Cannabis, Psicodélicos y el Negocio de Emprender: Industrias Emergentes en los Ojos de Raymond D. Harari

“Estudiando y trabajando en Estados Unidos siempre vi que el cannabis iba a ser algo prevalente”, dice desde Nueva York el emprendedor y entusiasta del cannabis Raymond D. Harari. Graduado en la carrera de ingeniería en sistemas por la Universidad de Pennsylvania, Ray divisó la apertura de los mercados tras la decisión de Colorado de legalizar el cannabis. “Ahí vi que había una oportunidad, que lo medicinal tendría prevalencia en el futuro y que, incluso, también podría legalizarse el cannabis recreacional”, sigue.

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Entonces, buscando convertirse en un referente de un mercado naciente (“Las nuevas tendencias tardan entre 5 y 15 años más en llegar a Latinoamérica”), empezó a estudiar, a bucear en el tema, a involucrarse desde diversos costados. Intentó deliberadamente volverse un experto.

Por caso, con su familia metida desde siempre en negocios de distinta índole, Ray buscó diferenciarse: ser auténtico, encontrar su propia estampa. Con ese background, se enteró que YPO, (“Young President’s Organization”) estaba organizando un evento de cannabis y, definitivamente, se hizo presente: “Yo quiero participar”, dijo.

“Ellos son gente de negocio y siempre están buscando aprender más”.

Los primeros pasos con la industria del cannabis

Por la misma naturaleza de una coyuntura aún en fase verde, el evento se llamó Summit 420. ¡Un momento! ¿Por qué no llevó “cannabis” en el título? “Bueno, porque en esos momentos todavía no se animaban a decir ‘cannabis’ tan abiertamente”, cuenta. A la sazón, Summit 420 se desarrolló con éxito en Oregon, Estados Unidos, amén de “esquivarle” al bulto.

Charla de apertura evento CannaTech Panama, Febrero 13, 2019.

Allí, conoció a Lorne Gertner, cofundador de Pharmacann (hoy conocida como Cronos Group), quien en ese momento empezaba su siguiente emprendimiento: la compañía Tokyo Smoke. En palabras de Ray: “Era una compañía completamente diferente en el mundo del cannabis. Lorne tenía la visión de que las marcas iban a ser el futuro. Quedé fascinado con esa idea. Y siendo emprendedor decidí involucrarme en esa compañía”.

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Ray ayudó a Lorne y Tokyo Smoke a levantar una buena inversión de capital y, rápidamente, ejecutaron su plan de negocios.

Tiempo después, Tokyo Smoke se juntó con la compañía DOJA Cannabis y juntos crearon Hiku Brands, que más tarde sería comprada por Canopy Growth en alrededor de USD 600 millones. “Fue una vivencia increíble. Realmente un éxito muy grande. No sé si alguna vez podré igualar esa experiencia”. Para ese entonces, Ray tenía apenas 26 años.

Etapa financiera y nuevos horizontes

Antes de esta experiencia, Ray había trabajado en Nomura, la sociedad de cartera financiera japonesa, y luego en el Credicord Bank, un banco de Panamá. No obstante, cuando la transacción de Canopy Growth y Hiku ocurrió, sus ansias por armar nuevos negocios pudieron más y salió a la búsqueda de nuevas experiencias.

“Empecé a buscar más negocios. Estuve buscando negocios diferentes. Si eres muy innovador, te van a salir las mejores oportunidades. Mucho más que si tratas de hacer lo que hace todo el mundo”, devela Harari.

Y sigue: “Hay una cosa importante que es la educación. Creo que nos maleducaron con respecto al cannabis. ‘Esta droga mata, no la toques’, nos decían. Y con toda la data que hoy existe necesitábamos una buena manera para reeducar a la población”.

Conversatorio Pro-Cannabis Medicinal Panama, Junio 12, 2019.

El valor de la información

Entretanto, más tarde llegó Cannatech y la oportunidad de brindar conferencias con diversos profesionales de la industria pero, también, con la posibilidad de hacer crecer esas mesas con la presencia de doctores, ministros, hombres de negocio y mucho, mucho más. “Todos tienen un rol para que la industria sea exitosa”.

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De esta manera, divulgando los beneficios y riesgos del cannabis, Ray participó en la organización de eventos en Israel, Hong Kong, Australia, Sudáfrica y Davos. “En ese momento, el mundo tenía tanto miedo del estigma, que sólo extrapolaba las partes negativas obviando los beneficios”.

Sin embargo, el más gravitante en su vida fue uno que hizo en Panamá, su país de origen, en un momento en el que no se hablaba del tema. “A mi parecer, ese evento de 2019 fue uno de los responsables para que el cannabis empiece a legalizarse, proceso que sigue avanzando al día de hoy, con la confección de la reglamentación de la ley ya aprobada por la asamblea legislativa, y el presidente Nito Cortizo”.

En aquel convite se presentaron más de 800 personas y, allí, Ray sabía que tenía una misión: Meterse de lleno en el mundo de las compañías de industrias transformativas, asistir en estrategia y networking, construir nuevos e innovadores proyectos.

Los psicodélicos: un flamante destino

Así las cosas, teniendo ese bagaje que levantó en la banca privada y la experiencia de su vínculo con el cannabis, se volvió una especie de conector: “Ayudé a varias compañías a conseguir lo que necesitaban”.

Raymond D. Harari junto al Ex-Primer Ministro de Israel y Chairman de InterCure, Ehud Barak, en el Davos Cannabis House, Enero 22, 2019.

Por estos días, está buscando nuevos horizontes involucrándose con el cosmos de los psicodélicos. “Hay que hacer research, investigar y buscar para poder aprender los beneficios y riesgos de las sustancias”, señala el panameño.

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Y continúa: “Empecé tres compañías de psicodélicos tomando iniciativa de mi experiencia con el cannabis. La primera fue PsyTech, una compañía de psicodélicos integrada, con tres pilares principales: difundir información de la industria, proveer software para manejo de clínicas psicodélicas, administración responsable de ketamina en Chicago. Otra es Healing Maps (healingmaps.com), una especie de Yelp de psicodélicos, para sí educar a los pacientes y conectarlos con la clínica apropiada. La tercera es Bienstar Wellness, que busca expandir la presencia de clínicas de salud mental integrativa en América Latina y que esas clínicas usen psicodélicos como herramientas para ayudar a la gente (solo en caso de que sean la mejor alternativa). Buscamos hacer una evaluación holística de las necesidades del paciente”.

Emprendedor cannábico

Desde sus veintipocos que Ray Harari está vinculado íntimamente a la industria del cannabis. Con la espalda ancha y algunos éxitos a cuestas, su mirada sobre el cannabis en el continente americano se yergue positiva: “Hay una buena oportunidad y creo que van a pasar cosas buenas”.

—¿Cómo ves la situación del cannabis en América Latina?

—Creo que ha avanzado muchísimo desde 2015. Todavía tenemos muchísimo que aprender y aplicar. Estamos en las etapas iniciales. Tenemos algunas leyes que no son tan funcionales. Pero, por ejemplo, a Canadá le tomó más de 10 años hacer un programa que hoy en día es semi funcional. En América Latina somos alrededor de 600 millones de personas. Todos podemos beneficiarnos del cannabis de manera apropiada y responsable. El mundo del cannabis va a seguir avanzando por más que se demore y a estas alturas, no parece haber vuelta atrás. El cannabis va a ser abiertamente disponible en clínicas y farmacias. Y, analizando el progreso de los países desarrollados, también llegará el recreacional.

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—Como emprendedor con experiencia, ¿qué consejo le darías vos a alguien que quiere convertirse en un emprendedor del cannabis en Latinoamérica?

—Cuando en California hubo una fiebre por el oro, hubo aún más éxito en los negocios auxiliares: picos, palas, jeans y equipamientos. Les recomendaría que piensen más allá de la planta. Al desarrollarse las industrias, se crean anillos concéntricos de otras oportunidades para dar soporte a estas industrias. Por eso, que no se centren en cultivar y piensen más allá. ¿Qué otras cosas se van a desarrollar? Educación, tecnología, distribución, logística, atención médica, marcas. Hay que pensar qué otros ámbitos que serán aún más grandes que la planta en sí, con todo este avance.