Salvando Vidas: Primera Sala de Consumo Seguro de Drogas de Portugal Recibió 1.300 Usuarios

En Lisboa, la capital de Portugal, la primera y única sala de consumo asistido de drogas tuvo llegada a 1.300 usuarios en un año de existencia.

¿Cuál es el objetivo de este espacio? Sacar el consumo de drogas de la calle y dar seguridad a las y los usuarios, con asistencia en caso de sobredosis, derivación a tratamientos y programas de recuperación de adicciones.

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En un principio, cuando abrió en mayo de 2021, la sala de consumo estaba pensada para recibir a 300 usuarios.

“No puedo dejar de pensar que este éxito no significa algo bueno, es una señal de que la dimensión del problema era mucho mayor de lo que esperábamos”, dijo Paulo Marques, enfermero y coordinador del área de salud del proyecto, en declaraciones recogidas por Smoke Buddies.

Ares do Pinhal, la asociación que gestiona el centro, informa que el lugar es visitado por alrededor de 200 personas por día y que el número de consumos diarios es de cerca de 135. En tanto, la edad promedio de los usuarios es de 44 años y un 85% son hombres.

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En tanto, como consecuencia del enorme caudal de usuarios recibidos, debieron hacer un refuerzo del equipo de enfermería. Ahora, la sala cuenta con dos enfermeras por turno.

“El aumento del número de enfermeros dio más seguridad a los usuarios ante el alza del consumo intravenoso y las sobredosis. Permitió también aumentar el número de exámenes de detección de enfermedades infecciosas y el inicio de tratamientos”, afirmó Rodrigo Dias Coutinho, director clínico de los programas de Ares do Pinhal.

Asimismo, desde el centro pondrán a disposición una unidad de testeo móvil para que los usuarios puedan analizar el contenido de las drogas que van a consumir.

Portugal y su política de drogas

Según explica la Transform Drug Policy Foundation, “en 2001, Portugal despenalizó la posesión personal de todas las drogas como parte de una reorientación más amplia de la política hacia un enfoque centrado en la salud. En cambio, la posesión de drogas para uso personal se trata como un delito administrativo, lo que significa que ya no se castiga con prisión y no genera antecedentes penales ni el estigma asociado. Sin embargo, las drogas aún se confiscan y la posesión puede dar lugar a sanciones administrativas, como multas o servicio comunitario”.

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Esta política, claramente marcó un cambio en el nivel de consumo y muertes. Aquí un cuadro que compara la cantidad de muertes cada 100.000 habitantes entre 2000 y 2015 en Portugal y en el resto de la Unión Europea (excluyendo Portugal).

En vista de la eficiente política de drogas que viene desarrollando el país, no está de más poner algo de esperanza en la eficacia de los nuevos centros de consumo seguro.

Foto de Luís Feliciano en Unsplash