¿Marihuana o Cannabis?: un Vistazo a las Palabras y Frases Polémicas de la Industria
Es una verdad innegable que las palabras tienen poder. En ningún lugar es esto más evidente que en el mundo de las relaciones públicas y el marketing, donde la percepción del consumidorx define el éxito de una marca. Hay una fina línea a seguir: si juegas demasiado seguro, la compañía se vuelve anticuada e inaccesible. Juega demasiado arriesgado, como la campaña de BLK MKT de GreenTec Holding, y te arriesgas a la indignación pública.
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La forma más simple de manejar las palabras con estigma es abordarlas de frente en el protocolo de una compañía. ¿Está bien decir “marihuana” o “porro” en lugar de “cannabis”? ¿Qué tal “drogarse” versus “consumir”?
Esperamos que este análisis de algunas frases y términos cuestionables usados frecuentemente en la industria del cannabis ayude a crear una conversación en tu compañía, y te inspire a crear una guía de estilo interna si aún no tienes una. No abogamos por un uso sobre otro, ya que lxs consumidores de cannabis dicen disfrutar de términos clásicos y contraculturales como “fumonx”. Sin embargo, te invitamos a examinar los términos con los que tu marca puede alinearse más estrechamente.
¿Cómo le digo? Cannabis, marihuana, porro…
Te preguntarás por qué hay tantos términos para esta planta… marihuana, cannabis, ganja, porro, faso, droga, etc. Muchos apodos se desarrollaron para la planta porque el cannabis fue ilegal durante mucho tiempo. Esto es cierto para cualquier sustancia o actividad que sea ilícita. Por ejemplo, en la época de la prohibición del alcohol en EEUU se popularizaron términos de la jerga (como booze o sauce) que todavía se usan hoy en día.
Muchas personas que consumen cannabis se enorgullecen de términos como “marihuana”, “porro”, “ganja” o “faso” porque son un guiño a una época en la que estaban empujando los límites del uso normalizado del cannabis. Estas palabras se encuentran en un punto intermedio: algunas marcas pueden considerarlas útiles para mantener la coherencia con el tono de la marca, pero otras empresas pueden decidir no incluirlas en la lista.
Técnicamente hablando, el nombre científico del género en cuestión es Cannabis Sativa. En general, “cannabis” es el término más preciso y menos ofensivo.
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En EEUU, la palabra “marihuana” ha sido recientemente objeto de críticas por sus connotaciones potencialmente racistas, en relación con la ley y el uso por parte de la población mexicana. En la década del ’20, cuando se prohibió el cannabis, lxs mexicanxs empezaron a utilizar nombres de mujeres como código para la planta. Se piensa que “marihuana” es una mezcla de “María” y “Juana”, de donde también se obtiene el término “María Juana”. La palabra fue recogida cuando los Estados Unidos trataron de aprobar leyes contra los derechos humanos de lxs mexicanxs y más extranjerxs.
En una audiencia celebrada en la década del ’20, el Comisionado Harry Anslinger (primer comisionado de la Oficina Federal de Estupefacientes del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos) declaró que “hay un total de 100.000 fumadores de marihuana en los Estados Unidos, y la mayoría son negrxs, hispanxs, filipinxs y artistas. Su música satánica, el jazz y el swing son el resultado del uso de la marihuana. Esta marihuana hace que las mujeres blancas busquen relaciones sexuales con negros, artistas y otros”.
Como se mencionó anteriormente, muchxs consumidores de cannabis buscan “recuperar” ciertos términos para referirse al cannabis, y “marihuana” no es una excepción. Aún así, es esencial para una marca reconocer la historia que afianza tales términos y luego tomar decisiones de estilo definitivas en torno a su uso.
Cómo llamar al acto: ‘consumir’ versus ‘drogarse’ versus ‘medicarse’
“Consumir” es el más seguro de los términos, ya que no tiene connotaciones negativas y tiene un significado claro.
Sin embargo, “medicarse” versus “drogarse” es una dicotomía que se extiende más allá del cannabis. Por ejemplo, en un hospital puedes estar “medicadx” con oxicontina, pero si tomaras la misma sustancia en forma de heroína, estarías “drogadx”. El mismo problema es evidente para el consumo de cannabis, ya que existe una asociación negativa con “drogarse”. Quizás con el tiempo, estar “drogadx” con cannabis tenga una connotación puramente positiva.
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Muchas marcas de cannabis que se centran en productos medicinales y relacionados con la salud utilizan el término “medicarse” para dejar claro que su consumo es beneficioso para la salud del consumidorx. A medida que siguen saliendo a la luz los beneficios medicinales del consumo general de cannabis, las marcas no medicinales también están adoptando el término “medicarse”.
¿Y el humano? ‘Consumidorx’ vs. ‘paciente’ vs. ‘usuarix’ vs. ‘fumonx’
Al igual que el término “consumir”, “consumidorx” es un término claro sin asociaciones negativas.
Palabras como “fumonx” entran en la categoría de preferencia del cliente, como lo hacen los términos de la jerga cannábica. Si se ajusta a la marca y a lxs clientes les gusta, entonces esas palabras están bien para tu empresa. Mientras que tienen connotaciones negativas en términos de uso histórico, en el uso moderno es más bien una mezcla. Marcas como MedMen incluso han realizado campañas como “Olvídense del Fumón” para tratar de romper los estereotipos de consumidores de cannabis, mientras que otras marcas se enorgullecen del término.
El término “paciente” se ajusta mejor a usuarixs medicinales, que requieren una receta de un médicx con licencia para poder comprar cannabis. No debe utilizarse de otra manera.
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En algunos contextos, “usuarix” es una palabra que se mezcla con “abusadorx” en su connotación. Si decimos que alguien “usa”, a menudo queremos decir que hace un mal uso de una sustancia.
¿Está mal decir ‘mercado negro’?
“Mercado negro” puede ser uno de los términos más polémicos de nuestra lista. En los últimos años, ha habido un cambio general en la industria de la marihuana y otras industrias emergentes, alejándose de este término. Las razones son numerosas, entre ellas las asociaciones con el racismo y el clasismo.
En particular, líderes de la industria del cannabis consideran que el término “mercado negro” desestima las bases que lxs cultivadores ilícitxs de marihuana pusieron en el camino de la legalización. Por suerte, si tu marca también decide alejarse del término, hay muchas frases de apoyo para sustituirlo. Entre ellas están “mercado ilícito” o “mercado no regulado”, aunque estos términos siguen sin reconocer la importancia que tuvo el crecimiento del “mercado negro” de cannabis para la industria actual.
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En su lugar, entre las frases emergentes con asociaciones positivas y un guiño a la historia figuran “mercado autorregulado”, “mercado prerregulado” o “mercado heredado”. Este último fue popularizado por Danielle Jackson (Miz D), artista, activista y empresaria nacida en Vancouver.
Independientemente de la elección que haga tu marca para su uso, es importante reconocer las crecientes conversaciones y movimientos en torno a términos polémicos como “mercado negro”.
Usar el término correcto: ‘Legalizar’ vs. ‘regular’ vs. ‘reprogramar’ vs. ‘desprogramar’
Hay muchos caminos que las leyes y reglas del cannabis pueden recorrer, y es esencial usar correctamente los términos en los comunicados de las empresas.
La legalización es la acción de hacer permisible por ley algo que antes era ilegal. Muchas veces cuando se utiliza la palabra “legalización” en relación con la marihuana, cuando el término realmente significa “reprogramación”.
La regulación es la acción o el proceso de regular o ser regulado. Es importante señalar que la regulación no indica necesariamente un impacto o autoridad legal. Por ejemplo, las ligas deportivas tienen reglamentos que no están asociados con leyes de ningún tipo.
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Si bien los términos anteriores se explican por sí mismos, las diferencias entre la desprogramación y la reprogramación son más complejas. El quid de la cuestión está en la Ley de Sustancias Controladas. Actualmente, la marihuana es una sustancia de la Lista 1, lo que significa que “no tiene valor medicinal” y “presenta un alto potencial de abuso”. Otras sustancias de la Lista 1 son la heroína, el LSD y el éxtasis. Reprogramar la cannabis significa cambiar su clasificación a otro grupo de la Lista. Además, la reprogramación permitiría realizar investigaciones sobre los beneficios medicinales de la marihuana, cosa que no es posible con las sustancias de Lista 1.
En cambio, la desprogramación eliminaría el cannabis de la Ley de sustancias Controladas, y quedaría fuera del control de la Administración de Drogas y Alimentos. Los beneficios de la desprogramación por sobre la reprogramación son que los estados que ya han regulado el cannabis estarían protegidos contra la aplicación de la ley federal, habría un aumento de los ingresos fiscales, acceso a bancos regulados por el gobierno federal y una reforma de la justicia penal, por nombrar algunos.
A medida que los estados continúen legalizando alguna forma de cannabis, el gobierno federal no tendrá más remedio que desprogramar o reprogramar la planta, y sin duda tu marca tendrá algo que decir al respecto. Asegúrate de elegir tu jerga legal correctamente.
¿Qué estoy fumando? Índica, sativa, perfiles de cannabinoides y terpenos…
Al entrar en un dispensario y leer un menú estándar, lx cliente suele ver tres opciones de clasificación del cannabis: índica, sativa o híbrida. La verdad es que la distinción ya no existe entre las variedades debido al cruce, si es que alguna vez existió.
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Hay que agradecerle a un biólogo del siglo XVIII llamado Jean Baptiste Lemarck por las distinciones que observó al fumar diferentes variedades de cannabis (la baja se llamó índica, la alta sativa), pero lxs biólogxs actuales señalan diferencias más significativas entre los perfiles de terpenos que las viejas clasificaciones de índica vs. sativa.
Entonces, ¿por qué seguimos viendo esos términos en todas partes? Las buenas prácticas de comercialización dictan el uso de términos con los que lx comprador está familiarizadx, y es por eso que las palabras se adhieren a la modernidad. Pero así como Lemarck intentó fumar diferentes variedades de marihuana y nombrarlas en consecuencia sin mucho respaldo científico, las compañías de cannabis clasifican “índica” o “sativa” basándose en cómo afectan generalmente a unx fumador.
En realidad, las partes más influyentes de una planta de cannabis son los componentes cannabinoides y terpenos. Los cannabinoides interactúan con el sistema endocannabinoide del cerebro; el THC y el CBD son los cannabinoides más conocidos. Los terpenos son compuestos aromáticos que se encuentran en todas las plantas, y cada vez hay más pruebas de que los terpenos de la marihuana juegan un papel importante en la psicoactividad.
De cara al futuro, es probable que las marcas se alejen de términos como “índica” y “sativa” en un esfuerzo por unir más exactamente la marihuana con sus consumidores. Mientras tanto, si tu marca usa estos términos, debe ser reconocido y comprendido que en realidad no significan mucho.
¿Cómo es esto de que no puedo llamarla ‘cepa’?
“Cepa” es una palabra que se reserva mejor científicamente para las bacterias, los hongos y los virus.
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La palabra que buscas es “variedad”. En particular, la palabra científica que buscas es “chemovar” o “variedad química”. Como se ha señalado en la sección anterior, las diferencias físicas entre las plantas no proporcionan información sobre los efectos que la planta tendrá, por lo que el análisis químico es la mejor apuesta para obtener resultados precisos de consumo.
También se puede ver el término “cultivar” flotando por ahí. Un “cultivar” es una variedad de planta que se ha producido en el cultivo por medio de la reproducción selectiva. Técnicamente esto es cierto para todo el cannabis regulado y, como el término “variedad”, en realidad no proporciona mucha información sobre sus componentes químicos que son tan esenciales.
CBD: ¿’No psicoactivo’ o ‘no tóxico’?
La Organización Mundial de la Salud define como “psicoactiva” a cualquier sustancia que afecte a los procesos mentales, como la cognición. Según esta definición, el CBD podría considerarse psicoactivo, pero el factor clave que lo distingue es que el CBD no es tóxico, incluso en concentraciones muy superiores a las que la mayoría de las personas ingeriría.
¿La razón? Los receptores CB1 en el sistema nervioso central y el cerebro son capaces de aceptar el THC, pero no el CBD, lo que significa que tu sistema no puede ser intoxicado por él. Es una pequeña distinción, pero es importante usar la terminología correcta para tu marca, para que sea evidente que tu compañía está informada sobre la ciencia dura del CBD en el cuerpo.
¿Es lo mismo ‘uso recreativo’ que ‘uso adulto’?
Según Merriam-Webster, una “droga recreativa” es aquella que no tiene ningún beneficio medicinal, y sabemos que en lo que respecta al cannabis no es así. Muchxs sostienen que el término “cannabis recreativo” trae a la mente una connotación juguetona, y generalmente le quita gravedad a la legalización y la regulación.
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Por ejemplo: no nos referimos a lxs adultxs que participan en la ingesta legal como si estuvieran tomando “alcohol recreativo”. De igual manera, la frase no es inclusiva. ¿Qué pasa con aquellxs que usan la planta sólo para uso medicinal en un estado “recreativo” o espiritualmente, en función ceremonial?
Por el contrario, la frase “uso adulto” trae a la mente el consumo responsable en entornos apropiados, y abarca a todxs lxs consumidores y sus prácticas. Por ello, la mayoría de los Estados crean leyes sobre el cannabis para “uso adulto” y no leyes sobre el cannabis “recreativo”.
En conclusión: ¿Estamos siendo demasiado sensibles?
En los últimos años ha habido un aumento de lo “políticamente correcto”, y también ha habido una contrareacción implicando que, tal vez, todxs estamos siendo un poco demasiado sensibles. Pero la cosa es que ser “políticamente correctx” no tiene nada que ver con ser “correctx” en absoluto: tiene que ver con ser consciente de qué palabras se utilizan en qué contexto.
Debido a que la percepción del consumidorx define el éxito de una marca, la mejor apuesta es jugar con tu público. Por lo tanto, elije los términos que te gusten para el manual de tu empresa, pero ten presente de examinar las diferencias entre ellos y su impacto en tu marca y tus clientes.
Vía NisonCo, traducido por El Planteo.
Foto por Alexandre Chambon vía Unsplash
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