Teoría del Mono Drogado: ¿Tuvieron los Psicodélicos un Papel en la Evolución Humana?

La escena es ésta: Hace 100.000 años, en la era anterior a la historia registrada, nuestrxs primeros ancestros homínidos empezaron a abandonar los bosques y a viajar por las sabanas. A medida que buscaban comida en nuevos entornos, empezaron a desarrollar cerebros más rápidos e inteligentes, que acabaron triplicando su tamaño. ¿Cómo lo consiguieron? Una teoría sugiere que, sin saberlo, añadieron psilocibina a su dieta y se tropezaron con una conciencia de alto nivel.

¿Crees que nos lo estamos inventando? Bueno, no.

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La Teoría del Mono Drogado es una hipótesis de uno de los psiconautas más influyentes de Estados Unidos, Terence McKenna. Con conocimientos de ecología, conservación y chamanismo, McKenna unió sus intereses en su estudio de los psicodélicos. McKenna se licenció en el Tussman Experimental College de la Universidad de California-Berkeley, y sus extensos escritos sirvieron para que Occidente conociera por primera vez los psicodélicos DMT y ayahuasca.

Aunque murió en el año 2000, la vida de McKenna abogando por la exploración de los estados mentales alterados sigue influyendo a lxs psiconautas modernos de hoy. La Teoría del Mono Drogado es sólo una de las formas en las que intentó cambiar la visión del mundo sobre los psicodélicos.

Teoría del Mono Drogado 1.0

Esta teoría fue descrita en el libro de McKenna de 1992 Food of The Gods. En sus páginas, plantea que uno de nuestros primeros ancestros, el Homo Erectus, comenzó a comer Psilocybe cubensis como parte de su dieta. La teoría se basa en los supuestos efectos de los hongos psicodélicos, citados en los estudios de los años sesenta y setenta por personas como Roland L. Fischer.

La Psilocybe cubensis crece con frecuencia bajo la caca de vaca, por lo que la teoría sugiere que nuestrxs antepasados cazadores-recolectores seguían a los rebaños y luego encontraban y comían hongos cubiertos de heces que dejaba el rebaño.

Así que nuestrxs antepasados encontraron hongos mágicos en la mierda de vaca. ¿Por qué debería importarnos? Bueno, ese desagradable tentempié puede haber cambiado el curso de todo.

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Según la Teoría del Mono Drogado, este simple acto podría haber cambiado profundamente el cerebro de nuestrxs ancestros. McKenna afirma que dosis bajas de psilocibina mejoran la agudeza visual, sobre todo la detección de bordes. Básicamente, la nueva adición de psilocibina a la dieta de los primates que cazan en manada les permitió ser cazadores más exigentes.

Luego, en dosis ligeramente superiores, McKenna afirma que el hongo actúa como afrodisíaco, lo que conduce a una mayor motivación para reproducirse. Los hongos también “disuelven los límites”, como dice McKenna, mejorando la unión de la comunidad y fomentando las actividades sexuales en grupo (como seguramente la experiencia personal de mucha gente con los hongos corrobora).

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En el documental Fantastic Fungi, el hermano de Terrence McKenna, Dennis McKenna, explica con más detalle la lógica de la teoría:

“No es tan simple decir que comieron hongos de psilocibina y de repente el cerebro mutó, creo que es más complejo que eso, pero creo que fue un factor. Fue como un software para programar este hardware neurológicamente moderno para pensar, para tener cognición, para tener lenguaje: porque el lenguaje es esencialmente sinestesia. El lenguaje es la asociación con un sonido aparentemente sin sentido, excepto que está asociado con el complejo de significado.”

Suena razonable, ¿no?

¿Es verdad que nuestrxs antepasados comían hongos?

Las investigaciones han confirmado que 23 primates diferentes, incluidos los humanos, incorporaron hongos a su dieta a lo largo de siglos de evolución. Aunque no hay registros del uso de psicodélicos en la prehistoria, sí sabemos que las civilizaciones antiguas de todo el mundo, desde Siberia hasta América Central, veneraban la psilocibina, refiriéndose a ella en varias traducciones como el “alimento de los dioses”.

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Para consolidar aún más la posibilidad de que nuestros ancestros prehistóricos fueran los primeros en la movida psicodélica, el paleobiólogo Corentin Loron descubrió un hongo fosilizado de mil millones de años de antigüedad.

La Teoría del Mono Drogado en la cultura popular

Después de lanzar esta teoría al mundo, McKenna no recibió mucha atención positiva por parte de la comunidad científica. Muchxs afirmaron que había malinterpretado hallazgos anteriores; otrxs criticaron la falta de pruebas paleoantropológicas de la teoría.

Sin embargo, la teoría cobró fuerza en la cultura pop. El comediante Bill Hicks realizó un memorable sketch en su gira Revelations, diciendo sin reparos a su público que cree que “Dios dejó que ciertas drogas crecieran naturalmente en nuestro planeta para ayudar a acelerar y facilitar nuestra evolución”.

Más recientemente, Michael Pollan, autor del libro pro-psicodélicos How to Change Your Mind, acudió al podcast de Joe Rogan y expresó sus dudas sobre la teoría. Aunque no es creyente, sus comentarios ayudaron a recentrar la teoría y a abrir el debate entre lxs psiconautas.

Una segunda opinión

Luego, finalmente, en el 2017, la Teoría del Mono Drogado fue respaldada por alguien más de la comunidad científica. En la conferencia Psychedelic Science, el micólogo Paul Stamets resucitó y repuso la hipótesis de McKenna como una respuesta plausible al largamente irresoluble misterio evolutivo.

Stamets, al igual que McKenna, cree que es completamente plausible que, debido a la desertización, lxs primeros humanos se abrieran camino a través de las sabanas y se encontraran con la psilocibina “creciendo maravillosamente en el estiércol de los animales”.

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Expuso con confianza los hechos a su audiencia: “Lo que es realmente importante que entiendan es que hubo una repentina duplicación del cerebro humano hace 200.000 años. Desde un punto de vista evolutivo, es una expansión extraordinaria. Y no hay ninguna explicación para este aumento repentino del cerebro humano”.

La reintroducción de la hipótesis fue bien recibida por su audiencia de científicxs psicodélicos y psiconautas aficionados.

Conclusión

Aunque es posible que nunca develemos el gran enigma de la evolución, lo que sí sabemos es que nuestra relación con los psicodélicos comenzó hace siglos. Tal vez los hongos mágicos untados de caca de vaca sean el acelerador que condujo a un impresionante redimensionamiento del cerebro humano; tal vez haya una pieza de este rompecabezas que estamos pasando por alto.

Sin embargo, creas lo que creas, tenemos que darle a McKenna un sobresaliente por el esfuerzo. Después de todo, anticipó que la Teoría del Mono Drogado causaría un cambio, permitiendo a votantes y legisladores ver a los psicodélicos como beneficiosos para la humanidad. Sólo podemos esperar que esté en algún lugar del universo sonriendo por todos los progresos realizados.

Vía Psychedelic Spotlight, traducido por El Planteo.

Ilustración de portada por Raws, cortesía de Los Cocos y Los Cocos Farms Inc // editada en Canva

Publicación original: septiembre 2021

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