Cadena de Suministros del Cannabis: Lecciones Aprendidas en California
En medio de la recesión pospandemia, los gobiernos afirman que la industria del cannabis podría diversificar las economías regionales, agregar valor a la flor en origen y mejorar los salarios. La idea es aumentar la cantidad de pequeñas empresas que participan en la producción del cannabis e incorporar tecnología a este proceso.
Si bien el mercado del cannabis crece más que el mercado del vino, de la cerveza, del tabaco y de los analgésicos, todos juntos combinados, el desarrollo de la industria y de su economía se detiene por el lastre de regulaciones anacrónicas y la falta de reformas políticas coherentes.
Contenido relacionado: ¿Y Si Sale la Ley? Pistas para Entrar en la Industria del Cannabis Medicinal e Industrial en la Argentina
La prohibición federal de la marihuana afecta en particular a la eficiencia de la cadena de suministros del cannabis. Es decir, la red de proveedores, productores, comerciantes, bienes, servicios e información que hacen posible la producción de cannabis legal a escala.
Al igual que con otros productos como el petróleo, la carne, el maíz, los lácteos o los medicamentos, una cadena de suministros incompleta genera aumentos de precios, reduce la calidad del producto disponible a consumidores locales, el progreso tecnológico, y estimula el comercio ilegal.
Si bien no hay recetas para crear una cadena de suministros del cannabis eficiente y equitativa, existen algunos factores clave como la tecnología y las certificaciones orgánicas que se deben tener en cuenta a la hora de regular esta industria desde 0.
Cadena de suministros del cannabis e (in)eficiencia productiva
Jesús Burrola es licenciado en Gestión de la Cadena de Suministro por la Universidad Estatal de Arizona y CEO de POSIBL, una innovadora granja de cannabis y motor de varias de las principales marcas de California. Antes de POSIBL, Jesús trabajó durante 15 años en ventas, gestión y operaciones para el mayor distribuidor de materiales de construcción en Norteamérica.
“La cadena de suministros del cannabis está aún en pañales y existe mucha ineficiencia en general. Porque no es un mercado libre, es un mercado que tiene que adaptarse a todas las leyes y regulaciones de los diferentes lugares. Entonces esas leyes hacen que la cadena sea mucho más compleja y mucho más ineficiente también”, aclara desde un comienzo el experto mexicano.
Contenido relacionado: El Verdadero Origen de Cannava, la Sociedad del Estado Jujeña Dedicada al Cannabis Medicinal
El CEO explica que en EEUU los productores nos pueden hacer un plan de negocios coherente para suplir a todo el país. La falta de regulaciones integrales hace que cada empresa tenga que armar su propia Supply Chain (cadena de suministros) en cada estado.
“Si eres Budweiser puedes pensar ‘¿cuál es la mejor área para crecer? ¿Cuál es el mejor lugar para fabricar? ¿Cuál es el mejor lugar para distribuir?’ En el cannabis eso no existe, todavía”.
Integración de la cadena de suministros del cannabis: ¿vertical u horizontal?
Burrola explica los dos modelos principales de integración de la cadena de suministros del cannabis, el modelo vertical y el modelo horizontal. Aduce que esta última configuración es la más eficiente, ya que permite la especialización de los productores, la innovación tecnológica y el ahorro de costos.
Una industria del cannabis verticalmente integrada implica un marco regulatorio que fuerce a las empresas a producir cannabis íntegramente dentro de la misma empresa. Un modelo antiguo de producción serializada que reduce la complejidad de los controles y simplifica el cobro de impuestos a pocas empresas grandes.
Se caracteriza por someter a las firmas de cannabis a procesos de licencia que son complejos y costosos, y limitan el acceso de las pequeñas empresas de cannabis. Además, son ineficientes. En el siglo XXI es imposible que una empresa sea eficiente en todos los eslabones de la cadena de producción. Así las cosas, el modelo vertical predomina donde no existe una regulación federal del cannabis.
Burrola explica que, sin una regulación coherente del cannabis, las empresas tienen que crear cadenas de suministros bajo diferentes leyes y aclara que “hay dos tesis sobre cómo debe de evolucionar este negocio, que son bastante diferentes”.
“Una es que todas las compañías tengan que estar verticalmente integradas. Lo cual es un poco ineficiente (querer correr, querer echar a andar 6 o 7 negocios al mismo tiempo dentro de un negocio es bastante complejo) y requiere bastante capital, el cual es bastante difícil de conseguir en cannabis. La otra idea o la otra tesis es donde nosotros estamos operando. Una integración horizontal. Somos un COP de la cadena de suministro para muchas de las marcas más grandes que no cultivan cannabis”.
Un COP o punto de pedido del cliente es un nodo, en el que los procesos de la cadena de suministro se desacoplan. Garantiza a las marcas (de cannabis en este caso) la gestión estandarizada de su producción y empaquetado, y el envío de órdenes de compra personalizadas a los distribuidores minoristas.
Contenido relacionado: Jáuregui: Viaje al Corazón de la Historia del Cáñamo en Argentina
“Somos cultivadores de muchas de las marcas más grandes de California. La idea es hacer la cadena de suministros y la industria más eficiente. Si eres una marca de cannabis, te dedicas a eso. No te compres una granja. Serías altamente ineficiente, porque la curva de aprendizaje en agricultura es enorme, muy técnica”.
Burrola destaca que hay oportunidades para que cada empresa se enfoque en lo que sabe hacer y agregue valor con su experticia. “Recibimos empaques de 15 marcas en California y creamos un plan de negocios, prevemos los volúmenes mensuales y cuánto van a ocupar. El precio varía según la especificación del producto contenido de THC”.
“Nosotros trabajamos con marcas que no tienen todas las licencias. Ellos trabajan con distribuidores, cultivadores y empacadores que sí tienen licencia. Se dedican a crear su marca y demanda, mientras el producto fluye por puros canales con licencia, lo cual les ahorra dinero. Les permite enfocarse en lo que saben hacer, crear demanda y renombre para su marca de cannabis”.
Certificaciones orgánicas: el valor agregado del cannabis
A veces se piensa los orgánicos como soluciones de las economías centrales. Pero, ¿son estas certificaciones más rentables que el agronegocio extractivista?
“Creo que el valor del cannabis está en su transparencia, en la información científica que provees al consumidor sobre tu producto. Básicamente, en qué tan estrictas son las reglas para los cultivadores legales de canales. ¿Por qué son tan estrictos? Porque no se trata de un tomate, el cannabis es una medicina”, explica Burrola desde su oficina en Salinas, California.
“El cannabis que yo vendo va acompañado de un certificado de laboratorio. Aunque no exista una certificación orgánica federal, en California, nosotros aplicamos productos orgánicos. Usamos una mezcla de 50% coco y 50% Redwood, un árbol muy común aquí, como medio de propagación y algunas sales reguladas, que dejaremos de usar cuando haya una certificación orgánica nacional”.
Contenido relacionado: Sustentabilidad en la Industria del Cannabis: Siendo Ecológicos
“Además contamos con un invernadero que nos permite monitorear plagas. Usamos colonias de insectos benéficos para combatir plagas como trips y áfidos, por ejemplo”.
Invernaderos de precisión: tecnología de agricultura controlada y eficiencia en la cadena de suministros
En cuanto a la tecnología necesaria para hacer las cadenas del cannabis más eficientes, Burrola destaca la importancia de contemplar los costos de funcionamiento (principalmente en energía y en mano de obra), la automatización de la infraestructura y el monitoreo remoto, mediante tecnologías como ‘la internet de las cosas’ (IoT).
“Nuestros invernaderos tienen sensores adentro y afuera para medir cuál es la temperatura ambiental. Esos sensores hablan con un algoritmo que tenemos programado, donde decimos ‘¿qué temperatura queremos tener en el invernadero? ¿Cuál es la humedad relativa que queremos mantener? ¿Qué tipo de intensidad de sol hay ahí?’”, explica el CEO.
Asimismo, Burrola destaca la importancia de la cooperación con otras industrias del sector para alcanzar mayor eficiencia.
En conjunto con una compañía colombiana, POSIBL está probando un sistema de IoT en su invernadero, para detectar pestes y enfermedades, a través de una cámara y un robot (antes que el ojo humano).
Además, la firma se encuentra trabajando en nuevos invernaderos con una planta cogeneradora de energía a través de la recuperación de gases emitidos por la instalación.
“Todo está automatizado, incluido el riego hidropónico, los ventiladores, ventanas, toldos, etcétera”, agrega Burrola. “La idea es tratar de automatizar y disminuir el riesgo de error humano. No cualquier persona entra al invernadero. Lo tratamos como un hospital”.
En cuanto a infraestructura, Burrola agrega que hay compañías globales líderes dedicadas a la agricultura de precisión como Priva o Argos, “que están centradas en la automatización”.
—O sea, ¿qué ya hay empresas que ‘te venden el combo’?.
—Sí, obvio. Te diseñan un invernadero de principio a fin. Esto requiere mucha ingeniería. Es muy difícil agregar componentes a un invernadero después que se ha montado la infraestructura.
Contenido relacionado: Cuba, Calzado y Revolución: la Historia de Las Cañameras 420, Zapatillas de Cáñamo Made In Argentina
—¿Cuántas empresas orbitan el proyecto de construcción y administración de un invernadero de precisión?
—Más de 30. Son compañías con amplia trayectoria. No es nada nuevo. Específicamente, las compañías holandesas son líderes en tecnología de invernadero.
—Ante una potencial legalización federal del cannabis, ¿cuáles serían los sectores que podrían reconvertirse para producir cannabis legal de forma eficiente?
—Los productores de flor ornamental, sin duda. Toda esta zona de Salinas y Santa Bárbara, la región de invernadero más grande de California, antes del Tratado de Libre Comercio y del NAFTA, era una gran zona productora de flores. De hecho, aquí mismo, se producía crisantemo.
Y concluye: “México también tiene una capacidad instalada para producir orgánicos y exportar. Hay muchos invernaderos ya instalados en México y la curva de costos es mucho más baja que en EEUU. Además, del clima favorable. Por ejemplo, el costo de producción de tomate en México es una tercera parte del costo de producción en EEUU”.
Fotos por Ben Lalande
Fecha de publicación original: 26 de noviembre de 2021
¿Tienes ideas o comentarios? Puedes contactarnos en info@elplanteo.com
Síguenos en Instagram, Facebook y Twitter.
Todo el material compartido por ElPlanteo.com tiene fines únicamente periodísticos e informativos.