El Reino del Revés: Para Bolsonaro, la Marihuana Produce Homicidios… y las Armas No

A esta altura, la desinformación por parte de los sectores más conservadores en materia de drogas ya es moneda corriente. Ahora, la última adición en la creciente cadena de disparates viene de la mano de Jair Bolsonaro, presidente de Brasil conocido por sus posturas retrógradas en varios frentes, desde políticas de drogas y económicas hasta derechos de las mujeres y personas LGBT y racializadas.

Durante una transmisión en vivo la semana pasada, el (quizás pronto ex) presidente afirmó que la marihuana conduce a un aumento de las tasas de homicidio, según reportó SmokeBuddies.

“Cuando hablamos de drogas, sabemos que conducen a la violencia. Tenemos a Uruguay que hace unos años legalizó la marihuana. Estamos viendo el reflejo en la explosión del número de homicidios, en gran parte como consecuencia de la marihuana“, declaró Bolsonaro.

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¿Presentó Bolsonaro alguna fuente para respaldar estas afirmaciones sobre la marihuana? ¿Algún estudio, dato u opinión profesional? La respuesta no les sorprenderá: claro que no.

Asimismo, el mandatario de ultraderecha despotricó contra la izquierda y la legalización de las drogas en general: “Sabemos que esta gente de la izquierda, casi todos están a favor de la liberación de las drogas. El mensaje que damos es que liberar la droga no lleva a ninguna parte, va a alimentar un sistema que lleva a más violencia, va a llevar a otros males… la tendencia es que ese país entre en desgracia“.

También intentó argumentar que el cannabis es más propenso a causar accidentes de tráfico, al reducir la velocidad de reacción en quien conduce. De primera, ésta parece hipótesis válida, si no fuera por los numerosos estudios que sugieren lo contrario. Para ser imparciales, también hay estudios que respaldan su teoría, aunque esto es algo que podría resolverse con mayor educación y prevención de daños.

Además, el presidente no parece (o no quiere) tener en cuenta que el alcohol, una sustancia absolutamente legal, sí juega un papel en la muerte de miles de personas cada año.

Y hablando de cosas tan legales como mortales…

De armas tomar

No contento con responsabilizar a una planta por el aumento de homicidios en el mundo (y en Uruguay en particular), Bolsonaro continuó defendiendo el uso de armas de fuego. Orgulloso, compartió que los permisos para comprar armas de fuego en Brasil han aumentado un 1.450%. Y esto, afirma, ha llevado a una “disminución de la violencia en Brasil”.

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“En el 2016, por ejemplo, murieron 61 mil personas en Brasil de forma violenta, la gran mayoría por arma de fuego. El año pasado bajó a 41 mil personas. Es decir, disminuyeron en 20 mil muertes. ¿Qué ocurre con el arma de fuego? Inhibe. La persona [delincuente] se preocupa: ¿podré entrar en esa casa oculta y atravesar la puerta seguro de que no hay nadie armado?”, argumentó Bolsonaro.

Es más: recientemente, el presidente de Brasil prometió ampliar los registros de armas de fuego aún más, de ser reelecto en las próximas elecciones.

A todo esto, recomendamos tomar con pinzas los datos presentados por el mandatario. No pudimos encontrar ninguna fuente que confirmara el impactante aumento del 1.450% en permisos de armas de fuego; pero sí sabemos que el número de ciudadanxs registrados para portar armas en Brasil aumentó 474% durante el gobierno de Bolsonaro.

La paja en el ojo ajeno

Por mucho que se jacte el presidente brasileño de sus logros en el ámbito de la violencia, las cifras simplemente no respaldan su optimismo. Brasil tiene el dudoso honor de poseer el récord de número absoluto de asesinatos en un año: en el 2017, más de 60.000 personas murieron por homicidio.

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Según la última edición del Atlas de la Violencia, con datos del 2019, la tasa de homicidios en Brasil es de 21,65 casos por cada 100.000 habitantes. Más de la mitad de tales casos son atribuidos a las armas de fuego. Además, hay que aclarar que, si bien la cifra total se redujo, hubo un marcado aumento en la tasa de homicidios entre la población indígena.

Para comparar, utilicemos el mismo caso que propuso Bolsonaro: según los datos oficiales del Ministerio del Interior de Uruguay, la tasa de homicidios en el 2019 fue de 11,1 casos por cada 100.000 habitantes. En el 2021, la cifra había caído a 8,5.

No queda muy claro a qué “explosión” de homicidios se refiere Bolsonaro en el caso de Uruguay; pero sí queda clara una cosa: la guerra contra las drogas no se trata de una iniciativa racional, basada en información parcial y de buena fe. Se trata de la defensa de ciertos intereses e ideologías por sobre la libertad de las personas, valiéndose de tácticas que buscan atemorizar en vez de informar.

Foto por Marcelo Camargo/Agência Brasil, CC BY 3.0 BR, via Wikimedia Commons, editada en Canva por El Planteo