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Cultivo de Marihuana: Todo lo que Hay que Saber

Por Marian Venini

Cultivo de Marihuana: Todo lo que Hay que Saber

✍ 31 January, 2024 - 09:33


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Felizmente, la marihuana es legal en cada vez más lugares en el mundo. Ya en varios países la industria del cannabis legal está recaudando cifras exhuberantes.

Y todo esto resulta genial para las empresas, las economías de los países en cuestión, y para lxs pacientes de cannabis medicinal que no tienen otra forma de acceder a su medicina. Pero, ¿y el autocultivo?

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La legalidad del cultivo de marihuana es un poco más complicada y depende mucho de dónde vivas. Pero si tienes la oportunidad de cultivar, puede ser una excelente decisión. Por eso, si te interesa entrar en el maravilloso mundo del cultivo de marihuana, puedes leer esta guía introductoria para tomar una decisión informada.

Los tipos de plantas de cannabis

Primero, conviene informarse sobre los distintos tipos de plantas de cannabis. Éstas se dividen tradicionalmente en índica, sativa e híbrida. Hoy en día se discute la validez de estos términos, ya que el proceso de hibridación se ha extendido tanto que es difícil encontrar una planta puramente índica o sativa. Sin embargo, estas clasificaciones resultan útiles a la hora de distinguir rasgos específicos de las plantas.

Por caso, las cepas índicas suelen ser más cortas y con hojas más anchas. Sus ciclos de floración son más rápidos, y se adaptan mejor a climas más fríos, con estaciones cortas.

En contraste, las plantas de cannabis sativa son más altas y de hojas más delgadas. Sus ciclos de floración son más largos y tardan en madurar más que las índicas.

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Como ya hemos mencionado, la mayoría de las plantas de cannabis hoy en día son algún tipo de híbrida. Surgen de las mezclas realizadas por el ser humano, y sus características dependerán de su genealogía particular y de la intención de sus cultivadores.

Ya que la dicotomía índica vs. sativa ha quedado un poco obsoleta, conviene fijarse en otros factores a la hora de elegir qué planta cultivar. Hoy en día, se estila clasificar las plantas en tres tipos, según su proporción de THC y CBD. Las de Tipo I tienen un alto contenido de THC, las de Tipo II tienen una proporción equilibrada de THC y CBD y las de Tipo III tienen más CBD. Puedes elegir el tipo más acorde a tus necesidades.

Además, el perfil de terpenos de cada variedad juega un gran papel en los efectos y en la experiencia de consumir la planta. Investiga sobre los terpenos para obtener una cosecha perfecta para tu gusto personal. Aquí te dejamos un par de artículos para paliar tu curiosidad.

Los tipos de semillas de marihuana

Otro factor muy importante a tener en cuenta cuando quieres cultivar tu propio cannabis es el tipo de semillas que utilizarás.

Quizás algún amigx te ha dado semillas normales, o las has conseguido de otra planta, y puedes cultivar con éstas. Sin embargo, algunas de esas semillas producirán inevitablemente plantas macho, que te verás obligadx a matar para proteger el resto de tu cosecha y la de tus vecinxs.

Por eso, la abrumadora mayoría de las semillas que puedes encontrar en el mercado están feminizadas. Éstas son creadas por cultivadores con técnicas particulares, y si bien suelen crecer con menor altura que las semillas naturales, está casi garantizado que generarán plantas hembra. Además, si no cuentas con mucho espacio, su baja altura puede representar una ventaja.

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Por otro lado, tenemos las semillas autoflorecientes. También suelen ser feminizadas, y se suele referir a éstas como autofem. Como explicaremos más adelante, la etapa de floración de las plantas se ve detonada por cambios en la luz solar (de hecho puedes inducir la floración si cultivas en indoor).

Sin embargo, esto no es necesario con las semillas autoflorecientes: su crecimiento no responde a los cambios de luz (es decir, no son fotoperiódicas), sino que responden a su propio reloj biológico. Esto significa que comenzarán a florecer aproximadamente al mes de germinar. Este tipo de semillas es ideal para quienes buscan tener muchas cosechas rápidas al año.

Cultivo de marihuana: ¿outdoor o indoor?

Ahora que sabes qué tipo de planta vas a cultivar y con qué semillas, tienes que tomar otra decisión. Tanto el cultivo en exterior (outdoor) como el de interior (indoor) tienen sus ventajas y desventajas, y tu decisión dependerá mucho de tus posibilidades particulares, como dónde vives y de cuánto presupuesto dispones. Aquí te damos un pantallazo de ambas opciones para que tomes el camino más conveniente.

Cultivo de marihuana: Cannabis cultivado al aire libre

Para cultivar marihuana al aire libre necesitarás un jardín, patio o terraza con luz solar directa. Lo bueno de este método de cultivo es que no necesitas mucha infraestructura, más que los elementos típicos de jardinería. Las plantas pueden crecer libremente y no necesitas estar pendiente de tantos valores como en el cultivo en interiores.

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Foto por Matteo Paganelli vía Unsplash

Sin embargo, este método implica un par de riesgos. Por un lado, los factores climáticos impredecibles pueden dañar tus plantas, además de los parásitos o plagas que abundan en el exterior. Asimismo, corres el riesgo de que sean polinizadas por machos de cultivos cercanos (por favor, deshazte de tus plantas macho para no contaminar cultivos ajenos).

También tienes que asegurarte de contar con los permisos necesarios para cultivar y de estar haciéndolo conforme a las regulaciones, para no tener problemas con la ley. Otro riesgo, desgraciadamente cada vez más común, es que te roben tus plantas que cultivaste con tanto amor.

Cultivo de marihuana: Cannabis cultivado en indoor

Muchas personas prefieren el cultivo en interiores, y hasta consideran que con este método se logra una calidad superior de las plantas. Ciertamente, puedes conseguir un mayor rendimiento de tu cosecha, pero para esto debes tener muchas consideraciones.

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La construcción y manutención de un indoor requieren una gran cantidad de tiempo, energía y dinero. Existen varias maneras de encararlo, pero todas tienen varias características en común, como las paredes de material refractante y las luces. Cada factor debe ser minuciosamente controlado: debes medir la temperatura, humedad y pH con dispositivos especiales, y mantener el flujo de aire con ventiladores y coolers. La iluminación dentro del indoor es una decisión muy importante y depende de muchísimos factores. De más está decir que todo esto implica un gasto inicial y mensual importante.

Cultivo de marihuana: Otros métodos

Con los avances tecnológicos, ya no todo es tan simple como outdoor vs. indoor. Existen varios métodos que, si bien caen en una de estas dos categorías, tienen particularidades muy especiales y pueden representar una opción interesante según tu conveniencia.

El cultivo hidropónico, por ejemplo, consiste en el cultivo de marihuana en una solución de agua rica en nutrientes en lugar de tierra. Se realiza en interiores, pero la infraestructura necesaria es bastante atípica y necesita de conocimientos más avanzados. Lee este artículo en el que detallamos todo sobre la hidroponía para saber si es el método de cultivo adecuado para ti.

También existen los invernaderos, que casi pueden considerarse como un híbrido entre cultivo de exterior e interior. Consisten en estructuras con paredes transparentes y sistemas de calefacción controlados artificialmente para proveer condiciones ideales de crecimiento. En ellos puedes cultivar directamente en la tierra o macetas, aprovechando la luz solar, pero también puedes realizar cultivos hidropónicos.

Por último, puedes elegir entre otros medios de cultivo además de la tierra. La hidroponía es uno de ellos, pero también puedes investigar otras opciones, como la lana de roca, el coco coir (fibra de coco) o la perlita.

Nutrientes y fertilizantes

En cada fase de crecimiento, tu planta necesitará distintos nutrientes en un equilibrio específico. Si bien hay muchas personas que eligen no utilizar suplementos (recordemos que la marihuana es, después de todo, una planta que crece en la naturaleza sin intervención humana), puede ser conveniente acudir a ellos.

De hecho, a veces la planta misma te pedirá nutrientes. En este artículo puedes consultar cómo identificar si a tu planta de marihuana le faltan o le sobran nutrientes específicos.

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Los nutrientes básicos se conocen con la sigla NPK: nitrógeno, fósforo y potasio, según sus símbolos químicos. Cada etapa de crecimiento requerirá una proporción distinta de estos elementos. Así, si compras un fertilizante en un growshop, te encontrarás con números en la etiqueta que indican el porcentaje de cada nutriente, y deberás cambiar el fertilizante acorde al crecimiento de tu planta. Por ejemplo, un NPK 9-5-8 tendrá un 9% de nitrógeno, 5% de fósforo y 8% de potasio.

Hay una amplia variedad de nutrientes y fertilizantes en el mercado. Recomendamos siempre utilizar los productos más naturales dentro de lo posible. Por caso, puedes utilizar guano de murciélago.

Es más: existen algunos que puedes hacer tú mismx. Por ejemplo, puedes hacer tu propio compost, enraizante casero de lentejas, té de banana o regar tus plantas con sangre menstrual.

Cuándo plantar

Una última consideración antes de lanzarte a la gran expreiencia de cultivo de marihuana: ¿cúando conviene comenzar?

En primer lugar, esto dependerá de qué método de cultivo has elegido y dónde vives.

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Si optas por cultivar en indoor, cualquier época del año es indicada para comenzar a plantar. Pero te damos un pequeño consejo: quizás no quieras cultivar en los meses de más calor, ya que la temperatura dentro del indoor subirá considerablemente y te será más difícil regularla.

Foto por Chris Jay vía Pixabay

Si optas por cultivar en exterior, conviene respetar el ciclo natural de la planta. Esto implica comenzar a germinar cerca del equinoccio de primavera (tercera semana de septiembre en el hemisferio sur, tercera semana de marzo en el hemisferio norte). Así, la planta crecerá durante el verano y podrás cosechar cerca del equinoccio de otoño, seis meses después.

Las fases del ciclo de cultivo

Ahora sí, podemos comenzar con el cultivo propiamente dicho. El ciclo de cultivo de marihuana comprende cuatro fases: la germinación, la plántula, el crecimiento y la floración. Reconocerlas y actuar en base a las necesidades de la planta en cada fase particular es absolutamente vital. A continuación te dejamos información sobre cada una.

Germinación

El primer paso para cultivar es la germinación. Ésta implica hacer que las semillas comiencen a crecer, y existen varios métodos.

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Una de las técnicas más utilizadas es la llamada coloquialmente método ovni. Consta en envolver tus semillas en una servilleta de papel húmeda (no mojada) sobre un plato, cubrirlas con otro plato y guardar en un lugar oscuro y cálido, como un armario. Míralas una vez por día (cuidando no exponerlas mucho a la luz) y vuelve a humedecer la servilleta hasta que las colas que salen de las semillas tengan unos centímetros de largo.

También puedes enterrarlas directamente en la tierra, a un par de centímetros de la superficie, y humedecerla periódicamente, con mucho cuidado de no ahogar las semillas. Para esto recomendamos un pulverizador de agua.

La germinación generalmente tarda de uno a siete días en ocurrir, pero puede extenderse hasta casi dos semanas, así que no te desanimes si tus semillas no crecen rápido.

Plántula

La semilla germinada se denomina plántula. Ya puedes trasplantarla a la tierra u otro medio cuando se ve lo suficientemente fuerte y la raíz ya ha alcanzado varios centímetros de largo. En esta fase, la planta comienza a desarrollar sus hojas. Al principio, tienen sólo dos cotiledones, pero comenzarán pronto a desarrollar más hojas, que tendrán cada vez más folíolos o “dedos”.

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Foto por solguerraa vía Pixabay

Es muy importante no ahogar a la planta en esta fase: las plántulas son tremendamente frágiles. Por esta razón, también deberás cuidarlas de factores climáticos extremos, como vientos fuertes o animales, si estás cultivando en exterior.

Esta etapa suele durar entre dos y tres semanas. Su fin está marcado por el crecimiento de hojas completas, con 5 o 7 folíolos.

Crecimiento

La fase de crecimiento o vegetativa es una parte muy importante del cultivo. Su duración dependerá de la variedad de cannabis en cuestión, pero suele comprender entre 3 y 16 semanas. Si tu plántula estaba en una maceta pequeña, éste es el momento de transplantarla.

Además, si planeas entrenar o podar tus plantas, tienes que comenzar a hacerlo ahora. También puedes agregar fertilizantes y nutrientes a la tierra apropiados para esta fase. Los fertilizantes ricos en nitrógeno, por ejemplo, son adecuados para la etapa vegetativa.

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Si estás cultivando en interior, recuerda que la exposición a la luz en esta etapa tiene que ser de 18 horas al día. Mientras más luz le des, más crecerá. También tendrás que controlar los niveles de humedad (mayor a un 40%) y temperatura (de 20°C a 30°C).

Esta etapa es también cuando las plantas sexan; es decir, donde se define si serán machos o hembras. Elimina rápidamente las plantas macho para que no polinicen a tus hembras y arruinen tu cultivo o el de tus vecinxs. En este artículo te explicamos cómo distinguir el sexo de tus plantas.

Floración

La etapa de floración es la última y la más larga (de 8 a 11 semanas). Se desencadena cuando las plantas reciben menos luz solar, al acortarse los días. Si estás cultivando en indoor, tendrás que inducir la floración, acortando el período de exposición a la luz a 12 horas por día.

La mayoría de lxs cultivadores recomienda no continuar podando las plantas en esta etapa. Además, cambiarán sus necesidades nutricionales, siendo el fósforo más apropiado.

Para este entonces ya se habrán desarrollado los cogollos en tus plantas hembras. Estos aumentarán de tamaño y, a su vez, producirán tricomas, que al principio tienen un color transparente y se vuelven cada vez más blancos al madurar. Cuando los tricomas están completamente blancos, éste es el momento de cosechar tus plantas.

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Foto por Ryan Lange vía Unsplash

Además, puedes darte cuenta de que es hora de cosechar cuando las hojas comienzan a volverse amarillentas y por lo menos la mitad de los pistilos de las flores (que comienzan siendo blancos) toman un color marrón o anaranjado.

Hay cultivadores que deciden adelantar o retrasar la cosecha dependiendo de su criterio personal. Los efectos de la marihuana cosechada cambian en consecuencia. Si cultivas varias veces, podrás eventualmente desarrollar un criterio propio y actuar de la manera que sientas más adecuada.

Cosecha

Existen varias maneras de cosechar cannabis. Muchxs cultivadores optan por cortar directamente el tallo principal, mientras que otrxs cortan rama por rama.

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También puedes aprovechar este momento para realizar una manicura (es decir, un recorte de las hojas). Esto hará que el secado sea más rápido (ya que las hojas son fuentes de humedad), requerirás menos espacio de almacenamiento, y los cogollos se verán más lindos al finalizar el curado. Lo que sí, es un proceso en el que los tricomas harán que todo lo que toques sea pegajoso, así que prepárate para eso.

Sin embargo, hay cultivadores que realizan la manicura luego del secado. No tendrás que preocuparte por manos y herramientas pegajosas, pero el proceso de secado durará más tiempo. Además, los cogollos son más frágiles luego de secarse, por lo cual debes manipularlos con mayor cuidado.

Secado

Ahora sí, está todo listo para secar tus plantas. Para esto necesitarás colocarlas en un lugar seco y oscuro, como un armario, donde puedas colgarlas al revés. Si cortaste ramas individuales, quizás sea muy difícil colgarlas una por una, por lo que deberás ponerlas sobre rejillas.

La temperatura debería oscilar entre los 15,5°C y los 21°C; y la humedad no debe superar el 55%. Poner un ventilador dentro del armario es una muy buena decisión. Lo ideal es que pueda correr un mínimo de aire dentro del armario, para que no proliferen hongos. Ten cuidado con que la planta toque lo menos posible las paredes del armario.

Foto por Terre di Cannabis vía Unsplash

Este proceso puede durar desde un par de días hasta varias semanas. Para verificar si tus plantas están listas, puedes probar doblando una rama: si se dobla, espera un poco más; si se rompe en seco, tu planta está lista para ser curada.

Curado

El curado es una etapa muy importante del proceso de cultivo de marihuana, que lxs cultivadores sin experiencia suelen ignorar. Sirve para preservar mejor los sabores y aromas de los terpenos, además de prevenir la proliferación de moho.

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Para curar tu marihuana, pon los cogollos en frascos de vidrio de boca ancha (los de mermelada son un clásico). No llenes los frascos hasta el tope: deja entre un tercio y un cuarto de frasco libre. Luego, almacénalos en un lugar fresco y oscuro, y ábrelos todos los días, chequeando si hay moho en tus cogollos. Este proceso puede durar de dos a ocho semanas.

Si sigues estos consejos, lo más probable es que termines con una maravillosa cosecha de marihuana para acompañarte un buen rato, y para compartir con tus amigxs.

Publicación original: mayo 2021

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ACERCA DEL AUTOR

Marian es la directora editorial de El Planteo. Además del trabajo de escritura, traducción y edición, maneja todo el contenido de nuestrxs colaboradores.

Ha sido publicada en varios medios, como Benzinga Cannabis, High Times, Yahoo y Forbes. También acaba de lanzar su propio proyecto en YouTube.

Cuando no está haciendo todo eso, toca el piano y el bandoneón, escribe poesía, dibuja y hace origamis.

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