Cannabis y Cáñamo: Investigadores Hallan Nuevos Métodos para Determinar la Diferencia

Investigadores financiadxs por el Instituto Nacional de Justicia (NIJ) de EEUU desarrollaron métodos forenses innovadores y rentables para medir la cantidad exacta de THC presente en una muestra de cannabis, con el objetivo de diferenciar con precisión el cáñamo del cannabis.

Precisión cara para una guerra costosa y anticuada

La Ley de Sustancias Controladas de 1970 agrupó inicialmente el cannabis —tanto el cáñamo como la marihuana— en la misma categoría de sustancias ilegales. Décadas después, la Ley Agrícola de 2018 trató de desenmarañar esta clasificación, legalizando el cáñamo y diferenciándolo de la marihuana en función de su psicoactividad. Esta ley establece que los productos con más de un 0,3% de THC no se consideran cáñamo, sino marihuana, por lo que criminaliza su posesión.

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Sin embargo, este cambio legislativo dejó a las fuerzas del orden y a los laboratorios forenses enfrentados a un complejo reto: cómo diferenciar entre dos formas de la misma planta, una tarea que requiere tiempo y dinero. Según el NIJ, más del 10% de todas las solicitudes presentadas a los laboratorios de criminalística en 2022 se refería a la distinción entre marihuana y cáñamo, lo que agravó los retrasos en un sistema ya de por sí sobrecargado.

Avances en el análisis forense del cannabis incautado

En un intento de hacer frente a esta dificultad, lxs investigadores financiados por el NIJ dieron a conocer nuevos métodos. Utilizando técnicas avanzadas de espectrometría de masas como la cromatografía de gases-espectrometría de masas (GC-MS) y el análisis directo en espectrometría de masas de alta resolución en tiempo real (DART-HRMS), se mide con precisión el contenido de THC. El equipo del Dr. Walter Brent Wilson y el laboratorio del Dr. Rabi Musah fueron pioneros en estas técnicas, ofreciendo un rayo de esperanza a los laboratorios de criminalística atascados y agobiados por la necesidad de cuantificar con precisión el THC.

Sin embargo, este avance científico plantea una pregunta: ¿el perfeccionamiento de la capacidad para clasificar el cannabis sirve a la justicia o simplemente perpetúa la Guerra contra las Drogas? La rigurosa búsqueda de la clasificación de la planta y sus componentes subraya una narrativa más amplia de criminalización que afecta de forma desproporcionada a las comunidades marginadas.

Un cambio de percepción local y global

Estos avances forenses se producen en medio de los crecientes rumores de una inminente reclasificación del cannabis en EEUU, lo que refleja una tendencia mundial hacia la legalización. Además, las Naciones Unidas continúan su cambio de postura, abogando por poner fin a la guerra mundial contra las drogas y promoviendo enfoques de salud y derechos humanos para las políticas de drogas en lugar de castigos.

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Aunque la investigación pretende agilizar estos procesos, estos nuevos métodos forenses también ponen de manifiesto los excesivos recursos dedicados a una distinción que, a ojos de la mayoría de la población estadounidense, no debería dictar la criminalidad.

Vía Benzinga, traducido por El Planteo

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