La Crespo: el Paraíso del Pastrami en Buenos Aires

He mantenido este lugar en secreto por mucho tiempo, es hora de compartir el amor por la comida. Así que aquí va… Uno de mis hallazgos favoritos del año… Un lugar donde he recuperado mi esperanza en la existencia de un deli judío de Buenos Aires. Un lugar donde me he atiborrado de sándwiches de pastrami caliente.

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Fui a la ciudad por un par de knishes. Un deli que hace penicilina judía con bolas de matze para curar el peor de los resfriados. En una ciudad con la mayor población judía de toda Latinoamérica, La Crespo es uno de los únicos restaurantes que sirven especialidades judías de Europa del Este, y se convirtió en uno de mis lugares favoritos de toda la ciudad.

En la actual moda de las delicatessen, La Crespo atiende principalmente a clientes para llevar, pero hay algunas mesas con taburetes de bar para comer in situ. Y fue amor a primera vista. Tito, uno de los propietarios, que también se parece mucho a mi tío abuelo Leo, me saludó en la puerta y comenzó a describir el menú: knishes, boios, strudel, paté de hígado, gravlax, latkes, y la estrella del espectáculo, el sándwich de pastrami caliente.*

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Creo que el Mar Rojo puede haberse separado cuando el pastrami llegó a la mesa: 170 gramos de pastrami caliente, servido con crujientes rodajas de pepinillos, mostaza, pan de centeno, con cebollas dulces caramelizadas a un lado. El sándwich me transportó al deli de mi ciudad natal favorita. El paraíso judío de los sándwiches.

El bagel de salmón

Luego salió el bagel, que no era tan masticable con la consistencia hervida y horneada, pero aún así era el mejor (y único?) bagel que he comido en Buenos Aires. Está cargado con salmón gravlax casero, un ligero queso crema agrio y alcaparras. La próxima vez definitivamente pediría este bagel tostado.

Los brownies y la tarta de queso son probablemente mis postres favoritos, así que cuando se juntan, el juego ha terminado. Muchos de los llamados brownies que he probado en BA tienen un sabor duro y seco como la tiza, pero este no, húmedo, cocinado a la perfección, dulce y delicioso.

Un deli como los de Chicago

Al final de mi increíble descubrimiento de comida, tuve que felicitar al chef (o a los dueños, en este caso). “Esta comida es tan similar a mi delicatessen de Chicago”, proclamé excitada en un respiro de comida. Clarissa, la esposa de Tito y chef/propietaria, no se dejó comprar por mis comentarios. Ella respondió sin rodeos: “No es similar, es el mismo, copiado, exactamente como lo encontrarás en Nueva York”.

Culpa de la nostalgia, pero estaba extasiada de saber que un lugar como este existía en Buenos Aires. Comer en La Crespo me hizo sentir menos nostalgia de la comida y me mantuvo feliz durante días.

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*Actualización: La Crespo se ha ampliado y ahora tiene un gran restaurante en la esquina, con un menú ampliado. También atienden las fiestas judías.

Vía Pick Up The Fork, traducido por El Planteo

Foto cortesía de Allie Lazar