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¿Sopa de Químicos? Preocupación por Compuestos Extraños en Productos Derivados del Cáñamo

Por Rolando García

¿Sopa de Químicos? Preocupación por Compuestos Extraños en Productos Derivados del Cáñamo

✍ 27 July, 2024 - 15:04
  • Expertos preocupados por compuestos no identificados en productos de THC derivados del cáñamo.
  • Vacío normativo en regulaciones estatales permite productos con químicos desconocidos.
  • Se requiere regulación más estricta para pruebas e informes de compuestos peligrosos.

La presencia de compuestos no identificados en los productos del cáñamo preocupa a lxs expertos. Lxs responsables de los laboratorios afirman que los compuestos se crean cuando los cannabinoides derivados del cáñamo se convierten en THC delta-8 y delta-9, formando una “sopa” de sustancias químicas no identificadas. Susan Audino, química y consultora independiente, explicó a MJBizDaily: “Se trata de reacciones químicas secundarias. No se puede hacer una cosa sin que también se forme otra”.

Josh Swider, cofundador y director general de Infinite Chemical Analysis Labs, añadió que puede haber hasta 60 compuestos desconocidos en los productos de cáñamo. “Algunos de ellos se identifican, pero nunca se encuentran todos. Eso te está diciendo que ahora estás añadiendo otros compuestos que nunca hemos encontrado en el cannabis, y ahora la gente lo está fumando”, afirmó.

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Bob Miller, director general de ACT Laboratories, puso de relieve el problema de un modelo de negocio poco fiable para las pruebas de potencia del THC, un esquema en el que “tú me das potencias más altas, yo te doy más dinero por mi prueba y puedo venderla más cara. Todos salen ganando menos el consumidor“.

Productos de cáñamo: A la legislación no le importa la ciencia

Audino subrayó el vacío normativo de los compuestos de cáñamo: “La mayoría de los reguladores estatales no son científicos. La mayoría de ellos son abogados, y la mayoría de los reguladores estatales se vió obligada a crear estos reglamentos sobre la base de la legislación. A la legislación no le importa la ciencia. Sólo dicen: ‘Haz esto. Haz que suceda'”.

Ante este escenario, los laboratorios deben decidir si informan a sus clientes sobre compuestos no obligatorios inicialmente. El experto señaló que, si bien algunxs clientes pueden mostrar interés, otrxs pueden ignorar la información no obligatoria. En última instancia, los fabricantes deciden si se aseguran de que estos subproductos peligrosos permanezcan fuera de las estanterías.

“Son los clientes de los laboratorios -los fabricantes de productos- quienes determinan qué pruebas quieren o no quieren. Si las normativas no lo exigen o no requieren determinadas pruebas, probablemente lxs fabricantes de productos no las pidan”, continuó Audino.

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Miller añadió: “Cuando un analista de laboratorio obtiene estas ‘sopas’ reactivas, algunos compuestos son más psicoactivos que el THC delta-9. Lo que hacemos es que, cualquier pico que veamos de niveles apreciables, informamos al cliente de lo que vemos. Depende del cliente si quiere entender de qué se trata”.

Qué se puede hacer

Miller señaló: “Cuando empiezan a hacer esa conversión de CBD a delta-8 y delta-9, es muy descuidada. Se obtiene una mezcla de muchos componentes diferentes, muchos de los cuales aún no se han identificado. La química no es limpia”.

Basándose en esto, Audino pidió una regulación más estricta, lo que significa que debería ser obligatorio hacer pruebas e informar. “Los reguladores estatales estadounidenses dicen: ‘Eh, todo el mundo, tienen que analizar todo el aceite antes de que entre en el vaporizador‘”.

En EEUU, las regulaciones para los productos derivados del cáñamo producidos en laboratorio varían de un estado a otro. Por un lado, hay una ausencia total de regulación y, por otro, los productos están absolutamente prohibidos. Las alternativas intermedias incluyen regular su contenido de THC, añadir pruebas obligatorias y prohibir que se vendan en determinados lugares. Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer para comprender correctamente su contenido, incluso en el caso de los productos delta-9.

Algunos fabricantes no se preocupan por los productos derivados del cáñamo que se producen en el laboratorio. Aunque estas sustancias químicas podrían estar contaminando el producto final. Esta situación pone a los laboratorios en una situación difícil.

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“El laboratorio es la entidad desprevenida en medio con el enigma moral y ético”, dijo Audino.

Pero, según Miller, la balanza moral está en desequilibrio. “Sinceramente, creo que entre el 70% y el 80% de los laboratorios probablemente no deberían estar abiertos porque no lo hacen necesariamente para ser un laboratorio seguro, sino que lo hacen por el dinero, y están dispuestos a hacer lo que sea para ganarlo”.

Si alguna vez te has preguntado por qué algún producto de THC sintético te produce un desagradable subidón, la culpa podría ser de este proceso no regulado.

Vía Benzinga, traducido por El Planteo

Foto por Girl with red hat vía Unsplash

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