Radiografía de Gelatina: Humor Político, Stream Multiplataforma y Peronismo Digital

Este artículo fue publicado en El Planteo por primera vez el 26 de septiembre de 2022.

¿Qué es Gelatina? Es una pregunta que sus integrantes escuchan demasiado seguido. Y la verdad que al respecto son más las preguntas que las respuestas. “Lo estamos viendo todavía. Te mentiría si dijera que Gelatina es aquello que proyectamos el año pasado”, responde Pedro “Pepe” Rosemblat, conductor y creador. 

Gelatina (Somos Gelatina) surgió en 2021 en un contexto todavía pandémico. Rosenblat aún trabajaba en El Destape y tenía un ojo puesto en los contenidos que andaban dando vueltas por el streaming argentino. “Sentí que había un lugar vacante y tuve ganas de intentarlo”, cuenta. Y para Gelatina reclutó a muchos de sus compañerxs de esa radio.

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Inicialmente, recapitula, era un streaming diario. Luego se amplió a programas de noche y de fin de semana. También producen contenidos cortos para Instagram y TikTok y cápsulas para YouTube. “Somos un multimedio digital. ¿Qué es un multimedio digital? Creo que es algo que la digitalidad todavía está definiendo”, sigue Rosemblat.

En las múltiples formas que toma Gelatina se habla de política, cultura y actualidad. Es un (multi) canal de comunicación que busca, adaptando su lenguaje a diferentes plataformas, aportar a los debates obligatorios del momento desde una perspectiva divertida y descontracturada pero siempre comprometida y posicionada a favor de lo popular. 

Generalmente es en formato programa, con video e interacción en vivo del público. Lxs comunicadorxs fijos que la integran junto a Rosemblat son Ivana Szerman, Maitena Aboitiz, Marcos Aramburu, Matías Colombatti y Adrián Lakerman. Se despliega en YouTube, Twitch, Instagram y Spotify. 

Los contenidos son muchos y son llevados adelante por diferentes combinaciones de los 6 conductorxs, cada unx haciendo hincapié en su fuerte. Por mencionar algunos, que se pueden ver en vivo por Twitch y luego se cuelgan en YouTube, “Esta Semana en Springfield” es un resumen que cubre la actualidad política de la mano de Rosemblat. 

Además está “Tikipedia”, con Aramburu en la cabeza acompañado por Rosemblat y Szerman, un segmento dedicado a las drogas: efectos, historia, novedades y anécdotas sobre las más diversas sustancias. 

El espacio dedicado a la música está comandado por Maitena Aboitiz y se llama, sin muchas vueltas, “Música y Data”. 

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Ivana Szerman concentra política y humor memero con sus “Starter Packs” y Matías Colombatti es el encargado de profundizar sobre cuestiones sociopolíticas y conduce “La Columna de Colomba”. Y la lista sigue.

Somos Gelatina: Quiénes son lxs Conductores

Todxs lxs comunicadores del staff de Gelatina vienen de la radio e hicieron carrera en ese medio.

“Yo soy un abogado frustrado”, cuenta riendo Pepe Rosemblat. Es verdad, Rosenblat estudió derecho durante varios años aunque no llegó a recibirse, pero posiblemente les lectores promedio lo conozcan de los tiempos en donde encarnaba al “Pibe Trosko” en Twitter, o por sus participaciones como “El Cadete” en radio El Destape, Nacional Rock o Radio del Plata. También, por los personajes humorísticos que encarna junto a su amigo Martín Rechimuzzi en diferentes proyectos. 

“Yo vengo de la militancia política y encontré, a través del humor político, una forma de poder tener un discurso que interpele a otros. Y todavía estoy acá, explorando la potencia de la comunicación”, explica el conductor.

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Marcos Aramburu tiene formación de locutor. “Mi formación tiene que ver, precisamente, con las formas. Es más aprender a cómo decir que aprender a qué decir”, cuenta. Durante muchos años hizo radio gratis y luego llegó el trabajo junto a Elizabeth “La Negra” Vernaci.

Sobre drogas comenzó hablando en Instagram y al poco tiempo llamó la atención de Vice en español. Así fue cómo, en el 2021, hizo una serie de videos animados sobre drogas y reducción de daños para el reconocido medio: le iba muy bien hasta que Vice cerró.

Sobre su rol de comunicador designado sobre temas de sustancias, dice: “Es algo que toca de cerca a un montón de gente y la mayoría de los discursos públicos sobre el tema son totalmente prohibicionistas y cargados de prejuicios. Faltaba alguien que hable de eso honestamente. No me considero un especialista, creo que mi valor agregado es simplemente hablar sobre drogas con honestidad”. 

Y resalta el espacio que se lo permite: “Creo que es un valor del medio. yo no podría hacer esto en otro lado”.

“La gente está cansada de un tipo hablando del flagelo de la droga y que abajo del bigote se note que se tomó un pase”, sentencia. 

Ivana Szerman dio sus primeros pasos en radio como productora. Luego sintió el deseo de pasar al aire, recuerda, y no le resultó nada fácil. “No me fui heroica ni muy resuelta de la radio, tampoco me fui porque quise”, recuerda con cierta amargura, sobre las épocas en las que el macrismo vació varios medios entre ellos en el que ella trabajaba. 

Antes de que eso suceda hizo algunos videos también para Vice junto a NatGeo, donde por primera vez habló a cámara. ”Eso me cambió la perspectiva y ahí entré de lleno en País de Boludos”, cuenta la conductora. 

País de Boludos es el lugar que la dio a conocer como comunicadora. “Ahí empecé a hacer el programa diario que era lo que quería y quiero hacer: ser conductora”, cuenta. Ivana también conduce y es productora general en Mate, medio armado por ella misma. 

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Matías Colombatti estudió periodismo y hace radio desde los 14 años. Ya había trabajado con Pedro y con Maitena en Patrulla Perdida, en el Destape Radio. 

El concepto era muy similar al de ahora: “En lo posible trato de tener un trabajo aproximándome mas a las preguntas que a las certezas, sin bajar una línea de lo que hay que pensar, pero ubicándonos y reconociendo desde qué lugar hablamos políticamente”.

Por su parte, Adrián Lakerman tiene una columna quincenal sobre humor, donde analiza el humor de diferentes personalidades (y no personajes, importante distinción) argentinas. 

Para Lakerman, que viene del guión, el humor es un campo de estudio que comenzó a indagar para enriquecer su trabajo de escritor para TV. Todo lo que aprendió en esa búsqueda lo llevó a armar su podcast Comedia donde entrevistaba a actores, guionistas, humoristas. 

Luego viene su columna de humor en Últimos Cartuchos: “Ahí empieza un nicho de divulgación del humor”, cuenta Lakerman, a partir del cual es convocado por Pepe para participar de Gelatina. 

“Hasta una semana antes no sabía bien qué iba a hacer, pensé primero en el humor de Maradona, después surgió el humor de Cristina, y así me di cuenta que me interesaba mucho investigar el humor de las personas que no se dedican al humor”.

Ante la pregunta, dice: sus tres humoristas argentinos favoritos son Martín Garabal, Chalo López y Alexis Moyano. Que, además, son sus colegas y amigues.

“Yo al humor me lo tomo en serio para analizarlo porque es un hecho artístico”, desarrolla. “En general, las sociedades lo desprecian un poco. Para la mayoría de la gente no es serio pero para mi sí”.

Por su parte, Maitena Aboitiz es una cara conocida de larga data. VJ de MuchMusic durante los inicios del milenio, también pasó por las radios Rock and Pop y La 100, siempre hablando de música. 

Destacó dentro del rubro por su aproximación nerd y seria a la cuestión musical. ¿Qué sería, para ella, saber de música?: “Para mí, saber de música es un estudio constante y es meterse a entender a les artistes y al contexto de la época. Entender a la pieza artística o al personaje desde un lugar integral. Y es una entrega a una escucha muy profunda”. Y sigue: “Yo soy del tipo de persona que se sienta a escuchar música como otres se sientan a ver una película”.

Maitena también es autora de tres libros: Antología del Rock Argentino, La Histora detrás de Cada Canción, donde se dio el lujo de entrevistar a personajes como Charly García, Andrés Calamaro, Celeste Carballo, Hilda Lizarazu y Pappo, entre otres; Cerati en Primera Persona y el último Rockandroll, un Libro para Dibujar, Rockear y Manchar sin Parar, que se puede conseguir a través de su cuenta de Instagram. 

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“Quiero mucho a mis libros, me dieron mucho en mi camino y principalmente conocer a mucha gente y las presentaciones: el encuentro con los lectores es una de las cosas más maravillosas que me ha tocado vivir”, cuenta la periodista.

Y Gelatina es un medio político, pero la música de este país, el rock sobre todo, también lo es: “Escuché una vez una frase que le da sentido a todo: la música no cura pero alivia el dolor. Y creo que en estos momentos se puede ver: a través de la música nos divertimos, sanamos, lloramos, nos abrazamos, nos permitimos ser de otra manera. Así que militarla es un honor y un placer”, dice Aboitiz.

Somos Gelatina y esos raros formatos nuevos

¿Qué tiene de diferente hacer un streaming con hacer un programa de radio? ¿Y con salir por televisión? ¿Qué dificultades de producción conlleva?

Todes les conductores tienen alguna reflexión que aportar desde su experiencia: “Que se te vea es diferente, obviamente”, dice Szerman. “Y antes no existía tanto el archivo. Ahora cualquier cosa que digas va a ser un potencial carpetazo o una potencial risa”. Aunque esto último, reconoce, tiene más que ver con el cambio de época que con el cambio de soporte. 

“Yo creo que todavía no apareció el valor único de los streamings”, reflexiona Aramburu. “Me parece que todos los días vamos buscando, encontrando y descartando cosas”.

“Es enorme el desafío de hablarle a una audiencia mucho más difícil de definir que la de los medios tradicionales”, aporta Colombatti.  “No tomarse a uno mismo tan en serio ni a lo que uno tiene para decir. Escaparle a la indignación, la bronca y el odio, emociones que prefiero evitar en un contexto complejo como el que vivimos. Cómo incorporar la reacción en vivo minuto a minuto de la audiencia también es un desafío”

Szerman agrega: “La cultura del ‘hazlo tu mismo’ está en el stream y en la radio comercial, no”. 

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Todes están de acuerdo en eso: lo que más les gusta del streaming (y de Gelatina en particular) versus la radio tradicional es la libertad artística y política que brinda la autogestión, el contacto directo con la audiencia y el confort de trabajar entre amigos en un ambiente pequeño. 

Más en un país donde los grandes medios de comunicación están históricamente ligados a diversos poderes económicos. “Gelatina es un lugar maravilloso de creatividad, de libertad, de resistencia, de diversión”, describe Aboitiz.

“En el mundo del streaming está todo por hacerse y eso está bueno”, dice Rosemblat. “Siento que estamos trabajando en un canal de tele en la década del 50, una fase embrionaria que no tenemos idea hacia dónde va. Pero me gusta formar parte de este primer impulso”. 

Sindicalismo virtual y patrones invisibles

Como medio digital y gratuito de fuerte impronta política (peronista para ser más específicxs), los derechos del trabajador y los modos de financiamiento son un tema polémico y del cual se habla abiertamente. Esa es la cara, coinciden todes, menos feliz de esta libertad que habilita ser un medio autogestivo en Internet.

La principal fuente de ingresos de Gelatina es de la gente que los consume. “Eso no significa que deje de disputar la pauta tanto pública como privada, porque me parece que la manera de disputar audiencia hay que disputar también la vía de financiamiento”, enuncia Pepe. 

Y sigue: “Los grandes medios en Argentina son simplemente la cara visible de empresas que utilizan esos medios para fortalecer sus propios negocios”. La cercanía con la audiencia que permite el formato es aquello que permite que los acompañen financieramente y que el público sepa.

“Es interesante para pensar cómo las empresas renuncian a bancar espacios donde hay posicionamiento claro. Salvo esos posicionamientos que no afectan mucho a nadie: estar a favor del universo no molesta a nadie”, ridiculiza pero con razón. 

Sobre la misma temática, Szerman problematiza: “¿Soy patrón, soy trabajadora, me estoy autopagando un salario? Esa estructura laboral formal también está por definirse”.

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“La contracara de esta libertad es la falta de organización laboral en el mundo digital, que al fin y al cabo es la meca del capitalismo. Las redes no fueron hechas solo para entretener, sino para a través de nuestros datos para maximizar la ganancia de algunas empresas”, sigue Rosemblat. “Nosotros, al fin y al cabo, trabajamos para patrones que no conocemos, que son los dueños de Twitch y de YouTube”

“Creo que hay que encontrar un equilibrio entre los beneficios que nos ofrecen estas tecnologías y las condiciones de trabajo de los medios tradicionales”. 

Gelatina de porro

¿Y el cannabis? Ivana no fuma, Pepe y Marcos sí. “Yo fumo mucho menos porro del que la gente cree”, se ríe Marcos. Pero a ningunx le gusta ir a trabajar fumado: lo dejan para los momentos off the record de la vida.

Tampoco les interesa como comunicadores ponerse excesivamente cannábicos, al menos en lo que a consumo refiere: “No me gusta pensar que todas las personas tienen con el cannabis la relación que yo tengo. Entonces no hago un culto de mi consumo ni lo recomiendo. Sí, yo fumo, pero no creo que a todo el mundo le haga bien”, desarrolla Pepe.

A lo cannábico les gusta más comunicarlo desde el lado político, siempre tratando de echar luz sobre las aristas más sociales de la lucha y no tanto desde la postura del fumón. Y esa es, a grandes rasgos, la bajada general del medio sobre el tema, en la cual todes están de acuerdo.

“La legalización de las drogas no es la causa de los fumones, es desarmar una herramienta de persecución histórica”, dice Aramburu, quien aclara que en su día a día fuma mucho menos porro del que la gente cree.

Colombatti, la voz autorizada en política, también se reconoce como consumidor. “Tanto como consumidor como comunicador, busco aportar la mayor cantidad de información para terminar con prejuicios, estigmatizaciones y la enorme hipocresía que rodea al debate por el cannabis y las drogas en general”. 

Sobre el estado actual del debate sobre el cannabis y su pertinencia, Rosemblat reflexiona: “Yo creo que los momentos se construyen. A priori no están dados nunca. ¿La pandemia era momento para discutir el aborto? Y, bueno, evidentemente sí porque la ley salió. ¿2009 era el momento para el matrimonio igualitario? Evidentemente sí. ¿La 125? Y bueno, por ahí no, no sé. Uno lo ve con el diario del lunes. Yo no creo que las agendas que desatiende el gobierno tengan que ver con las agendas que atiende” 

Aramburu cree que el relato en torno a la despenalización no está del todo bien construído. “La prohibición esconde temas de clase y de género”, dice. “La mayoría de las travestis detenidas están detenidas por narcomenudeo, por ejemplo. Y más de la mitad de las mujeres detenidas lo están por delitos ligados a la Ley de Drogas”. 

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“La discusión no es porque los porreros se quieren fumar un porro tranquilos. Eso ya sucede. Vos, con REPROCANN, podés viajar con 40g de porro pero en la calle de al lado detienen a un pibe porque se fumó una tuca y ni sabe lo que es el REPROCANN y pasa la noche en la comisaría”.

Szerman hace hincapié en lo difícil que sigue siendo el acceso al cannabis medicinal, aunque la sociedad ya lo reconoció, ya se votó en el Congreso y ya sucede en otros países. 

“Si ya se definió que es una cuestión de salud, ¿por qué no es sencillo? ¿Por qué andamos todes buscando unos aceites en unas cuentas de Instagram medio raras y que no sabemos de donde vienen?” , dice. “El REPROCANN lo sacamos todos pero si te querés dedicar a producir para la salud igual estás volcado a la clandestinidad. Eso no se resuelve y pasaron 5 años de la ley”. 

Lackerman tiene un consumo recreativo esporádico de cannabis y hace un año implementó el aceite para dormir. “Me hace muy bien”, dice. “Mi postura es que nadie vaya en cana por tenencia o consumo de eso. Y ni hablar de las virtudes económicas que tiene su explotación”.

¿Y la relación entre cannabis y humor? “Funciona muy bien porque deshinibe y tiene esa cosa de la risa que es espectacular. Pero yo diría que es muy bueno para cualquier experiencia arística, esa posibilidad de agudizar la sensibilidad de uno, de estar receptivo. Para el humor en particular y para el arte en general”.