¿Comerías Madera? Unos Argentinos Patentaron la ‘Madera Comestible’ y su Descubrimiento Causa Furor

Lo que van a leer a continuación es, en términos formales, una novedad absoluta. No es clickbait, no es chucu, no es de mentiritas, no es un cebo para atraer visitantes, no es una noticia exclusiva para castores. No y no: en Misiones crece el Yacaratiá, el único árbol que no tiene celulosa. El único árbol cuya madera, en consecuencia, se puede comer.

“La ‘madera comestible’ es un árbol que, a través de un proceso, se convierte en apto para el consumo humano. O sea, es una tabla. Que no deja de ser un vegetal en un tamaño más grande”, despeja Vanina Pascutti, la manager de Yacaratiá Delicatessen, la PyME familiar que realiza confituras de madera comestible.

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Y la historia de esta “madera comestible” nos lleva directamente hasta Roberto Félix Pascutti, ingeniero forestal y padre de Vanina. “Mi viejo estudiaba el monte. Siempre estudió sus enfermedades, las plantas que se podían utilizar para medicina y demás. Ahí se topó con este árbol donde se reproducen un montón de larvas e insectos, que eran los que comían los guaraníes acá en Misiones”.

Allí, algunas tribus y sus caciques siguen comiendo insectos y larvas que se reproducen en el Yacaratiá. El ingeniero forestal advirtió que aquellos insectos y larvas tenían muchísimas propiedades. ¿Entonces? Bueno: ahí se topó con que era el leño el que tenía un montón de minerales, en especial magnesio.

Motivos para comer madera

“¿Por qué uno comería madera? Por esto, por la cantidad de minerales y de magnesio que tiene. Y ahí fue cómo se fue dando la cosa. Ahí se convierte en un producto comestible, porque mi papá empezó a ver de qué manera podíamos consumir la madera sin que perdiera todos estos beneficios”, explica Vanina.

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El espíritu de Yacaratiá Delicatessen anida en cuestiones sustentables: al ser un árbol nativo, su idea es poder reutilizar los ejemplares caídos. “Valoramos convivir con el medio ambiente que nos rodea”.

La versatilidad de la madera

Por estos días, la madera comestible se viralizó en TikTok y X (ex Twitter) llamando la atención de todos. Y, sí, obvio: hablamos de madera co-mes-ti-ble, ¿qué esperaban?

“Creo que llama la atención porque nadie imaginó que se iba a poder comer madera. También, supongo que la gente tiene la idea de ver un árbol y de ver palmeras. Y el palmito, por ejemplo, se come. Y si bien es una palmera y no un árbol, eso tiene que ver con la definición que tenemos de la flora. Cuando vos decís ‘es arbusto que tiene menos de 7 metros’, llama muchísimo la atención de la gente”.

Así las cosas, desde Yacaratiá Delicatessen aseguran que se trata de un producto gastronómicamente versátil: mermeladas de madera, alfajores de madera, bombones de madera, granola de madera, et al. “Depende de la imaginación y de la habilidad del cocinero”.

Madera comestible: un producto ‘único’

Ahora bien, ¿se trata de un producto caro? No precisamente. La madera comestible tiene un valor un poco superior al palmito y menor al caviar. Sin embargo, hay que tener en cuenta que se trata de una “producción limitada”. Es decir, “lo que uno va consiguiendo”.

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En línea con este descubrimiento, que proviene de una investigación de más de 30 años atrás, hay una novedad en términos históricos: no existen en el país antecedentes de este estilo. “Jamás empezó a nombrarse la madera comestible hasta que mi papá empezó con esto”.

De hecho, gracias a esta investigación, Roberto Félix Pascutti fue distinguido en Kuala Lumpur y en Suiza. “El mundo es muy grande pero creería que, por ahora, no hay otro proyecto así”, se ensancha Viviana.

Permisos y comercialización de la madera comestible

Entretanto, después de un laaargo proceso de cinco años, la familia Pascutti pudo patentar la madera comestible y obtener el permiso para su comercialización. “Tuvo que pasar por muchos análisis y aprobaciones”, revela la emprendedora. “Se demostró que es comestible y se pudo ver que no hay ningún problema”.

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El proyecto de Yacaratiá Delicatessen hace close-up en nociones de economía circular y sustentable. Y por el momento no asoman una producción industrial.

“La idea es poder obtener lo que otros dejan como desecho y no hacer plantaciones extensas de esa especie, así que por eso es de producción limitada. No tanto por la producción artesanal, sino por la utilización limitada del producto que uno va consiguiendo”, cierra la manager.

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