México: ¿Qué Sigue en el Proceso de la Liberación del Cannabis?

Por Hugo Álvarez, Socio-Fundador de Canncura.

Estamos a punto de presenciar lo que parece ser el final del proceso de aprobación de la Ley Federal para la Regulación del Cannabis en México. 

Como contexto, debo recordarles en dónde estamos parados; por una parte, hoy en día en nuestro país, el cannabis medicinal ya es legal y por fin se tienen reglas, éstas fueron publicadas apenas el 12 de enero del presente año. 

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Sin embargo, antes de cantar victoria, es necesario leer “las letras pequeñas” de este reglamento. Bajo esta lógica, el concepto de cannabis medicinal es considerado estrictamente para la investigación, comercialización y producción de productos farmacéuticos (medicamentos) o fórmulas magistrales que hayan validado su eficacia por la vía formal científica, además de que siempre se necesitará un médico de por medio para generar una receta. Esto significa que el nivel de requisitos para cualquier parte de la cadena de suministro será equivalente a lo que hoy la industria farmacéutica está acostumbrada al tratarse de sustancias controladas, y no como funciona en Estados Unidos o en Canadá donde, bajo el concepto de cannabis medicinal, se puede acceder tanto a fármacos, como a la flor, o cualquier otro tipo de producto, siempre y cuando el fin esté avalado por un médico. Esto definitivamente puede llegar a tener un efecto directo sobre los pacientes, el tiempo de puesta en marcha del mercado medicinal, el tipo de productos al que se tendrá acceso y la igualdad de posibilidades para todos los interesados en la obtención de autorizaciones.

Por otro lado, después de tres prórrogas, el proceso de legalización del uso adulto o recreativo, el uso industrial y el de investigación fue finalmente aprobado por el Senado de la República, sin embargo, aún falta que también lo apruebe la Cámara de Diputados. Después de esta travesía por el congreso solamente restaría la aprobación del Poder Ejecutivo y su publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF).

A raíz de la última prórroga otorgada en diciembre del 2020 por la SCJN, el Poder Legislativo tiene hasta el 30 de abril del 2021 para aprobar el proyecto. Se rumora que el dictamen estará listo en los primeros días de marzo y que se aprobará esa misma quincena. Si el dictamen sufre modificaciones, respecto a la minuta enviada por el Senado, tras su aprobación en diputados el proyecto tendrá que volver a la cámara alta para que los senadores ratifiquen los cambios.

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Existen múltiples factores que pueden afectar directa o indirectamente que esto suceda, como por ejemplo el COVID, el cúal ya en dos ocasiones sirvió como pretexto para un aplazamiento, aunque hoy en día ya no parece ser tan amenazante puesto que se aprobó que de ser necesario, la votación puede ser llevada a cabo a distancia. También un factor importante son las elecciones intermedias donde se renuevan los asientos del Congreso, algunas gubernaturas, municipios y alcaldías. Otro factor a tomar en cuenta son las manifestaciones por parte de algunos senadores de Estados Unidos a favor de retomar el tema de la legalización a nivel federal del cannabis de nuestros vecinos del norte.

Hace algunas semanas al suplir al Presidente en la mañanera, la Secretaria de Gobernación, Olga Sanchez Cordero, respondió a un periodista diciendo que existe la intención que la reforma quede aprobada en este periodo ordinario de sesiones, al igual que la presidenta de la Cámara de Diputados, quien mencionó que esta dentro de la agenda legislativa cumplir con el mandato de la corte.

Está claro que estamos muy cerca de convertirnos en el tercer país a nivel mundial en legalizar todos los usos del cannabis, sin embargo, todavía existen probabilidades de que el proyecto de ley sufra algunos cambios de forma y no de fondo, algunos de los rumores giran entorno a la probable supresión del proyecto de ley del Instituto Mexicano para la Regulación y Control del Cannabis, algo que suena más alineado al estilo de la 4T. Esto podría tener efectos positivos, principalmente porque ya se cuenta con instituciones que pueden llevar a cabo todas las funciones necesarias para que la regulación funcione adecuadamente; en este caso, la cara triste de la moneda es que dichas instituciones hoy están al tope de trabajo y sus procesos son extremadamente lentos.

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En conclusión, si bien cada vez estamos más cerca de la legalización del cannabis, aún existen probables escenarios de demora. Aún cuando esto pase antes del 30 de abril, no significa que en el día 01 vayamos a tener dispensarios con productos, ya que el proceso de implementación seguramente durará más de un año.

Vía Entrepreneur.

Foto por Jezael Melgoza en Unsplash