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Cómo la Pandemia Afectó al Trabajo en la Industria del Cannabis de EEUU

Por The Bluntness

Cómo la Pandemia Afectó al Trabajo en la Industria del Cannabis de EEUU

✍ 20 January, 2021 - 10:02

¿Quién no está consumiendo marihuana de una forma u otra en estos días? En medio de un año que se perfila para mostrarnos una “nueva normalidad”, la industria del cannabis ha sido golpeada de maneras que muchas personas pueden no ser conscientes, con el aumento de la entrega de pedidos en el curso de la pandemia

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Incluso antes de que los incendios forestales en Oregon y California se cobraran vidas y cosechas, en medio de docenas de cultivos de cannabis e instalaciones de fabricación y dispensarios robados y saqueados, ya estaban apareciendo fallas en las cadenas de suministro de cannabis.

La pandemia sólo ha empeorado las cosas

Como muchos de los datos sobre cannabis, es difícil obtener cifras exactas. Como trabajadora de un dispensario en San Francisco, vi de primera mano los cambios en la forma en que se realizaban los negocios y se accedía a los productos. Ciertas marcas eran imposibles de encontrar y la selección era limitada. Los eventos y demostraciones estaban cancelados. La entrega puerta a puerta ha disminuido las consultas al budtender.

Hablamos con cuatro trabajadores de la industria del cannabis sobre diferentes aspectos, y principalmente sobre la cadena de suministro de cannabis, encargada de que el cannabis y sus productos lleguen a las estanterías o menús virtuales para lxs clientes.

El trabajo de cultivo de cannabis

Para Neil Dellacava, fundador y director de marketing de Gold Seal SF, se trata de calidad sobre cantidad. Ha estado plantando por más de una década, sirviendo a clubes de marihuana medicinal en la Bay Area de EEUU y finalmente fundando su propia marca de cannabis, Gold Seal SF, en el 2015.

Tal vez más conocida por distribuir cepas como Cherry Cheesecake y Red Congolese (esta última gracias a una sociedad con Dragonfish Farms), la empresa sigue siendo relativamente pequeña. Esto ha facilitado la adhesión a un distanciamiento social seguro y a las normas de EPI (Equipo de Protección Individual). Sin embargo, para Dellacava todo esto ha complicado los métodos de comercialización en los que confiaba, es decir, el contacto cara a cara con los dispensarios a los que llevan Gold Seal.

“El tema del marketing ha sido un éxito. Pero echo de menos las demostraciones en vivo y hablar con el personal de los dispensarios y lxs clientes cara a cara. Hemos cambiado un poco a más redes sociales, más vídeos y contenido multimedia, pero todavía siento que podríamos hacer más“, dice Dellacava. “¿Cómo conocer la manera de ponernos en contacto con la gente para mantener la marca y que siga siendo relevante? La mejor manera de hacerlo, en mi opinión, es seguir cosechando buena marihuana“.

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Dellacava también compra en dos de los dispensarios Urbana de su ciudad. Dice que la diversidad de los productos está disminuyendo.

“El Covid definitivamente ha cambiado la cadena de suministro del cannabis. Ahora vemos a lxs vendedores que solían tener muchos productos con muy pocos. La demanda también ha cambiado“, dice Dellacava. “Siempre hemos tenido escasez y ahora es ¿cómo la aseguramos antes de que aumente? No me gusta, personalmente”.

El trabajo de extracción de cannabis

Una vez que las flores han crecido y se han curado, pueden ser empaquetadas (según las normas de cumplimiento) y enviadas con unx representante de ventas al dispensario. O bien, esa flor puede llegar a una fábrica para ser transformada en muchísimos productos que van desde desde gomitas, chocolates y lociones hasta infusiones para bebidas.

Ryan St. George, director general de Focus Concentrates, tiene casi dos décadas de experiencia con el cannabis y sus formas de extracción. Produce su propia marca que hace productos para Kiva Confections. Focus nació para llevar los concentrados de cannabis de calidad al siguiente nivel y al consumidor general.

Desde el comienzo de la pandemia, St. George y su equipo han contratado a gente en lugar de efectuar despidos, ya que también trabajan para otras marcas, lo que lxs ha mantenido ocupados.

Se siente afortunado, pero sabe que muchas marcas pequeñas están sufriendo, porque a diferencia de los salones o restaurantes, los negocios de cannabis no siempre tienen los medios para diversificarse. Asimismo, lxs dueñxs de negocios de cannabis no pueden acceder a los préstamos federales de la SBA o PPP, o al seguro de cosechas en tiempos de crisis económica.

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“Cuando de repente te designan como un trabajador esencial, es un conjunto único de desafíos. Esta industria ya viene con problemáticas relacionadas con la banca o las finanzas“, explica St. George. “Muchas de las empresas que se abren dependen de programas que no se extienden a nuestra industria”.

Debido a los problemas de suministro de cannabis, el programa de producción de Focus se ha visto retrasado. Todo el proceso, desde el acceso a la materia prima hasta la extracción, pasando por las pruebas, el envasado y la distribución, puede llevar meses.

“Hemos estado esperando la próxima cosecha pero hemos estado retrasando la producción. Planeábamos escalonarlas en dos rondas, pero duplicamos otros procesos”, dice. “Muy pocas marcas y cultivadores están dejando los márgenes para la venta al por menor”.

Los laboratorios de cannabis

Una vez que los chocolates han sido dosificados o el destilado se ha asentado, es hora de probar el producto. Todos los productos de cannabis legalmente producidos deben pasar varias pruebas de potencia, legitimidad y pureza de pesticidas, micotoxinas, moho y microbiología. Pero no puedes llevar tus cogollos a cualquier parte.

El Dr. Robert Martin fundó su laboratorio en Oakland, CW Analytical en el 2009 después de años trabajando para gigantes corporativos como Coca Cola y Kraft. Su intención era llevar la ciencia y la estandarización a una industria que carecía de investigación y protocolo, con el fin de evitar que la medicina contaminada llegara a lxs pacientes.

Existen muy pocas investigaciones sobre cannabis revisadas por profesionales debido a su condición de Lista I, y el Dr. Martin espera cambiar eso. En junio, lxs científicxs del laboratorio fueron publicados en el Journal of Agriculture and Food Chemistry con un artículo que examinaba cómo distintos ingredientes alimentarios pueden comprometer la exactitud de las dosis de los productos con infusión de THC.

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Estamos aquí para tratar de que el cannabis sea seguro“, dice Martin. “Los laboratorios ponen una métrica en la percepción sobre los productos”.

Poco ha cambiado hasta ahora en el entorno dedicado a las normas farmacéuticas, pero Martin dice que el mayor cambio del flujo de trabajo ha sido un menor material para probar, y el temor de lxs cultivadores y las propias marcas sobre su salud y viabilidad financiera.

La pandemia ha frenado todo. Muchas empresas se han derrumbado y desmoronado con las nuevas regulaciones, la pandemia y el aspecto competitivo de la industria”, dice Martin. “Es feroz, y los continuos incendios forestales ciertamente no ayudan. En el último incendio, habían muchos cultivos al aire libre que tenían cenizas en sus campos. Si pierdes 300 plantas o más, puede llegar a ser difícil”.

Martin y su equipo también han comenzado a consultar con las empresas locales sobre las normas de saneamiento y manutención de sus instalaciones. Dice que también ofrece consultoría gratuita a las empresas sobre cómo mejorar sus resultados de laboratorio.

“Nuestros muestreos no se vieron afectados por el COVID porque ya estaban tapados antes de que todo comenzara. Somos microbiólogxs y químicxs. Pero tenemos clientes en el norte que acaban de cerrar sus puertas y no han vuelto. La percepción está basada en la comunidad, y todxs tienen miedo”.

Lxs vendedores de cannabis

Una vez que el cogollo es aprobado y empaquetado en algún tipo de receptáculo a prueba de niñxs, es el momento de ir a las estanterías. O mejor dicho, a las manos de unx distribuidorx o representante de ventas para llevarlo a las estanterías.

Alex Bassi llegó a la industria del cannabis desde un fondo de ventas de vinos y licores de supermercados. Dirige el equipo de ventas de Canndescent, una empresa de flores cultivadas en indoors de primera calidad. Dice que su flor “Calm” y sus prearmados se han estado vendiendo sin parar.

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“La demanda está por las nubes. Dirijo el equipo de ventas y se acabó lo de poder entrar y ver tus tiendas y budtenders favoritxs”, dice Bassi. “Muchas de estas relaciones son ahora por teléfono. Es un gran momento para ser una compañía de flores de cannabis, pero mantener el ritmo de la oferta es difícil“.

Sin embargo, Bassi insiste en que no son una gran empresa. No han tenido que despedir a nadie durante la cuarentena, aunque eso es porque ya habían reducido su tamaño en el 2019.

“Tuvimos que condensar y despedir a algunas personas el año pasado porque vimos que nos habíamos agrandado demasiado. Escala, escala, escala, y verás que hay un límite en lo grande que puedes ser. Siempre hay un límite”, dice.

Canndescent produce sus flores en su propio espacio, así que no han tenido que preocuparse por su suministro de cannabis. Bassi dice que el consumo de flores está en aumento debido al tiempo que se pasa en casa, pero los ciclos de producción han tenido que cambiar con las reglamentaciones de salud.

“Lanzamos una marca al principio de la cuarentena: Baker’s. Ahora tienes un montón de consumidores usando los prearmados y tienes que tener 3 turnos en vez de uno para mantenerte a flote”, dice Bassi.

Incluso meses después, persiste la ansiedad por el saqueo masivo de los dispensarios e instalaciones de cannabis en toda la Bay Area de EEUU.

“No soy reacio al riesgo, pero me gusta mirar hacia adelante. En la industria comenzaron los robos. Tengo amigxs que han sido asaltadxs tres veces, y afortunadamente continuaron sirviendo su medicina a la gente”.

A pesar de las preocupaciones tangibles, existe la resistencia. Como muchxs científicxs, estxs líderes del cannabis no ven que “la nueva normalidad” se vaya a disipar hasta dentro de un año o más.

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Muchxs líderes de la industria estarían de acuerdo con Bassi al decir que “esto no es lo peor por lo que el mundo del cannabis ha pasado”.

Vía The Bluntness, traducido por El Planteo.

Foto por Terre di Cannabis vía Unsplash

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