The La Planta: Cumbia Cannábica a la Conquista del Mundo Entero

The La Planta es cumbia cannábica cosecha 2021, con proyección internacional y con una alianza empresarial con una marca de semillas de cannabis española. Nada mal para el proyecto de un pibe admirador de la cumbia villera argentina del interior de Uruguay. 

Nicolás Choca tiene 25 años y es un fanático del porro que siempre soñó en grande: hoy, con un feat. junto a Néstor en Bloque -uno de sus grandes ídolos- siendo una de las canciones más escuchadas de YouTube Uruguay y juntando casi 3 millones de reproducciones mensuales en Spotify, demostró que le sobraban razones.

Pero el camino de The La Planta se construyó paso a paso y a fuego lento. 

Los inicios fueron hace 7 años en la ciudad de Melo, Uruguay, lejos de la playa y a 500 km. de Montevideo. Primero tocando en eventos privados y cumpleaños de 15, luego vinieron los temas propios: el primero fue “Tus Ojos que No Mienten”, que subió a YouTube en 2014. 

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Luego de ganarse a Melo a fuerza de tocar sin parar, en 2019 llegó “Madura”, la canción que los hizo conquistar Uruguay, llevándolos a tocar por los 19 departamentos. Después arribó “Ojitos Chiquititos” y después “Barrio Prendido”, del año pasado, junto a Momo y Néstor en Bloque. 

Con el éxito, llegó la mudanza. Hoy Nico eligió instalarse fuera de Melo, en el bosque y cerca de la playa. Ahora está cerca de la Capital. “Necesitaba estar a 40 minutos de donde pasan las cosas, no puedo trasladarme seis horas para juntarme a producir un tema”, explica desde su cabaña.

Post cumbia villera

“Barrio Prendido” fue el hit consagratorio, logrado a base de visión, confianza y un poco de caradurez: “Tremenda meta cumplida”, dice sobre esa colaboración.

“Barrio Prendido” era un tema que ya venía trabajando con su productor. El pulso cumbia villera, una vez más, fue idea suya. Y fue emplazado sobre un tema que originalmente era más rápido y menos cumbiero. “Yo meto todo para atrás, a 75 bpm, como ‘Ojitos Chiquititos’, en la que nadie confiaba”, explica. Se lo mandó a Momo, con quien había quedado hacer un tema alguna vez. 

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“Yo siempre gestiono, no pierdo nada”, dice. Y en el mismo audio que le mandó ya sumó el “Momo, Néstor en Bloque, Marca ACME”. Nicolás sabía que Momo había quedado en hacer un tema con Néstor en Bloque y tampoco había surgido todavía, y vio la oportunidad: “Se mataron mil pájaros de un tiro”, cuenta contento.

Ese sonido llama la atención: remite a una cumbia que se escuchaba de este lado del Río de la Plata a principios del milenio. No tiene mucho que ver con aquello que, al menos desde Argentina, conocemos como cumbia uruguaya. Es un sonido que no se escucha hace años y que inmediatamente suena familiar y, por supuesto, fiestero.

A The La Planta no le molesta la referencia. Al contrario, lo pone contento. “Desde un principio, cuando sacamos ‘Madura’, buscamos el sonido villero más argentino. Acá no había cumbia como la que yo escuchaba de Néstor, de Hernán o de La Base. Buscamos eso y la verdad que calzó. Mi tono de voz calzó, usamos el bombo de La Repandilla… nos gusta que la gente lo escuche y piense que es algo argentino de hace 10 años pero es un uruguayo en el 2020. Es raro pero quedó bien. Y me pone contento porque soy yo siendo yo, estoy en mi máxima esencia. Es con lo que me crié y por eso sale”, afirma.

Ser un fumón

La marihuana no sólo le da placer sino que es parte esencial de su proceso creativo. “Lo hago todo fumando. En general hago las canciones y grabo fumando. Es como un motor. El nombre era de verdad”, dice mientras se ríe. Su porro favorito es el primero del día, a la mañana, junto al café. “A ese le pongo un amor increíble, soy de esos que si tienen un momento especial se guardan un porro especial: si voy a ver la Champions, o tengo una cita, por ejemplo”.

¿Cómo impactó la legalización en Uruguay para The La Planta? Choca responde: “Al principio cantábamos sobre algo ilegal y algunas personas nos miraban de reojo, pero ahora se ve que claramente fue el camino. Al tiempo se legalizó y calzó justito. Acá hay mucha gente que fuma pero yo hago música para toda la familia porque lo cantan niños de 2 años y también gente de 60”.

Nico ha cultivado pero hoy está muy volcado a la música, así que le resulta más fácil ser parte de un club y comprarlo. La situación de la legalización en su país no solamente lo pone feliz como consumidor, a nivel personal, sino también en el sentido comercial: “Hoy tener la posibilidad de pertenecer a un club o ser autocultivador es otra tranquilidad. Estar en regla y tener un carnetcito no tiene precio. Además del negocio obvio, porque hoy estamos solo a un 10% de la capacidad de explotación que puede tener”.

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Y es gracias a este proceso que hoy The La Planta se encuentra trabajando con R-Kiemseeds, una empresa española de semillas cannábicas. Nico conoció a los dueños de su rama uruguaya y, otra vez de caradura, les hizo una propuesta. 

Armó un tema pensando no solamente en el cannabis sino en la empresa y hoy es el sonido que acompaña al lanzamiento de una genética: “Es muy loco que hayan creado una genética propia que se llama Cumbia y que salga con mi tema. Superó todas mis expectativas”, cuenta el cantante y compositor. La empresa está posicionándose en Uruguay, como tantas otras luego de la legalización en ese país. Junto a ellxs también lanzaron picadores oficiales de The La Planta. “Están hermosos y brillan en la oscuridad”, cuenta contento.

Sonido local, visión internacional

The La Planta sueña en grande. Tal vez, como ningunx cumbierx haya soñado hasta el momento. Con un sonido un poco retro, pero la cabeza bien plantada en el aquí y ahora, Nicolás confía en que la cumbia puede conquistar no solamente Argentina y Uruguay, sino el mundo. 

Es que ser contemporáneo a la explosión mundial de los géneros urbanos, de lo latino y de la música “de gueto” le hace pensar… ¿Y por qué no la cumbia? “Estamos luchando para que la industria tenga un poco más de alas. Nos están mirando desde Puerto Rico, desde España…”. 

Choca dice que al reggaetón y al trap no hay que mirarles solamente los recursos estéticos sino también la manera de trabajar, colaborativa y trasversal. 

“Hay que laburar con el que no conoce nadie también, si hay un buen proyecto, y darle para adelante. Es clave copiar la manera de trabajo de gente como J Balbin o Bad Bunny, es la única manera de que la industria sea mundial, y para mí hay material como para hacerlo en el Río de la Plata. Con la cumbia ya tenemos números como los que mete el trap o los que mete el reggaetón de segunda línea, y eso ya es una banda. Hay potencial de que le guste a todo el mundo, literalmente. Pero necesitamos más unión”, se ilusiona.

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Para él, la cumbia tiene que aliarse con referentes de otros géneros y así salir del nicho. Está convencido de que es algo que va a pasar casi naturalmente, y le gustaría ser parte de los agentes que aceleren ese proceso. “Es la oportunidad para que un full cumbia labure con un full trap, y pase. O que un cumbiero labure con Vicentico. Yo estoy pensando en cosas como The La Planta y No te va a Gustar. La veo por ahí”. 

Por ahora, él sigue tendiendo lazos, y mal no le va: se viene una colaboración indumentaria con la firma argentina Team Point y, en lo que a música respecta, el pasado jueves 18 lanzaron “A la gente le dice que no (Remix)” junto a Jotapê, Pekeño 77, Cg, Franux Bb, Gian y Yannic. “Ahí estamos todos”, afirma orgulloso.

Y si todo se sigue dando favorablemente, uno de los principales objetivos a mediano plazo de The La Planta es la gira por Argentina. “Me voy a ir para ese país hermoso, es lo que necesito, estoy desesperado por eso. Mi mayor púbico está allá”, concluye Nicolás.

Fotos: cortesía prensa