Perimenopausia y Marihuana: ¿Qué Sabemos?

Es difícil imaginar a las mujeres de las generaciones pasadas teniendo un mayor número de complicaciones hormonales en los años previos a la menopausia que tienen las mujeres de hoy en día. Las toxinas en el aire, los alimentos y el agua crean xenoestrógenos en el cuerpo. Estos productos químicos agresivos se enmascaran como estrógenos naturales y para empezar tienen efecto en las mujeres que ya están experimentando las fluctuaciones hormonales naturales de edad mediana.

Existe una enorme lista de las complicaciones que pueden surgir en las mujeres durante la perimenopausia. Muchas de estas complicaciones podrían reducirse con la fórmula correcta de hábitos saludables de vida como descansar lo suficiente, reducir el estrés, la desintoxicación, la alimentación saludable y suplementos específicos.

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Y esto es exactamente donde puede entrar el consumo de cannabis medicinal. Su consumo puede reequilibrar el vital sistema endocannabinoide durante la perimenopausia, que a su vez puede ayudar a equilibrar el sistema hormonal.

¿Qué pasa en la perimenopausia? Cambios hormonales y del estado de ánimo y más

Los años antes de la menopausia directamente a veces se denominan como la “ventana de vulnerabilidad” por el desarrollo de una variedad de condiciones psicológicas, como la depresión, la ansiedad y los trastornos del sueño. Los niveles de estrógeno pueden fluctuar considerablemente durante la perimenopausia, mientras que los xenoestrógenos continúan acumulándose creando problemas. Todo esto puede conducir a tumores fibroides, ovulación dolorosa, cáncer de mama y cambios de humor severos.

Los problemas con el estrógeno también afectan a otras hormonas que son parte del sistema endocrino, como la testosterona y progesterona. Todas estas sustancias desempeñan un papel vital a la hora de la función cognitiva y del equilibrio emocional.

Además de los cambios fisiológicos específicos que las mujeres de mediana edad pasan, puede ser un período muy estresante en general. Los padres se hacen mayores, los niños se van de casa, los cambios en el trabajo y el fin de relaciones son sólo algunas de las situaciones de carga emocional que pueden surgir durante los años centrales.

Teniendo en cuenta todos estos factores, no es de extrañar que en un estudio que cuestionaba a más de 514 millones de personas en más de 30 países encontró que la depresión en mujeres de mediana edad era el doble en los últimos 40 años.

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Además de cultivar la conciencia de sí mismx a través del asesoramiento y de las modalidades como EFT / Tapping (así como el posible uso de hormonas bioidénticas para aumento natural de los niveles de progesterona), el consumo de cannabis puede desempeñar un papel no sólo en la regulación de la química del cerebro, sino que también posiblemente desplace los xenoestrógenos dañinos.

El sistema endocannabinoide y las hormonas

Una de las razones del beneficio del cannabis en el cerebro es por el papel neuro-protector de los cannabinoides en el cuerpo. En parte, debido a la presencia del fitoestrógeno apigenina, el cannabis ayuda a mediar en el crecimiento de nuevas células cerebrales y las conexiones que se forman entre ellos.

En un estudio con ratones realizado por la Universidad Hebrea de Jerusalén, el cannabinoide 2-AG mostró reducir el nivel de moléculas tóxicas, disminuyendo así las cantidades de radicales libres que produce la inflamación y aumentando el suministro de sangre al cerebro en la lesión cerebral traumática.

Algunas investigaciones, como la de un estudio de 2011 realizado por la Universidad de Newcastle en Inglaterra, encontró una correlación directa entre la disfunción del sistema endocannabinoide y las condiciones relacionadas con el estado de ánimo, así como la forma en la que el cannabis puede ayudar.

“La anandamida, el tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol (CBD) se combinan de diversas maneras antidepresivas, antipsicóticas, ansiolíticas, analgésicas y acciones anticonvulsivas, lo que sugiere un potencial terapéutico en el estado del ánimo y de los trastornos relacionados”, dijeron los investigadores.

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Curiosamente, los investigadores de Newcastle señalaron que “anormalidades en los receptores cannabinoide-1 (CNR1)” se encontraron en los desequilibrios psiquiátricos (cuando se estudió post mortem). El CNR1 es un gen con “códigos” para los receptores de cannabinoides-1 (CB1).

El CB1 también está estrechamente conectado con el funcionamiento del sistema endocrino, ya que hay receptores cannabinoides activos situados dentro y cerca del hipotálamo. La investigación también indica la presencia de receptores CB1 en las gónadas (ovarios y testículos) de hombres y mujeres.

Y aquí es donde la marihuana puede ser capaz de ayudar a las personas que transitan la perimenopausia de otra manera. Se mencionó que la apigenina, que se encuentra en el cannabis, así como en los granos y semillas como el lino, es un “fitoestrógeno“.

Eso significa que a la apigenina le gusta a unirse con los receptores de estrógeno en el cuerpo, a menudo ocupando el espacio que llenarían los xenoestrógenos. Como en los estudios que datan de la década de 1980, no ha habido evidencia de que la apigenina en el cannabis tenga una alta propensión a la unión a los receptores de estrógenos.

En un estudio de 1983 se observó la actividad de unión del receptor de estrógeno en el extracto de cannabis crudo, condensado de humo de la marihuana y varios componentes conocidos de la marihuana, una actividad estrogénica directa de extracto de cannabis no pudo ser demostrada in vivo.

El cannabis, el cortisol y la serotonina

El cuerpo va a responder a una “amenaza” percibida si es real o imaginaria. Cuando lo hace, se crea una serie de respuestas, la última de las cuales es la liberación adrenal de cortisol, a menudo llamada la hormona del “estrés”, ya que se activa durante la “lucha o huida”.

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Varias cosas suceden cuando el cortisol se libera, siendo la más significativa la de los recursos del cuerpo que se desvían de la digestión y de la función inmune para la preparación del cuerpo en la opción “Ejecutar”, “luchar” o “ir con el status quo”.

Especialmente en condiciones de estrés crónico, como la depresión o trastorno de estrés postraumático, los niveles de cortisol permanecen tan altos en el torrente sanguíneo que los niveles de serotonina y dopamina (las hormonas asociadas con el placer y la relajación) se mantienen de forma permanente baja o inexistente.

Los niveles de cortisol tienden a aumentar durante las últimas etapas de la perimenopausia y la menopausia, aunque los investigadores no han sido capaces de determinar exactamente por qué. Las consecuencias de este aumento son notables: el insomnio, aumento de peso, un sistema inmune comprometido y una mayor posibilidad de trastorno de ansiedad o depresión.

Algunas modalidades y suplementos, como la DHEA y de masaje, han demostrado una clara habilidad para equilibrar el cortisol y la serotonina. Las primeras investigaciones también muestran que dosis muy bajas de cannabis también pueden ayudar a regular y estabilizar los niveles de serotonina, de nuevo a través de la asistencia en el buen funcionamiento de los endocannabinoides entre las vías neurológicas. La evidencia anecdótica de pacientes con TEPT apoya también esta hipótesis.

Perimenopausia y marihuana: Conclusión

Como es el caso con todas las modalidades de curación, la dosis y modalidad de consumo de marihuana varían para cada persona, y la perimenopausia no es diferente. El humo del cannabis o su vaporización parecen ser el mejor modo de administración para el efecto fitoestrogénico del cannabis, mientras que los efectos de la hormona de equilibrio cerebrales parecen ser eficaces en cualquier forma, pero sólo con dosis bajas.

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Se debe tener precaución cuando se está tratando con cannabis el estado de equilibrio del ánimo por primera vez con el fin de determinar cómo te afecta. Además, de tomarse precauciones adicionales para las mujeres que tienen hipotiroidismo.

Si bien no ha habido ninguna evidencia para sugerir que el consumo de cannabis afecta a la tiroides con el uso repetido en el tiempo, otros estudios apuntan a una ralentización de la función tiroidea con el consumo de cannabis en general.

El principio fundamental de la medicina natural se basa en el hecho de que el cuerpo está siempre buscando el equilibrio. Debido a que la marihuana ayuda al funcionamiento saludable del sistema endocannabinoide (cuyo único propósito es lograr un equilibrio en el cuerpo), puede ser un gran complemento de la terapia para la mayoría de las personas que transitan la perimenopausia y que buscan alivio.

El mejor curso de acción es considerar el cannabis dentro del marco más amplio de un estilo de vida saludable en general. Aprende todo lo que puedas y luego de una modalidad particular, dale una oportunidad a la marihuana, siendo consciente de que cada paso del camino se considere adecuado para ti.

Vía La Marihuana.

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