Conocé a Frida y Juana: Las Máquinas Argentinas que Optimizan los Tiempos de Cosecha
Le Caburé es el proyecto de dos amigos que vieron la oportunidad y la necesidad de avanzar en el diseño y la venta de maquinarias cannábicas.
Así pergeñaron dos máquinas que se complementan: Frida y Juana.
Frida es una peladora con un diseño pensado para producciones de mediana y gran escala.
La máquina -que con su nombre homenajea a la artista mexicana Frida Kahlo- es capaz de realizar más de 16 mil cortes por minutos y procesar hasta 22 kilos de material vegetal fresco o 5 kg en seco por hora.
Juana, por su parte, es una descogolladora con capacidad para procesar hasta 50 kilos de material vegetal fresco o 14 kg en seco por hora.
Frida y Juana realizan la tarea codo a codo.
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Primero, una despala las plantas desde el tronco, desprende las ramas, deja todo el material de flores y hojas enfrente para depositarlo en una bandeja o canasto.
Luego la otra -la trimeadora– recibe a los cogollos que van pasando (entre 30 y 40 segundos de trabajo por cada uno dependiendo de sus características) y caen del otro lado completamente pelado.
Fotos: Instalaciones de Biofábrica, Misiones
Historia made in Argentina
Javier Muti y Ariel Baiocchini son los fundadores de Le Caburé que, como muchos otros proyectos, terminó de concretarse durante la pandemia por Covid-19.
Amigos desde chicos, Javier leyó un escenario en el futuro inmediato que, a partir de la nueva legislación en Argentina y el consecuente avance de la producción de cannabis, iban a ser necesarias maquinarias para cosechar.
Máquinas que hasta el momento no existían en el mercado local sino que eran importadas y, así, sujetas a los vaivenes de la economía a partir de su precio en dólar.
Lo novedoso, entonces, no está en la maquinaria en sí, sino en el origen de la misma.
En una mañana húmeda y calurosa de diciembre, Le Caburé recibió a El Planteo en su fábrica ubicada en una zona industrial del partido bonaerense de General San Martín.
Con la orquesta de la maquinaria como banda de sonido y entre mates y otras hierbas, Javier recuerda que le comentó a su amigo: “No estamos inventando nada, hay máquinas europeas o americanas pero acá se está avanzando un montón con proyectos con el cannabis y van a necesitar máquinas”.
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No le costó nada convencerlo y juntos se pusieron a investigar en las redes cómo concretarlo.
“Así vimos videos y llegamos a tener un prototipo que eran dos chapones plegados donde se fue corrigiendo, se rellenaba, se volvía a corregir y sin protección. Muy loco todo, todo muy peligroso. No teníamos material para procesar. Conseguimos algo y sobre eso llegamos a un primer prototipo”.
Javier y Ariel contaron con la ayuda de un amigo ingeniero que les “dio una mano muy grande”.
Antes de darse cuenta -en menos de diez meses- ya estaban en Pampa Hemp trimeando por primera vez: “Fue todo muy veloz y de la nada”, dicen.
Fotos: instalaciones de Pampa Hemp.
El tiempo es dinero
El inventor estadounidense Benjamin Franklin dijo aquella frase que “el tiempo es dinero”.
Las maquinarias ideadas por Le Caburé lo que hacen, justamente, es optimizar los tiempos de cosecha.
Claro que la tarea de Frida y Juana puede hacerse de manera manual y artesanal.
Ariel remarca que ahora “con los greenhouse [invernaderos] se accede a cientos de plantas, se está produciendo por cultivo exterior de hectáreas, por lo que para hacerlo a mano se necesitarían muchas personas”.
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El emprendedor sostiene que “la planta tiene un tiempo de cosecha y no te podés tomar todo el tiempo que quieras para cosecharla. En esos niveles, si no es con máquina, es casi imposible de hacer”.
Ese es el fin de estas máquinas argentinas: acelerar los procesos para cumplir con el tiempo de cosecha que se necesita y lograr el rendimiento óptimo de la flor del cannabis.
No sólo de buenas ideas vive el hombre
En esta era de la virtualidad resulta fundamental el modo en que se comunican las buenas ideas.
El encargado de hacerlo en Le Caburé Maquinarias Cannábicas es Tomás Antonio Rizzo, quien tuvo el desafío de comunicar a la gente de la industria y al mercado algo tan novedoso para la Argentina.
Para hacerlo se decidió por un doble discurso que partió desde la militancia cannábica.
Fotos: Instalaciones de Mediplant, San Juan
“Es importante acompañar con información sobre la planta, sobre lo que está ocurriendo en nuestro país para que puedan entender realmente qué es lo que hacemos porque si no el que está fuera de la industria o del mundo cannábico no lo entiende”, dice Risso a El Planteo.
Los impulsores de Le Caburé son conscientes de que la industria del cannabis está en pleno crecimiento y tienen grandes expectativas de cara al futuro
Solo falta “reglamentar la ley, nomás” por lo que ellos están apostando a esta industria con desarrollos nuevos y distintas maquinarias.
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De hecho, ya están pergeñando cómo seguir. Porque, como subraya Javier Muti, “al investigar fuimos descubriendo otras máquinas, otro tipo en escala también y no solo trimeadora”.
A esta altura hay una gama de productos para la planta, para la separación de semillas y la extracción de aceites.
“La idea es que no venga maquinaria de afuera y poder suplementar nosotros esa necesidad”, concluye Muti mientras enciende a Frida y la muestra con orgullo para una foto.
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