Fue Fotógrafo de Moda y Ahora es Experto en Hongos: Conocé la Historia de Nicolás Drucaroff, el Funginista

Dice el fotógrafo Nicolás Drucaroff que dijo el micólogo Paul Stamets: “Los hongos son el sistema inmune de la gente y del planeta”. Como tantos otros en estos años, los profundos tejidos del micelio atraparon a Drucaroff, que empezó a cultivar y, al toque, se convirtió en autodidacta: de fotoperiodista a experto en hongos.

Curtió Google, se paseó por YouTube: ahí nació Funginista, la identidad que utilizó para subir fotos de hongos a Instagram y que, después de algunas mutaciones, se convirtió en un cultivo de hongos orgánicos, exóticos y medicinales. “Producimos y procesamos nuestros principales productos de principio a fin, desde el micelio hasta el producto terminado”, le cuenta Drucaroff a El Planteo.

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Por estos días, el fotógrafo fúngico tuvo su paso de gloria por TEDxRíodeLaPlata, con un Movistar Arena explotado. Allí, se destacó con una charla que anidó fundamentalmente en su renacer de fotógrafo a cultivador y sobre cómo, hoy, convergen en él ambas pasiones: “Me retransformé en una especie de emisor del reino fungi, representando principalmente a los Saprofitos gourmet y medicinales”.

Y fue la belleza morfológica de los hongos la que llevó a Drucaroff a –literalmente- echarles un ojo (y algo más). “Necesité inmortalizar con mis disparos esas esculturas biológicas imposibles de conseguir en el mercado local, así que me puse a cultivarlas”, señala.

—¿Cómo era tu vida antes de cultivar?

—Monótona.

Súper héroes de la alimentación

“Niki” fue fotógrafo de moda, viajó por acá, allá y todos lados y, ahora, chefs tops como Germán Martitegui y Narda Lepes usan sus fungis comestibles. “Creo que el boom de los hongos generó mayor conciencia y avidez en los consumidores, y esto se ve representado en los menús que buscan incorporar propuestas saludables”, detalla Drucaroff.

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Según datos de Aguas Bonaerenses SA (ABSA), hacen falta unos 15.000 litros de agua para producir un kilo de carne. Mientras que hacen falta apenas unos 5 litros de agua para producir un kilo de hongos.

Y un dato más: según estudios científicos del Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático, el contenido proteico de los hongos podría sustituir en el consumo de carne y, de paso, tal y como asegura este artículo de Infobae, “podría salvar a los bosques”.

“Los hongos son súper héroes de la alimentación. Se encargan de mantenernos sanos y saludables a nosotros y a nuestro sistema”, sigue.

Reino fungi

En la actualidad, el hongo tiene un lugar de protagonismo total en el universo gastronómico y gourmandise. Incluso, en enclaves pop-pulares como Buenos Aires, Ciudad de México o Nueva York, ya abrieron varios restaurantes especializados. “Es que los hongos abandonaron el simple rol de ingrediente de ensalada”.

Sin embargo, el interés de Drucaroff por los hongos no está dado únicamente por lo culinario, sino que se extiende desde lo medicinal, pasando por la sustentabilidad y llegando hasta la biorremediación: “El reino de los hongos es un campo infinito. No hay límites de ningún tipo y aún queda mucho por explorar”.

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Enseguida, el fotógrafo y cultivador vuelve a citar al norteamericano Paul Stamets, activista de las setas medicinales, cuando dice que “el micelio no sólo respalda la vitalidad y la respuesta inmune del hongo, sino que también respalda la salud de su ecosistema”.

Una relación muy buena

Y entre sus hongos favoritos, el funginista destaca a los Saprófitos, una familia que “transforma la muerte en vida” porque “va incorporando a su sistema miceliar materia orgánica en descomposición, que va encontrando en su desplazamiento subterráneo por las profundidades de los bosques”.

Asimismo, señala a algunos hongos específicos a los que sindica de “gladiadores del reino”.

¿Cuáles son? Acá van, tomen nota: la Melena de León (que beneficia las funciones cognitivas), el Reishi (que produce un “sueño reparador”), el Cordyceps Militaris (que genera un alto rendimiento físico), la Tremella (que funciona como un regenerador celular dermatológico) y la Cola de Pavo (que es utilizado en la medicina tradicional china para el tratamiento de enfermedades de pulmón como el cáncer).

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Entre sus próximos proyectos, Drucaroff planea mudar su laboratorio para “poder realizar las mismos frutos pero más grandes, más fuertes, en más cantidad y de mejor calidad”.

—¿Qué relación tenés con las setas alucinógenas?

—Mantengo una buena relación con todos los tipos de hongos.

Foto de Nicolás Drucaroff por Lucas Kirby // Imágenes cortesía de Nicolás Drucaroff, fotógrafo de hongos.

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