Yungannabis: Preservación, Ciencia y Marihuana en la Selva Tucumana
Las Yungas, palabra del quechua “yunca”, son las selvas de montaña tropicales y subtropicales del Dominio Amazónico en Argentina. Aunque ocupan sólo el 2% del territorio nacional, albergan más de la mitad de las especies de animales y plantas del país.
Sirven como un corredor biológico crucial, generando oxígeno y actuando como una reserva de biodiversidad aún sin estudiar completamente. Esta región es el hogar de Yungannabis, una fundación pionera en la integración del cannabis y la conservación ambiental.
En una entrevista con El Planteo, Felipe, cultivador y paciente de cannabis, explicó el trabajo de la fundación que, desde 2021, busca vincular el cannabis con médicos, científicos, pacientes y la selva tucumana.
Yungannabis: cannabis y medio ambiente en la Yunga
Felipe habló con pasión sobre la relación entre el cannabis y el medio ambiente en la Yunga. Expresa su preocupación por el avance del extractivismo y la deforestación en Tucumán y cómo estos afectan la biodiversidad local.
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“Cuando era chico, la zona de Yerbabuena donde nos ubicamos era casi una expedición, porque todo esto era selva”, comentó Felipe desde un paisaje moteado, donde ya se cuelan entre la selva los techos de tejas musleras, rojas y negras, de nuevos desarrollos inmobiliarios.
La fundación trabaja en proyectos que buscan integrar el cultivo de cannabis con la conservación de este vital ecosistema.
“La Biosfera de la Yunga ha sido declarada por la UNESCO como una reserva muy importante”, cuenta Felipe. “Comprende una región enorme de provincias como Salta, Jujuy, Tucumán y parte de Catamarca, con especies nativas muy particulares y animales en peligro de extinción”.
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Además, Felipe señaló los problemas que trae la deforestación y la urbanización en la región: “La deforestación y la expansión urbana han tenido una implicancia muy grande con las inundaciones que vemos todos los años en Tucumán. También ha habido migraciones de especies debido a estos cambios, como los murciélagos, que ahora son menos y esto ha generado una abundancia de mosquitos tremenda”.
Impulso al turismo y la economía
Felipe vislumbra un futuro donde el cannabis pueda impulsar el turismo en Tucumán. “La intención de la fundación es desarrollar un proyecto que incluya mano de obra para los pueblos y transforme la producción en medicina y terapias”, afirma.
La idea es crear un circuito turístico que combine la producción local con actividades agroecológicas y terapéuticas, beneficiando tanto a locales como a visitantes.
“Tenemos una capacidad tanto científica como una matriz productiva para llevar esto a cabo y lugares inexplorados e increíbles“, explica Felipe. “Trabajamos con una red de profesionales y tenemos un software que traza las historias clínicas de los pacientes. Además, como pilotos de parapente, conocemos la selva por arriba y por abajo, ofreciendo una experiencia fantástica a los visitantes”.
Desafíos
Además, el tucumano discutió los desafíos de cultivar cannabis en el complejo clima de la zona y la lenta aceptación médica y académica del cannabis en la región.
“El norte siempre ha sido conservador y la oferta académica tardía ha retrasado la aceptación”, agrega Felipe. A pesar de estos obstáculos, ve un futuro prometedor donde el cannabis es reconocido no solo por sus beneficios terapéuticos, sino también como un impulsor del turismo y la economía local.
Los desafíos de cultivar cannabis en la selva de Tucumán incluyen una humedad omnipresente, el manejo de microclimas y el control sanitario de las plantas. “Usamos herramientas agroecológicas para contrarrestar los desafíos sanitarios y climáticos”, señala Felipe.
Una casa con diez pinos
La colaboración de Yungannabis con universidades y profesionales es clave para innovar en el uso del cannabis, no solo en la medicina, sino también en la bioconstrucción.
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“Estamos trabajando en un proyecto de montaje de una planta que permita el procesado medicinal y la construcción sustentable reutilizando los tallos y las ramas de la planta para hacer ladrillos y paneles eficientes”, explica Felipe.
Micropropagación en convenio con Agronomía.
“En este momento, hay alumnos de la facultad con los que estamos elaborando un proyecto final que incluye la fabricación de ladrillos o paneles para construcción sustentable”, detalla Felipe.
Por último, Felipe menciona que están trabajando con la Facultad de Agronomía y la Facultad de Bioquímica y Farmacia de Tucuman en proyectos de genética y análisis molecular. “Podemos trabajar en el desarrollo de nuestras propias genéticas de cáñamo que permitan justamente la construcción”, cierra Felipe, mirando al futuro cercano.
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