GET Cannabis FAUBA Prepara un Proyecto para la Preservación de Semillas de Cannabis: ‘Quedarán para las Generaciones Futuras’

Vivimos tiempos convulsos, cambiantes, inesperados. Y si por alguna razón, la que fuera, llegara a ocurrir una hecatombe, un banco de germoplasma podría ser un reservorio de biodiversidad. Ante esta situación, la mueca de esperanza se dibuja en los rostros de Eric Turiansky, Gabriel Blocki y Emilio Alix, profesionales de GET Cannabis FAUBA, que andan cocinando un proyecto para la preservación a largo plazo, en condiciones seguras y con trazabilidad de semillas de cannabis.

Este tipo de bancos existen en todo el planeta pero, por el momento, no en Argentina. La preservación del material suele hacerse de diferentes maneras, a bajas temperaturas, en heladeras, con embriones, bajo micropropagación, en tubos de ensayo y mucho, mucho más. Estas condiciones permiten la preservación de semillas durante largos períodos de tiempo y en muy poco espacio.

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Digamos que, en un metro cúbico, podrían conservarse unas 25.000 genéticas distintas. “Queremos generar eso”, explica Turiansky, inminente Técnico en Agricultura Orgánica y uno de los hombres importantes dentro de GET Cannabis FAUBA, el Grupo de Estudios y Trabajo en Cannabis de la Facultad de Agronomía de Buenos Aires.

Todas las semillas son importantes

Como el principal limitante para la conservación siempre fue el espacio, un banco de germoplasma evitaría perpetuar la antigua costumbre de dejar ir viejas genéticas para darle paso a nuevas. “Este trabajo surge de nuestras propias experiencias personales. Yo perdí una criollita, no tan rica pero con buena resistencia al estrés hídrico y al ataque de hongos. La tuve que dejar ir para darle paso a una nueva”, se explaya Turiansky.

Y continúa: “¿Cuántas de estas situaciones hay dando vueltas por ahí? Que podrían servir no al inmediato, pero sí al futuro, para hacer plantas más resistentes y que se enfermen menos”.

Al margen de lo que pueda perderse en el camino, el banco de germoplasma podría ordenar al mercado y aunar todo ese trabajo de hormiga desperdigado por ahí.

Un banco con beneficio social

Entretanto, el camino interesante y consciente que proponen desde GET Cannabis FAUBA es que podrían desarrollarlo dentro de la Facultad de Agronomía y dentro de la Ley 27.350 como un proyecto de investigación científica.

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“Nunca existió en Argentina un banco de germoplasma de cannabis sativa como el que pretendemos hacer. Vamos a ser los primeros en el país y, tal vez, en Sudamérica”, se ensancha Blocki, Licenciado en Administración Agraria y parte de la Comisión de Comunicación dentro de GET.

“Esto permitiría un beneficio casi social. Es como si fuera un banco donde depositás la plata. Acá depositás material biológico que va a estar en resguardo de una institución como la UBA durante un montón de años. Dará confianza, seriedad y respaldo, que llevará a un beneficio que todavía no podemos cuantificar”, sigue Blocki.

Por caso, uno de los mayores objetivos del banco será el de colaborar con la trazabilidad y la previsibilidad. “Si podemos guardar información genética de semillas que funcionan en distintos ambientes, puede pasar cualquier catástrofe que vamos a poder reproducirlas. Generar una nueva realidad en relación a  esta especie”, dice Alix, Técnico en Jardinería y parte del equipo de comunicación de GET.

De esta manera, en vistas de que Argentina funcione dentro del mercado internacional, la existencia de un banco de germoplasma podría generar cierta tranquilidad. “Se va a poder volver a la fuente y es fundamental para que esta industria siga creciendo”, sostiene Alix.

Los colaboradores

A la sazón, el proyecto del banco de germoplasma está desarrollado en conjunto con INTA Castelar y la idea es tener el banco en duplicado, para contar con un back up descentralizado. “Es que los mismos bancos tampoco están exentos de catástrofes”, Turiansky dixit.

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Mientras tanto, establecieron un orden de prioridad para la preservación, que partirá con el material de los miembros de la Red de Cannabis y Usos Medicinales (RACME) del CONICET. Y, obviamente, al comienzo también se trabajará con el material de los miembros de GET Cannabis FAUBA y con diversas ONGs que trabajan en la preservación de material.

“La prioridad será el ambiente científico académico”, señala Turiansky.

Por otro lado, desde GET Cannabis FAUBA celebran que el Instituto Nacional de Semillas (INASE) haya habilitado los requisitos para inscribir variedades. “Todos trabajamos con limitantes de plata y tiempo. Hay gente muy buena pero no tiene las condiciones para darle trabajo en el marco legal, en función de lo oneroso que resulta. El banco de plasma podría preservar ese trabajo de cruzas y retrocruzas y tenerlo en un lugar asegurado”, desgrana Turiansky.

De esta manera, el banco de germoplasma podría preservar el material con nombre y apellido y si, eventualmente, una empresa busca plantas, el banco puede revisar y dar aviso a quien lo tiene. “Somos la universidad pública y esto será un servicio a la comunidad”, amplía.

Por lo demás, en esta instancia, lanzan un llamado a todas las personas que quieran ser proveedoras de material genético. Los interesados pueden escribirles a cannabis@agro.uba.ar o bien comunicarse a su Twitter, Facebook e Instagram.

El proyecto busca financiamiento

“Todavía no contamos con la financiación y mucho menos con fechas. Tenemos el acuerdo avanzado con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y lo comentamos en RACME. Entendemos que es un proyecto de interés nacional. Estamos convencidos de su importancia y, donde lo presentamos, tiene buen recibimiento”, detalla Turiansky.

Y suma Alix: “Hay que encontrar los caminos para darle viabilidad al proyecto. Me parece fundamental aprovechar el momento histórico para funcionar en conjunto. Es un desafío. Se necesitan muchas patas para que este proyecto funcione a lo largo del tiempo. Es una inversión inicial, muy costosa, que requiere coordinar varios sectores, pero va a traer mucha información y trazabilidad que nos va a permitir posicionarnos como un país productor de cannabis y cáñamo industrial”.

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En rigor, desde GET Cannabis FAUBA saben que este proyecto tiene tanta perspectiva a futuro que ya piensan, directamente, en el mañana del mañana: “Si logramos llevar adelante el proyecto, mucho de lo que vamos a salvar, no lo vamos a ver en vida y se lo vamos a dejar a las generaciones futuras. Esto le da más trascendencia a la idea. ‘Salvamos lo que había en ese momento. Tomen la posta y sigan ustedes’”, concluye Turiansky.

Fotos cortesía de GET Cannabis FAUBA