Peluditos Más Tranquilos: El CBD Podría Bajar la Agresividad en Perros, Según Estudio

Así como los humanos buscamos soluciones más allá de la medicina tradicional, a veces en plantas milenarias como la de cannabis, los animalitos que forman parte de nuestra familia también pueden aprovechar las ventajas de estos tratamientos. Así lo confirmó un nuevo estudio publicado en Frontiers in Veterinary Science, que descubrió que los perros que reciben suplementos de CBD durante largos períodos muestran una disminución notable de comportamientos agresivos.

Cada vez existen más tutores que recurren al cannabis medicinal como herramienta para mejorar la calidad de vida de sus peludos. Los datos provienen del Dog Aging Project (DAP), una iniciativa científica masiva en EEUU que recopila información de decenas de miles de perros.

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A través de encuestas enviadas a los tutores entre 2019 y 2023, los investigadores analizaron el uso de CBD, las condiciones de salud y la evolución de ciertos comportamientos a lo largo del tiempo.

¿El CBD ayuda a los perros? La ciencia ha hablado

Uno de los puntos más llamativos es que los canes que recibían CBD de forma sostenida —mínimo dos años— mostraron niveles de agresividad por debajo del promedio. En cambio, no se observaron cambios comparables en otras conductas como ansiedad o agitación.

La coautora del estudio, la veterinaria Dra. Julia Albright, lo resume así: “Este cambio de comportamiento a largo plazo pone de relieve el potencial del CBD como terapia para los problemas de comportamiento canino”. Y agrega una dimensión clave sobre cómo el CBD podría estar actuando: “La mayor parte de la agresividad canina está relacionada con el estrés o la ansiedad subyacentes, una respuesta de lucha o huida que se activa. No está claro por qué solo la agresividad, y no otros tipos de comportamientos ansiosos o agitados, parecían mejorar con el tratamiento con CBD”.

Los autores aclaran que, si bien los resultados son prometedores, el estudio tiene algunas limitaciones. Por caso, no consideró qué productos recibieron los perros, en qué dosis ni bajo qué pautas, ya que esa información no fue recopilada en detalle.

Edad, salud y entorno: El perfil del perro que usa CBD

Los datos del DAP, uno de los mayores estudios poblacionales de salud canina, permiten observar tendencias interesantes sobre quiénes usan CBD y por qué.

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Entre los más de 47.000 perros analizados, el uso de cannabinoides se concentró en perfiles muy específicos:

• 7,3% había consumido CBD o productos de cáñamo al menos una vez.
• 5,8% eran usuarios frecuentes (consumo diario).
• Los perros con CBD eran en promedio 3 años mayores que los que no consumían.
• Se usaba más en animales con diagnósticos crónicos, como demencia (18,2%), osteoartritis (12,5%), cáncer (10%), epilepsia o trastornos gastrointestinales persistentes.

Cuando la cultura cannábica humana llega al plato del perro

Un dato interesante (y bastante lógico) es que el consumo tendía a ser más alto en estados con cannabis medicinal legalizado, lo que sugiere que la percepción humana sobre los beneficios de la marihuana influye directamente en lo que se decide para las mascotas.

Esta lectura cultural queda clara en la reflexión del investigador Dr. Maxwell Leung, coautor del estudio: “El cannabis medicinal se utiliza para tratar diversas afecciones de salud humana, como la osteoartritis y la epilepsia. Los perros también padecen afecciones similares, y les administramos CBD a nuestros animales por las mismas razones. Creo que este es un ejemplo de cómo tratamos a nuestros animales de compañía como miembros de nuestra familia”, acorde a lo compartido por Ganjapreneur.

¿Y si el CBD cambia la forma en que los perros procesan el estrés?

Según Leung, la evolución observada podría deberse a un efecto selectivo del CBD sobre ciertos circuitos neurales relacionados al sistema de respuesta al estrés. Como explica: “Desde el punto de vista del comportamiento, los perros a los que se les administran productos con CBD durante varios años son inicialmente más agresivos en comparación con los perros que no reciben esos productos, pero su agresividad se vuelve menos intensa con el tiempo”.

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El equipo plantea que es posible que el CBD esté modulando la vía de “fight” (pelea) más que la de “flight” (huida), aunque aclaran que esto todavía es hipotético y requiere ensayos clínicos controlados para confirmarse.

Los autores también advierten sobre posibles sesgos: muchos tutores adoptan estrategias multimodales cuando un perro muestra agresividad, desde modificación de conducta profesional hasta evitar desencadenantes, lo que podría influir en los resultados reportados.

CBD en perros: Esperanza, evidencia… y mucho por investigar

Aunque el estudio abre una puerta enorme para comprender cómo el CBD interactúa con el comportamiento animal, también muestra sus límites. Los investigadores remarcan que:

• No hubo medición directa de dosis, calidad del producto o vía de administración.
• Los datos se basan en reportes subjetivos de tutores.
• No se observó mejoría en ansiedad ni agitación.
• No es posible establecer causalidad, solo correlaciones.

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Aun así, el trabajo representa un avance inédito en escala y profundidad. Y sobre todo, pone sobre la mesa la necesidad de seguir investigando terapias complementarias para animales que enfrentan dolor, estrés o enfermedades crónicas.

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