bajo el protocolo de intercambio de archivos de BitTorrent.

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A partir de herramientas de financiamiento colectivo levantaron casi USD 5.000.000 de dólares y, al toque, armaron un primer equipo para salir a la cancha. “Era una plataforma abierta, más parecida a YouTube, pero descentralizada”, cuenta Garelik.

Aunque, claro, si bien no lo buscaron directamente, competirle a YouTube era una tarea titánica y, digamos, absurda. “Era un Frankenstein hermoso que instalabas en la compu. Al principio no teníamos una línea editorial”, sigue el creador. Hasta que se cruzaron con las web series y, ahora sí, todo cambió.

Los primeros desafíos

“Bitcoin”, “blockchain”, “BitTorrent” eran conceptos que, entonces, no tenían plena aceptación ni demasiado conocimiento popular. Pero, en esa vía, el envión de lo que habían sembrado sirvió para comenzar a delinear una plataforma “a medida de los creadores”.

Le echaron cabeza a una versión móvil, tuvieron sorpresas como el tráiler de la última película de Rambo subido por sus propios creadores y hasta algún conflicto sin solución con Apple Store a partir del prejuicio con BitTorrent. “Es piratería”, dijeron los de la manzana. “No, no lo es, sólo usamos la tecnología”, respondieron los Flixxo. “Bueno, pero dejaríamos un precedente, así que no”, cerraron los californianos.

Y volvieron a empezar. La imposibilidad conceptual y estratégica que les impedía poder estar en las tiendas de una de las empresas de tecnología más importantes del planeta hizo que el team Flixxo tenga que cambiar estructuralmente su core. “Ahí dejamos BitTorrent y pasamos a alojar el material en servidores tradicionales”.

Todo el poder a los creadores

Pero no hay mal que por bien no venga: todos sus esfuerzos cayeron en potenciar a los creadores de contenido, quitándole peso al cómo y poniéndoselo al por qué. “Buscamos crear un modelo sustentable que le dé poder a los creadores. Entendimos que, en esa instancia, la descentralización era una utopía”, reconoce el CEO.

Así, lanzaron una nueva app, más intuitiva, que ponía el diferencial en el contenido (adiós randomnismo, hola web series y cortometrajes) y empoderaba a los creadores a través de la venia de sus audiencias.

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Por eso, el año 2020 se convirtió en fundamental para estos emprendedores tecnológicos: lanzaron unas 100 series de todo el mundo, registraron unos 70.000 usuarios y produjeron el regreso de Alejo y Valentina, uno de los íconos pop de la Internet 1.0 y pináculo de la animación lisérgica nacional.

El modelo transparente de Flixxo

¿Y cómo es la vuelta con el financiamiento? Los usuarios ven pequeñas publicidades y el pago que generan esas publicidades van directa e instantáneamente a los creadores. “Aportamos una transparencia. Además, muchos creadores que tenían frenadas sus web series comenzaron a recibir pagos”, se suma Sergio Sosa, coordinador y responsable de contenidos de la plataforma.

Hoy, Flixxo junta a unos 170.000 usuarios (en su mayoría jóvenes de entre 15 y 25 años) y se erige como un proyecto boutique con un CPM (costo por impresión) mejor que YouTube, con pagos instantáneos sin la necesidad de un mínimo de followers ni de minutos reproducidos (como sí exige YouTube), con la posibilidad de bloquear territorios por geolocalización (en caso de que los creadores logren vender su contenido a tal o cual lugar) y con el fomento constante de una comunidad específica.

Por estos días, Flixxo funciona también como productora de contenidos originales y como distribuidora de contenido. “Nos vemos como un puente para los creadores”, apunta Sosa. Y el servicio de streaming junta más de 200 series web y unos 60 cortometrajes. Sigue Sosa: “Es un modelo medio Robin Hood, porque la guita sale de las marcas y va a los creadores”.

Ni-cho, ni-cho, qué grande sos

Entretanto, después de apoyar algunos proyectos de Nicolás Amelio-Ortiz (ideólogo de ZEPfilms), otro de Jona Dibujos (buenísima Tito Bilbao), La Frecuencia Kirlian (cuya primera temporada tuvo un paso exitoso por Netflix), Fichines (sobre la historia de los arcades nacionales, con presencia de este escriba indestructible) y más, ahora se embarcan en la producción de casi una docena de nuevos títulos.

“Buscamos darle visibilidad a un contenido que no es muy visibilizado y queremos darle un valor agregado, como unos subtítulos, una buena carátula, unos tráilers bien editados”, desglosa Sosa. “Trabajamos más para el creador que para la marca”, completa Manu Ghitta, coordinadora de comunicaciones.

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Después de mucho recorrido, vaivenes, marchas, contramarchas, reconfiguraciones y algunos padrenuestros a hipermodernidades, Flixxo encontró su principal valor en el contenido de nicho, en la detección de un público específico y en cierta gamificación ligada a cómo ganar los tókens (Flixx) para ver esas series. “Queremos crecer y darle exposición al material. Hoy los nichos son algo grande”, cierra Sosa.

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