Está Hablando del Faso: Los Piojos y la Historia de ‘Verano del ‘92’

Metáforas indescifrables, juegos de palabras, licencias poéticas e instrumentos virtuosos: el rock argentino siempre brindó sus mejores obras gracias a composiciones que supieron meterse en nuestras vidas.

Desde la última dictadura militar hasta los vínculos sexoafectivos, pasando por las vivencias de la cotidiana, las situaciones absurdas tipo Pomelo y la fantasía onírica á-la-Spinetta, el rock nacional supo retratar historias de todo tipo. Y, por supuesto, las drogas no fueron la excepción.

Mientras la década del 90 se preparaba para combatir y convivir con la globalización, un grupo de rock de la Provincia de Buenos Aires manifestaba la desesperación por dar con un poco de hierba para que se vayan la amargura y el dolor. Si esto fuese TV, acá irían las risas pícaras.

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Ritual piojoso 2024

Hoy, del otro lado del Atlántico, Europa vibra con el anuncio del retorno de Oasis. De este lado del mapa, Argentina no para de generar tendencias en redes sociales gracias al regreso de Los Piojos.

El grupo liderado por Andrés Ciro Martínez retorna a la actividad luego de un parate de 15 años. Posteriormente a una cantidad de pistas e incógnitas en las publicaciones de sus redes sociales, la agrupación confirmó esta semana que se presentará el 14 y 15 de diciembre en el Estadio Único de La Plata.

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Entre hits más “recientes” como “Civilización” o “Bicho de Ciudad”, el repertorio de una de las bandas más populares del país también promete clásicos como “El Farolito” y “Verano del ‘92”, una canción que expuso uno de los lamentos más comunes del estío: la ausencia de porro.

Fasolita querido

Con la llegada de los primeros calores, la ausencia de marihuana en Buenos Aires se convertía (¿se convierte?) en todo un clásico. Por ese entonces, no era muy común conocer cultivadores sibaritas y la cosecha casera, algo bastante familiar en estos últimos tiempos, parecía una utopía.

El encuentro con amigos para “quemar” a modo catártico para abrazar el disfrute del presente y el compartir con los cercanos se evidencia en “Verano del ‘92”, canción de Los Piojos del disco Tercer Arco (1996).

Aquel álbum que los llevó del sonido más ligado al rock barrial a incorporar ritmos rioplatenses, pero sin perder esa esencia rockera, tuvo en este sencillo el trampolín a la popularidad definitiva en la escena de la música nacional.

Y, como todo hecho popular, su entramado empezó a despertar curiosidad: ¿Quién es ese tal Juan Pedro Fasola? ¿Un amigo de la banda? ¿Por qué hace mucho que no los visita?

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“Juan Pedro Fasola no existe y nunca vivió un sujeto con ese nombre en El Palomar. Al menos hasta donde yo tengo entendido”, sentencia Jorge Núñez, docente UBA, investigador del CONICET y autor de Los Piojos: origen, consolidación y masividad.

El historiador nacido y criado en Palomar, conoce al dedillo la historia del grupo, publicó este libro apoyándose en material de archivo de viejas entrevistas y reseñas sobre Los Piojos, desde publicaciones como el suplemento Sí de Clarín y el No de Página 12, entre otros.

En él refleja los inicios de la banda, la llegada de Andrés Ciro Martínez como vocalista, la consolidación en el underground nacional y la masividad que trajo su tercer álbum, que cierra con la canción del estribillo acompañado de ritmo murguero “Oh-oh-uoh-oh-oh-oh”.

“En esa época, pleno verano del año 1992, escaseaba la posibilidad de acceder a la marihuana y de ahí parte la idea”, detalla el investigador sobre la canción compuesta por el propio Ciro.

“¡Qué ganas de verte tenemos todos acá!”, señala con complicidad Jorge.

Si bien algunos mitos que circulan en la web hablan de un “linyera” cuyo nombre era Juan Pedro Fasola y que transitaba por las calles de El Palomar, lo cierto es que esta canción es una alegoría explícita sobre la ausencia del porro que, como popularmente se conoce, emigra hacia los puntos turísticos en épocas de vacaciones de verano.

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Los Piojos supieron abordar las drogas en algunas de sus canciones. Temas menos conocidos, pero muy celebrados por los seguidores de antaño, como “Cancheros” de su álbum debut Chactuchac (1992), con su “Fumando, fumando, fumando marihuana”, o en “Como Alí” de Máquina de sangre (2003). De hecho, allí se hablaba del fulgor de la música electrónica mediante las experiencias químicas: “De la pista a la cabina, ¿cuántos bichos tiene encima?”

Entonces, ¿Los Piojos nos contaron el famoso cuento de la buena pipa?

“Había dificultad para conseguir faso, sin vueltas”, determina Jorge sobre la composición de “Verano del ‘92”, una de las canciones más escuchadas del rock argentino.

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