Ecológico y Rentable: 3 Métodos para Cultivadores de Cannabis Conscientes

Lxs profesionales estiman que la producción de cannabis actualmente representa el 1 % de toda la electricidad consumida en los EEUU. Lxs productores de Denver, uno de los primeros estados en legalizar la marihuana, consumen el 4% de toda la electricidad consumida en el área metropolitana.

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Pero a medida que el mercado se vuelve más sofisticado, lxs consumidores exigen calidad y la seguridad de que su consumo de cannabis no esté dañando al medioambiente. 

Una opción para lxs productores que busquen reducir su gasto de electricidad, ya sea por razones ecológicas o financieras, es el uso de invernaderos. Según New Frontier Data, alrededor del 60% de la electricidad que utilizan lxs cultivadores de cannabis se destina a instalaciones de interior. Aproximadamente el 37% de la electricidad se usa en invernaderos y menos del 3% se usa para cultivos al aire libre.

Entonces, ¿cómo equilibramos la sustentabilidad con la calidad del producto?

Por suerte existen algunas opciones.

Invernaderos híbridos

Hay un diseño de invernadero popular usado tradicionalmente para cultivar plantas de tomates. Solaris Farms, el primer invernadero híbrido de alta tecnología para marihuana construido en el desierto de Las Vegas, utiliza este tipo de diseño. La instalación se encuentra en 5 hectáreas de tierra y puede alcanzar una dimensión máxima aprobada por el estado de 30 hectáreas.

La compañía también está construyendo un invernadero híbrido de circuito cerrado que estará terminado a fines del 2020.

El modelo híbrido de Solaris, relativamente exclusivo del cannabis, es lo que ha permitido a la empresa hacerse un lugar en Nevada. En comparación con la agricultura tradicional al aire libre y los invernaderos interiores tradicionales, los invernaderos híbridos tienen la capacidad de producir un gran volumen de productos de alta calidad, con una estructura de costos más baja.

El factor principal que los diferencia de los invernaderos tradicionales es un techo de vidrio diseñado para maximizar los beneficios del sol. Además, minimiza las necesidades de iluminación y los costos asociados con la electricidad. Los diseños híbridos avanzados tienen parámetros de control automatizados como sistemas de sombreado, sistemas de calefacción y filtración de aire de alta tecnología, y sensores para tomar datos ambientales en tiempo real y cambiar los factores ambientales para que coincidan con los que las plantas necesitan.

Estos valiosos datos significan una ventaja competitiva para lxs productores que buscan seguir siendo rentables.

El fundador y director ejecutivo Michael Sassano cree que algún día toda la industria de la marihuana pasará al invernadero híbrido. Así, reducirán los costos de producción y disminuir su contaminación y precios. De hecho, dice que los invernaderos híbridos serán la única solución posible.

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“Los cultivos más avanzados del momento son los invernaderos híbridos de circuito cerrado, que siguen los procedimientos GMP para vender legalmente a un mercado mundial”, dijo Sassano. “Los ahorros más simples son en gastos de estructura y en gastos de operación de luz natural. Negar el poder del sol es un absurdo. Los inversores rechazarán el modelo del presente y eventualmente forzarán el cambio”.

Verdadera agricultura vertical

Otro método de cultivo notable que lxs cultivadores de marihuana pueden adoptar es un sistema llamado true vertical. Éste consiste en mesas hidropónicas apiladas y con poca luz.

Las operaciones horizontales de cultivo en interiores son similares a los invernaderos tradicionales, pero pueden producir más cultivos a la vez. Sin embargo, estas estructuras necesitan extenderse sobre millones de metros cuadrados y todavía usan una inmensa cantidad de energía. También tienen fugas y dejan entrar aire no filtrado, polvo e insectos, lo que posibilita la contaminación.

El verdadero modelo vertical lleva la idea un paso más allá, al cultivar las plantas de cannabis en paredes de 10 metros de altura con sistemas de iluminación vertical entre las dos caras del follaje.

Un ejemplo de una empresa de cannabis que utiliza este método de cultivo es GrowEx. La compañía canadiense de tecnología de cultivo combinó este método con instalaciones de atmósfera climatizada y hermética al HVAC. Las mismas están diseñadas para permitir una sala de cultivo de marihuana libre de contaminación, impermeable a las plagas y beneficiosa para las cosechas.

La estructura del edificio y las salas de cultivo que utiliza la empresa se encuentran en entornos cerrados que brindan al productor un control completo sobre todos los aspectos del aire. Esto incluye todos los gases pertinentes, como CO2, O2, N2, etileno, etanol y, por supuesto, temperatura y humedad.

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Con este tipo de modelo vertical, la pérdida de cosecha es inferior al 1%. Además, la calidad es constante y potente en cada cosecha. Estas soluciones de cultivo utilizan hasta un 50% menos de energía, 20 veces menos agua, 10 veces menos tierra y 4 veces menos costos operativos en comparación con los procesos de cultivo estándar. GrowEx actualmente está expandiendo sus operaciones a los Estados Unidos y busca divulgar su propiedad intelectual a lxs participantes de los programas de equidad social del estado.

Chris Treville, cofundador de GrowEx, cree que el método que defiende eventualmente será extendido alrededor de toda la industria del cannabis.

“Las empresas que combinen todos esos elementos (sustentabilidad, rentabilidad y calidad) serán las que estarán en la mira; crecerán y liderarán el camino”, dijo. “Éstas no son empresas tradicionales de cultivo de marihuana en invernadero o al aire libre. El cultivo en interior completamente cerrado es la única forma de lograr simultáneamente una calidad constante, sustentabilidad, respeto al medio ambiente y rentabilidad“.

Aprovechando el poder del sol

El año pasado, Canndescent completó lo que, según ellxs, es la primera instalación de cultivo en interiores con energía solar a escala comercial de la industria de la marihuana, que denominó greendoor o “interior verde”.

Ubicado en Desert Hot Springs, California, el proyecto cuenta con más de 700 módulos solares para alimentar una instalación que reduce tanto carbono como lo hace anualmente un bosque de 174 hectáreas, al tiempo que baja las emisiones anuales de carbono atmosférico en 365 toneladas métricas (según NREL y estimaciones de la EPA).

La compañía espera que este proyecto proporcione un “modelo clave para la sustentabilidad en una industria en la que lxs cultivadores de exterior pagan por los recursos hídricos y lxs cultivadores de invernadero consumen aproximadamente el 1% de la electricidad producida en los Estados Unidos”.

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Buscando definir el proyecto, el CEO de Canndescent, Adrian Sedlin, explica que no sólo supera “las barreras de los cultivos tradicionales”, sino que también “se erige como una bandera política”.

En su opinión, el proyecto “armoniza los temas progresistas de la energía y la medicina alternativa con la empresa privada”, creando impacto social en una Zona de Oportunidades.

El director de cumplimiento de Canndescent, Tom DiGiovanni, agrega que el proyecto fue extremadamente difícil de llevar a cabo, “dadas las complejidades de la energía solar y la falta de sistemas bancarios que apoyen al cannabis”.

Pero, después de dos años de búsqueda, Canndescent encontró su socio en Palomar Solar.

Conclusión

Durante los primeros años de la industria legal de la marihuana, las empresas se centraron principalmente en capturar participación del mercado a través de la expansión, el espacio de cultivo, las licencias y la integración vertical.

El fin de la llamada “Era del Cannabis 1.0” trajo consigo un nuevo paradigma: uno orientado hacia la rentabilidad y la viabilidad a largo plazo.

Pero en un contexto de precios en descenso y mercados de capital restringidos, ¿podrán lxs cultivadores de cannabis operar de manera rentable mientras producen grandes cosechas de cannabis de manera sostenible? ¿O el elevado costo y el difícil acceso a las licencias están conduciendo a un mercado que prioriza los bajos costos y la optimización del espacio sobre el respeto al medio ambiente e incluso la calidad?

Hasta ahora, hemos visto mucho de esto último.

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Existen numerosas soluciones para lxs cultivadores innovadores que buscan cambiar sus viejas costumbres, así como para la próxima generación de cultivadores de cannabis. En definitiva, los métodos que se han utilizado hasta ahora son insostenibles, tanto económica como medioambientalmente. Esto se vuelve más obvio cada día, a medida que nos hundimos más en un mercado a la baja.

La industria tiende a centrarse en la concesión de licencias y las expectativas de lxs accionistas sobre calidad, coherencia, rentabilidad y sostenibilidad medioambiental. Todo eso está a punto de cambiar en la próxima década. Encontrar métodos de cultivo sostenibles es una de las claves del rompecabezas.

Natan Ponieman y Marian Venini contribuyeron a este informe.

Todas las imágenes del artículo son cortesía de las empresas.

Foto principal de Javier Hasse: operación de cultivo híbrido en las instalaciones de Avicanna en Colombia.

Vía Benzinga, traducido por El Planteo.