Rebobinar Para Avanzar: Futbolista Costarricense Rodney Wallace Comparte su Historia con el Cannabis

Por El Planteo

Rebobinar Para Avanzar: Futbolista Costarricense Rodney Wallace Comparte su Historia con el Cannabis

En el apogeo de su carrera, su salud mental y física se deterioró… pero encontró una salida.

Hoy ha vuelto a conectarse consigo mismo y con las personas que ama, así como con su misión en la vida: “poder ayudar al mundo”. Y su forma de hacerlo es a través de su nueva marca de CBD, Rewind.

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Durante una larga y placentera conversación con Wallace, nos contó todo sobre su relación con el cannabis, los momentos oscuros por los que pasó y los buenos momentos por los que está pasando ahora.

Rebobinemos

¿Cómo llegó Rodney al buen lugar donde se encuentra ahora?

¿Cómo se convierte un jugador de fútbol profesional de Costa Rica en un exitoso empresario de CBD en la ciudad de Nueva York?

Bueno, resulta que el cannabis ha sido durante mucho tiempo una gran parte de su vida, de una forma u otra.

La relación de Rodney con la marihuana comenzó cuando era bastante joven. Sus padres se mudaron de Costa Rica a los Estados Unidos cuando tenía ocho años.

La cultura era ampliamente diferente, pero el cambio fue positivo, según mencionó. “Estoy agradecido de que mis padres se arriesgaran a venir a los Estados Unidos para mejorar nuestras vidas”, dijo sobre el tema. “Así que les agradezco”.

Para cuando llegó a Estados Unidos, ya sabía que el cannabis existía… y que era malo. “La marihuana es vista como una ‘droga mala’. En varios países de América del Sur y Central, la marihuana se percibe negativamente”, dijo.

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Cuando tenía doce años ya sabía que las personas que lo rodeaban fumaban marihuana. Así que la probó.

“Fue, creo, en el verano antes de entrar al octavo grado. Recuerdo la sensación de estar drogado, pero pensé, wow, la gente hace tanto escándalo por esto. Y no es para tanto. De hecho, la estoy pasando bárbaro”.

En ese momento ya estaba destacándose en el fútbol y muy concentrado en jugar, además de sacarse buenas notas. Así que no vio el daño en relajarse un poco, de vez en cuando, incluso consciente de que sus amigos y él probablemente no deberían estar fumando a una edad tan joven: “Me sentía como: ‘OK, sabes qué, ¿por qué no?’. No lo estaba haciendo de manera irresponsable. No lo veíamos como algo negativo”.

En cuanto al consumo responsable, Wallace dejó muy en claro que no dependía en absoluto del cannabis: “Podía controlarlo. Entonces, cada vez que tenía que ir y hacer algo en lo que necesitaba concentrarme, por ejemplo, cada vez que necesitaba ir a la práctica de fútbol, ​​pensaba: ‘Sabes qué, no puedo hacer esto porque no quiero que afecte mi juego. No quiero que esto sea algo que vaya a cambiar mi rendimiento’… Pero cuando llegaba el momento de desconectarme y relajarme y pasar un buen rato con el resto de mis pares… Eso para mí no era problema. Estaba bien. Era divertido. Al final del día, no me arrepiento. Me alegro de haber pasado por todas estas experiencias cuando era niño“.

Y luego, la universidad. Con un sueño hecho realidad y una beca para jugar en la Universidad de Maryland, no podría arriesgarse a la posibilidad de obtener un mal resultado en una prueba de drogas; así que simplemente se volvió más inteligente.

Rodney dice que nunca falló una prueba de drogas, a pesar de consumir activamente marihuana. De acuerdo, esto no es algo que podía decirle a muchas personas en ese momento (o ahora, para el caso); pero decidió compartirlo de todos modos.

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Él señaló que no estaba consumiendo ningún otro tipo de “drogas más pesadas”, incluso con otras personas jurando por ellas. “Algunas personas decían que en realidad las mejoraba, pero para mí, yo no podía. No podía hacerlo. No podía correr ese riesgo”.

Entonces hicimos la pregunta obvia: ¿dejó de consumir cannabis cuando comenzó a jugar profesionalmente, o en algún momento durante el transcurso de su carrera?

Sorprendentemente, la respuesta fue negativa.

Rodney sabía exactamente cuándo fumar y cuándo no fumar… incluso con la persistente sensación de que no debería tener la necesidad ocultarlo. “¿Cómo puede ser esto? ¿Cómo podemos meternos en problemas por hacer esto?”, se preguntaba a menudo. “Para mí, es tan… tan natural”, dijo.

Pero así y todo, la necesidad de calcular su consumo de cannabis creció aún más, al igual que su conocimiento de sus diferentes cepas, métodos de administración y propiedades medicinales.

Subiendo de nivel

Con un mejor ingreso vino una mejor calidad de marihuana, y con los altos requisitos físicos del mundo del fútbol profesional surgió la necesidad de cuidar sus pulmones.

Ahora sabía que no era necesario fumar marihuana para disfrutarla. Las condiciones de algunas personas les impiden inhalar, por lo que se han desarrollado muchos otros métodos de ingesta para ellas. Wallace estaba asombrado por esto, y expresó su fascinación por la creatividad que rodea al cannabis y sus beneficios para la salud: “Salva vidas. Por lo tanto, las personas, las empresas y las fábricas se están volviendo tan creativas sobre cómo administrarla a lxs pacientes. Es increíble.”

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Pero toda esta investigación lo llevó, en sus propias palabras, a “medicarse a sí mismo”.

Como sabemos, la línea entre el uso medicinal y el uso recreativo es borrosa en el mejor de los casos: aparte de lxs usuarixs medicinales oficiales que tratan dolencias muy graves, hay muchas personas vistas como ‘usuarixs recreativxs’ que en realidad están tratando afecciones como ansiedad, insomnio o dolor. Entonces comenzó a medicarse, porque el estigma que rodeaba al cannabis y su condición de jugador de fútbol no le dejaban exactamente otra opción… o eso pensaba en ese momento.

“Tenía dolor físico en mis huesos, en mis músculos, de jugar todos los días. Y no se me permite usarlo (al cannabis), incluso si ayuda a la gente… No me estaba rebelando de ninguna manera, pero me estaba justificando a mí mismo, a pesar de que estaba en contra de las reglas.”

Mirando hacia atrás, Wallace se ríe de sus decisiones en ese momento: “Realmente pensé que tenía todo bajo control, que era ‘mi propio médico'”.

Reconoció que a veces, como joven profesional, estaba tomando algunas decisiones tontas, y las personas a su alrededor no lo sabían. Y esa es la marca de una persona inteligente que toma decisiones tontas, ¿no? La gente simplemente no se da cuenta.

Pausa

La automedicación con marihuana no tuvo un impacto negativo en la salud o la vida de Rodney. Sin embargo, la creencia que surgió de esta práctica, todo el mantra de ‘soy mi propio médico’, ciertamente lo tuvo.

Especialmente combinado con el brutal estilo de vida que se requiere de lxs atletas en el campo deportivo profesional.

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Como se mencionó anteriormente, la vida de unx atleta profesional puede afectar enormemente al cuerpo y a la mente, y Wallace no fue la excepción. Desde una cirugía de rodilla, hasta una pierna rota, hasta un desgarro muscular: los tuvo todos. Y todas y cada una de las lesiones venían con una prescripción de analgésicos haciendo juego, o una inyección de cortisona “para que no sientas el dolor antes de un juego”.

Reflexionó sobre lo horrible de esa práctica, diciendo que es “bastante asqueroso si lo piensas. Estás jugando con un músculo desgarrado… no puedes sentirlo, así que lo empeoras“. Luego explicó que lo que sucede es que, como todo el mundo lo hace, te hacen creer que es lo correcto. Si quieres ser un atleta profesional, tienes que soportar el dolor y ofrecer resultados consistentemente. Esa es toda la filosofía. No es como si te dejaran comportarte de manera diferente. ‘Sin dolor no hay ganancia’, ¿no?

No, no debería ser así. “Tu trabajo es estar en el campo, y tu trabajo es desempeñarte. Tu trabajo es marcar goles o formar la defensa”. La presión era insoportable, pero él no podía dejar que se supiera. Y a pesar de que te dicen que tienes el control de tu propio cuerpo, “en realidad, no lo tienes”, aseguró Wallace. “Te están dando lo que sea que necesiten darte para que juegues y para que tengas éxito si eres un jugador del cual el equipo depende”.

Claro, como él.

Entonces, siempre que se ganen los juegos y haya resultados, los superiores seguirán contentos. “Pero para que eso suceda”, explicó Rodney, “estás medicando a tus jugadores. Los estás haciendo no sentir algunos dolores, los estás adormeciendo”. Así, cuando se necesitan cirugías, también se necesitan analgésicos, “pero luego de un tiempo los analgésicos realmente no funcionan”.

Así que mientras se acumulan las lesiones a medio tratar, también se acumulan los analgésicos. Para cuando te quieres dar cuenta, tienes una gran variedad de pastillas que puedes tomar… tienes opciones.

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Cabe señalar que todo esto sucedía en uno de los mejores momentos de la carrera de este atleta.

Explicó su razonamiento de ese momento, que lamentablemente es compartido por muchas personas con ocupaciones de alta presión: “Comenzó a ser algo mental, donde era como ‘OK, odio la sensación de estar herido y no quiero lidiar con eso’. Entonces, ¿qué hago? Tomo lo que sea que me haga sentir bien, lo que sea que me haga pensar que me siento mejor… y tomamos más de lo que se supone que deberíamos“.

No sólo desaparecía el dolor de la lesión, sino también la ansiedad de ser reemplazado por esa misma lesión. El miedo al futuro, a lo que pueda pasar, se iba completamente. Más aún al comenzar a mejorar físicamente, por el tratamiento que estaba recibiendo (no por las drogas que le daban). Así que se tranquilizaba a sí mismo, con la lógica de que “volveré a jugar pronto, así que estaré bien… Ahora soy más responsable al respecto. Dejaré las pastillas y luego volveré directo a la marihuana”.

Pero no mejoró cuando volvió a la cancha. No: el único cambio fue en la lógica de las excusas con las que se convencía a sí mismo: “Esto es lo que se siente ser un profesional, así es como debe ser… Puedo ir a practicar dado vuelta y estaré bien, porque ya lo he hecho”.

No sería el primero en engañarse a sí mismo pensando ‘está bien, tengo todo bajo control, sé lo que estoy haciendo’ en esta situación, y lamentablemente no será el último.

Y así comenzó un círculo vicioso y oscuro, donde Wallace se automedicaba para el dolor y usaba cannabis en un “intento de controlar ese otro tipo de automedicación”. Admitió que esto condujo a un uso excesivo e irresponsable de la planta. Tampoco era divertido, ya no: “Ahora se convirtió en algo más, en algo para ocultar otro sentimiento u otra droga. Así que no lo estoy usando de manera responsable, y básicamente no estoy usando nada de manera responsable”.

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Pongan la necesidad de pastillas para dormir (aparentemente bastante común entre lxs atletas) encima de eso, ¿y qué obtenemos? Así es, una espiral fuera de control del que Rodney tuvo la suerte de salir vivo.

“Me convertí en una persona que no me gustaba en absoluto”, compartió. “Crecí viendo a miembros de la familia alcohólicxs, así que pensaba que estaba bien superar ciertos límites. ‘Estoy haciendo todo esto, así que debe estar en mi sangre’. Vicios en general, no sólo alcohol”.

A esta altura, ya ni siquiera consumía cannabis. Una vez más, todo esto sucedió en uno de los mejores años de su carrera, en marcado contraste con uno de los peores momentos de su vida personal: “Odiaba quien era, pero era tan bueno en la cancha”, dijo. “Hasta se sentía bien, un poco; como si fuera dos personas”. Hasta que dejó de sentirse así.

Fue entonces cuando tocó fondo. “Supongo que soy esto”, se decía. “Soy un monstruo.”

Pero no lo era; no realmente. Porque los monstruos no aprenden. Y él claramente lo hizo. Podía observar cómo se estaba viendo afectada toda su vida fuera de la cancha, cómo no estaba realmente presente, o siendo responsable con su familia, cómo no podía seguir viviendo de esa manera, físicamente.

Entonces, ¿qué hizo?

Cambió. No mucha gente puede hacer eso.

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Sabía que tenía que tomar algunas decisiones: “Necesitaba entender qué estaba pasando conmigo, qué era importante para mí. Lo que valoro. ¿Valoro mi vida? ¿Valoro a mi familia o simplemente no me importa? Estaba en un punto donde estaba siendo bendecido. Me di cuenta de que necesitaba cambiar mi vida“.

Así que lo hizo.

Avanzando

En diciembre del 2016, Rodney se registró en una clínica de rehabilitación en Malibú. “La mejor decisión que tomé en mi vida”, afirmó. “Ese es otro tabú: la gente no lo sabe, pero estás invirtiendo en ti mismx. La herramienta más grande que podría haber usado”.

Dijo que, a pesar de haber permanecido allí durante casi dos meses, no quería irse: así de bien le estaba yendo. Incluso nombró a su hija Malibu, en homenaje al tiempo que pasó allí, que le salvó la vida.

Después de su estancia allí, ya no se sentía dominado por pastillas, la bebida, o los sentimientos. Se sentía con control, por fin. “Me fui siendo una persona completamente diferente. Era la persona que siempre había querido ser y la persona que sabía que tenía dentro de mí. Era yo, pero superior, de la mejor manera posible. Sólo me hizo mejor”.

Rodney enfatizó repetidamente durante nuestra conversación el increíble sistema de apoyo que tuvo durante este tiempo. Su esposa, su familia y sus amigos fueron una gran parte de su recuperación, y fue en parte para ellos que hizo este cambio. Su objetivo ahora es “ser capaz de ser (su) mejor versión: mejor padre, esposo, hermano, hijo. Dar lo mejor de mí a todxs es lo que me impulsa, poder decir ‘estoy mejorando tu día, así de bueno soy'”.

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Sabemos que, a esta altura, probablemente estés confundidx.

Este tipo fue a rehabilitación, y aquí te contamos que fue y fundó una marca de CBD, entre todas las cosas.

¿No es eso una contradicción?

Bueno, resulta que no, no lo es. Le preguntamos a Wallace cómo cambió su relación con la marihuana después de ir a rehabilitación. Dijo que no tenía ningún mal sentimiento hacia el cannabis. “No era malo: yo lo estaba usando mal”, explicó.

Avancemos rápidamente hasta el 2017. Las cosas estaban mejorando para Rodney. Acababa de firmar con el New York City FC, estaba limpio y con la intención de participar en el equipo de Costa Rica para la Copa Mundial de la FIFA 2018. El futuro era, sin lugar a dudas, brillante.

Hasta que comenzó a sentir un dolor en la cadera tan horrible que tuvo miedo de no poder caminar, y mucho menos jugar, otra vez. Ni siquiera podía jugar con su propia hija.

Volvió a tomar pastillas recetadas para el dolor, porque no era como si tuviera muchas opciones, pero las usó responsablemente y le ayudaron.

También se sometió a inyecciones de PRP.

Las inyecciones de PRP, o terapia de plasma rica en plaquetas, funcionan mediante la extracción de plaquetas (las células con mayor capacidad para la regeneración de tejidos) dentro de la sangre de lx paciente, separándolas por centrifugación. Luego se concentran y se reinyectan en cualquier área del cuerpo de lx paciente que necesite tratamiento. Esto acelera la curación y hace maravillas en la regeneración de tejidos, o al menos eso es lo que afirman muchxs médicxs de renombre. También implica el uso de agujas, que varían en tamaño dependiendo del uso necesario. En el caso de Rodney, estas eran agujas muy, muy grandes. Así que, para sorpresa de nadie, el procedimiento era muy, muy doloroso.

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Aquí es donde entra en juego su esposa, Haley, con una botella de CBD y un montón de investigaciones haciendo juego. Descubrieron que el CBD no solo es un compuesto antiinflamatorio utilizado para tratar el dolor y la ansiedad, sino que también es natural y no psicoactivo. Entonces Rodney decidió probarlo en su cadera… y su dolor se alivió significativamente: “Me sentía como yo mismo otra vez. Cuando estás herido y dolorido, todo lo que piensas es en volver a casa”.

Entonces comenzó a tomar CBD como parte de su rutina. Además de su cadera, se masajeaba las rodillas o la espalda con él y se sentía mucho mejor. Antes de acostarse, tomaba la tintura y se despertaba sintiéndose genial. También llevaba la medicina al vestuario, pero allí se veía obligado a ocultarla. “Esto parece infantil”, pensaba. “Que estoy ocultando algo que es tan bueno para mí, que se supone que es legal”. Ciertamente lo es.

En esta etapa estaba en el pináculo de su carrera, sin intención de renunciar pronto. Su sueño de estar en el equipo nacional para Costa Rica se hizo realidad. Era todo para él. “Pero debido al dolor sabía que no me quedaban muchos años”, dijo. “Pero con CBD tal vez podría quedarme más años”.

Aunque había un problema: la botella afirmaba que su contenido tenía un 0,3% de THC. ¿Esa pequeña cantidad iba a aparecer en una prueba de drogas? ¿Era este un riesgo del que tenía que preocuparse? También comenzó a notar un poco de efecto ‘colocado’, junto con un ligero caso de bajón. Además, la tintura tenía un sabor horrible, como “cera, aceite de bebé, petróleo y plantas de marihuana mezclados. Asqueroso”. Así que comenzó a tomar cápsulas de gel blando, que eran mucho mejores, pero con una tendencia a derretirse en la botella en la que venían. Funcionaban, pero no eran perfectas.

Entonces Wallace decidió hacerlas perfectas. Alguien le dijo que hiciera su propio extracto de CBD, por lo que siguió pensando y hablando de ello con su esposa, hasta que decidió hacerlo.

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Para cuando llegó el 2018, ya estaba investigando diferentes laboratorios, buscando hacer un producto sin absolutamente nada de THC. No iba a tomar ningún riesgo, y tampoco quería que sus potenciales clientes lo hicieran: “Quiero que esté en cada vestuario, para que lo use cada jugadorx, y quiero que sientan lo que yo sentí”.

Fue entonces cuando nació Rewind.

Su objetivo es que lxs atletas puedan rendir mejor debido a la falta de dolor, pero sin los terribles efectos secundarios que experimentó con los analgésicos. El CBD simplemente funciona de manera diferente: si se lo aplica tópicamente, funciona en esa área, y en un formato comestible o de aceite, se hace cargo de todo el sistema neural. Pero explicó que la diferencia es que “tienes el control, estás en tu zona… Utilizamos el mejor CBD que podría haber tomado o puesto en mi cuerpo”.

Rodney es muy consciente del estigma injustificado que persiste con respecto al CBD. Con respecto a eso, aseguró que no le “importa lo que la gente pueda pensar sobre cualquier cosa que yo haga. Estoy haciendo esto por las razones correctas“.

Y cuáles son esas razones, pueden preguntarse. “Devolverle el favor al juego”, proporcionó con orgullo. “El juego dio mucho, y por un tiempo no pude devolverle nada debido a mi estado mental. Y ahora ésta es mi forma de retribuir al juego. Pero no sólo para el juego, también para aquellxs que podrían estar pasando por la misma situación que yo. Para las personas en general… voy a hacer algo mejor, a cambiar la vida de las personas“.

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Así que ese es el corazón del asunto, en realidad. Terminó nuestra conversación con un hermoso sentimiento, afirmando que “la idea de Rewind surgió de mejorar el juego, mejorar a lxs atletas y mejorar la vida de las personas en general, porque sabía que no era sólo para atletas. Poder ayudar al resto del mundo, esa es una misión para mí. Quería dejar un legado para mis hijas. Eso es algo de lo que mi esposa Haley y yo hablamos mucho. Lo que sea que estemos haciendo, lo estamos haciendo por ellas. Nuestras intenciones son puras. Cualquier cosa que hagamos, se siente grande, que tiene un impacto”.

Sin lugar a dudas, lo es.

Vía Forbes, traducido por El Planteo.

Fotos de cortesía.