El Futuro Ya Llegó: Te Presentamos la Lavadora de Hachís que Limpia 80 Kg de Cannabis al Día

En una industria que demanda productos sin solventes, producir hachís de alta calidad a escala industrial requiere tanto una manipulación cuidadosa del material vegetal como procesos eficientes para satisfacer las demandas de costos, lo que hace que el arte tradicional del hachís sea difícil de mantener en operaciones a gran escala.

En una entrevista exclusiva con El Planteo, Cliff Haney, director de marketing de Low Temp Industries, explicó cómo su producto estrella, la lavadora de hachís Osprey, ofrece una solución que equilibra precisión y eficiencia, permitiendo a los operadores producir hachís de calidad artesanal mientras procesan hasta 80.000 gramos de cannabis fresco congelado al día.

La lavadora de hachís, limpia y fresca

Muchos en la industria prefieren la extracción sin solventes debido a su enfoque más limpio y libre de productos químicos. La lavadora de hachís Osprey está diseñada para agilizar el proceso de extracción sin solventes para operadores de cannabis a gran escala.

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“La Osprey está pensada para MSO (operadores multiestatales) e instalaciones comerciales de extracción centradas en técnicas sin solventes”, explicó Haney. La máquina puede procesar hasta 80.000 gramos de cannabis fresco congelado al día, lo que la convierte en un activo fundamental para operadores que pretendan aumentar su producción.

“La eficacia es clave”, señala Haney. “La máquina puede procesar 20.000 gramos de cannabis fresco congelado por lote, y los operadores pueden realizar cuatro lotes en una jornada laboral de ocho horas. Aunque los porcentajes de rendimiento dependen de la variedad que se procese, suele oscilar entre el 3% y el 6% del cannabis fresco congelado, que pesa entre cuatro y cinco veces más que la flor seca“.

Es simple

Según Haney, lo que distingue a la Osprey es su énfasis en la facilidad de uso y la eficiencia. “Hemos construido la Osprey desde cero para que el proceso de extracción sea lo más sencillo posible para los productores de hachís”, explica Haney.

A diferencia de otros sistemas de lavado de hachís que utilizan cuchillas o métodos de alto contacto, la Osprey emplea un impulsor de bajo cizallamiento, una innovación clave. “Nuestro método es más suave, lo que se traduce en un hachís más limpio y con menos contaminantes”, detalla.

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La máquina también cuenta con un sistema de tamizado automático que elimina la necesidad de tirar manualmente de las bolsas, una tarea conocida por ser muy laboriosa y físicamente exigente. “Con un simple pedal, los operarios pueden eliminar el agua del hachís por vibración, lo que reduce el esfuerzo de los trabajadores y mejora la eficacia del flujo de trabajo”, añade Haney.

Diseñada para uso comercial que cumpla la normativa

La Osprey está diseñada para cumplir los estrictos requisitos de las operaciones comerciales de cannabis. Está fabricada en acero inoxidable, lo que garantiza su durabilidad y el cumplimiento de las normas de procesamiento alimentario. Esta atención a la calidad de los materiales también responde a la preocupación por los microplásticos en el hachís, una cuestión que ha suscitado cada vez más interés en el sector del cannabis.

“La Osprey también está equipada con un panel de control UL-listado, lo que hace que los controles de cumplimiento en diferentes estados mucho más fácil”, dice Haney. “No se necesita una sala C1D1 para la extracción sin solventes, por lo que esta máquina suele ser la menor de las preocupaciones de los inspectores cuando visitan una instalación de extracción de cannabis”.

Opción para lotes pequeños

La Osprey no es sólo para grandes empresas de cannabis, también es escalable para operaciones medianas y pequeñas que buscan mejorar su eficiencia. LTI ofrece una versión más pequeña, la Mini Osprey, diseñada para usuarios domésticos o pequeñas operaciones por lotes.

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“Se trata de simplificar el proceso para que los fabricantes de hachís puedan centrarse en la calidad y no en las tediosas tareas manuales”, explica Haney. “Se puede ajustar la configuración de la máquina para manejar diferentes cepas y crear varios productos, desde fusión completa de alta calidad hasta comestibles”.

Los operadores pueden ajustar la velocidad y el tiempo en función del tipo de producto que quieran elaborar. “Si se trata de una fusión completa, hay que ir despacio y con cuidado; si se trata de comestibles, se puede aumentar la velocidad y sacar todo el partido posible al material”, detalla.

La receta secreta

Una de las características más destacadas de la Osprey es su capacidad para preprogramar recetas, lo que simplifica el proceso de extracción para los operadores. “Puedes elaborar tus recetas en la propia Osprey porque algunas cepas y cultivares tienen cabezas de tricomas con formas determinadas que se desprenden más fácilmente que otras”, explica Haney. “Esto permite a los productores de hachís ajustar la velocidad, la duración y la configuración en función del material específico con el que están trabajando y el tipo de producto que quieren crear, ya sea fusión completa, colofonia de espectro completo o comestibles”.

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Las capacidades de personalización de la máquina no sólo agilizan la producción, sino que también ayudan a los operadores a mantener una calidad constante en todos los lotes.

Haney también señala que la máquina viene prácticamente lista: sólo hay que enchufarla y ya. “La máquina llega casi lista para usar, solo requiere un montaje mínimo antes de enchufarla a una toma de corriente estándar de 110 voltios y no necesita aire comprimido, lo que la hace muy accesible y rentable para los operadores”.

El dispensador de concentrados revoluciona los envases

Otra innovación clave de LTI es el dispensador de concentrados, un dispositivo diseñado para automatizar el proceso de envasado de extractos de cannabis como la resina viva y la colofonia. “Nuestro dispensador de concentrados puede envasar entre 400 y 1.000 gramos por hora. Esto reduce significativamente los costos de mano de obra, ya que la mayoría de las empresas actualmente tienen alrededor de 10 personas envasando a mano en el laboratorio de extracción”.

El dispensador de concentrados se ha diseñado pensando en la precisión, y cuenta con una báscula integrada certificada por NTEP para garantizar que cada cubo de un gramo o dos gramos se pese y dispense a la perfección. “Estamos automatizando el proceso de envasado a granel”, concluye Haney.

Vía Benzinga, traducido por El Planteo

Imágenes cortesía de Low Temp Industries, vía Benzinga

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