EXCLUSIVA: Una Guerra de Ideologías se está Apoderando del Metaverso. ¿Qué Está en Juego para las Grandes Tecnológicas?

El metaverso: una versión futura de Internet en la boca de todos, pero que en realidad aún no existe.

Como adelantamos en la primera parte de esta serie, gran parte de la infraestructura técnica necesaria para construir el metaverso (más allá del hype) aún se está desarrollando.

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Sin embargo, esta monumental tarea de reunir diferentes tecnologías por primera vez en la historia no es el mayor desafío para construir un metaverso completamente funcional y abierto.

Si el metaverso alcanza su máximo potencial, no será simplemente una red de mundos 3D interconectados, sino una nueva capa de territorio para que habiten los humanos, con su propia economía, legislación y fuerzas políticas, cuyas reglas se están debatiendo entre grandes empresas tecnológicas y activistas que buscan descentralizar y democratizar el espacio.

Una guerra de ideologías se alza en el horizonte y su resultado podría afectar la vida de todos en Internet.

El desafío de la interoperabilidad

Entre los muchos desafíos que conforman la colosal tarea de construir un metaverso operativo, la interoperabilidad surge rápidamente como uno de los temas más urgentes.

La interoperabilidad se puede explicar como la capacidad de varios sistemas y plataformas para interactuar sin problemas entre sí. Esta capacidad es fundamental para la creación de “el metaverso” más allá de los “metaversos” independientes de la actualidad.

En un metaverso completamente desarrollado, los usuarios deberían poder llevar su avatar de una plataforma a otra, junto con todos los objetos NFT asociados con ese avatar, como ropa y accesorios.

Deben ser propiedad exclusiva del usuario y no estar sujetos al control de ninguna plataforma centralizada en particular.

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Para que esto se convierta en realidad, una gran cantidad de actores clave deben acordar las reglas básicas y el lenguaje que conformarán un metaverso operativo.

El sector tecnológico está haciendo varios esfuerzos para enfrentar este desafío.

Los ‘ladrillos’ del Metaverso

Una de las iniciativas llamada “Definir y construir el metaverso” fue lanzada en 2022 por el Foro Económico Mundial (WEF). Según el WEF, la iniciativa compartirá información entre líderes mundiales de la industria, la sociedad civil y el gobierno para formular las soluciones que darán vida al metaverso.

Otro esfuerzo se llama Metaverse Standards Forum y se define como “un lugar para la cooperación entre organizaciones de estándares y empresas para fomentar el desarrollo de estándares de interoperabilidad para un metaverso abierto e inclusivo”.

El foro se lanzó en junio de 2022 con 35 empresas iniciales, incluyendo a Meta Platforms Inc. (NASDAQ: META), Microsoft (NASDAQ: MSFT), Sony (NYSE: SONY), Adobe (NASDAQ: ADBE), Autodesk (NASDAQ: ADSK), NVIDIA (NASDAQ: NVDA), QUALCOMM, Inc. (NASDAQ: QCOM), Unity (NYSE: U) y Epic Games.

Dos semanas después de lanzarse, el espacio colaborativo (que está abierto a todas las organizaciones y no requiere un pago para ingresar), tenía 1000 organizaciones participantes, y el número sigue creciendo.

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“Ésta es la primera vez que intentamos tener este nivel de coordinación entre múltiples organismos de estándares”, así como actores con fines de lucro, dijo Neil Trevett, presidente del foro en una entrevista exclusiva en El Planteo.

Trevett es vicepresidente de ecosistemas de desarrolladores en Nvidia, donde ha trabajado durante los últimos 17 años, así como presidente de Khronos Group, un consorcio sin fines de lucro de organizaciones que desarrollan estándares de interoperabilidad libres de regalías para gráficos 3D, realidad virtual, realidad aumentada y más.

“¿Qué es el metaverso por definición? La respuesta es que no lo sabemos”, dice Trevett. “Lo único que sabemos es que va a reunir un montón de tecnologías que nunca antes habían tenido que trabajar juntas“.

La creación de estándares abiertos es fundamental para ese esfuerzo.

“Estamos haciendo los ladrillos para construir el metaverso, aunque no sabemos cuál será el diseño final de la ‘Catedral del metaverso'”, dice Trevett.

Estándares 3D: Realidad virtual

Las tecnologías 3D y de realidad virtual son necesarias para que todas las plataformas se relacionen. Por ejemplo, para llevar objetos 3D o avatares de un mundo virtual a otro, algo que puede convertirse en un desafío aún mayor si se considera que en el metaverso, la mayoría de los objetos serán creados por el usuario.

“Si te esfuerzas mucho en crear tu avatar o algún otro objeto, tu auto de carreras o lo que sea, querrás llevártelo contigo”, dice Trevett.

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Un objeto 3D típico de un juego normalmente tendrá una apariencia visual específica, una geometría, una variedad de texturas y animaciones que lo convierten, por ejemplo, en una espada y no en un perro.

El activo 3D también incluirá metainformación sobre cómo se comporta dentro de un mundo virtual específico.

“Si hay un motor de física [un software de computadora que proporciona una simulación aproximada de ciertos sistemas físicos] ejecutándose, el tiempo de ejecución asignará propiedades a este objeto”, dice Trevett. Estas propiedades incluyen el peso (o cómo se ve afectado por la gravedad), la densidad (¿flota o se hunde?) y otras características.

Hoy en día, la mayoría de las plataformas y los videojuegos abordan estos problemas de diferentes maneras. Usan distintos lenguajes de codificación y archivos para alojar estos objetos.

En palabras de Trevett, los activos 3D deben transformarse en “activos metaversos”. Para eso, la estandarización es clave, “para que todos puedan ponerse de acuerdo sobre una forma portátil de asignar estos comportamientos a los activos 3D”.

“Todavía no hay estándares abiertos para eso”.

Uno de los proyectos actuales del Metaverse Standards Forum se centra en acordar un formato de archivo para objetos 3D que pueda funcionar en plataformas que contengan toda la información que el usuario desearía aplicar a ese objeto.

Pero los esfuerzos del foro no se limitan solo a la ingeniería detrás de una versión 3D de Internet.

El desafío de la privacidad

El metaverso requiere además acordar reglas de ética y privacidad. Para el cofundador de Animoca Brands, Yat Siu, los aspectos técnicos de un metaverso completamente operativo no son el principal problema a resolver. Más bien, es garantizar que los derechos de propiedad digital estén consagrados en la ley.

Según un artículo de Meta, un aspecto clave del metaverso es que trasciende las fronteras nacionales, al tiempo que crea un ecosistema económico completamente nuevo, con sus propias monedas y un conjunto de incentivos para que los usuarios y otros actores participen, contribuyan y quieran usar la plataforma.

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En un metaverso que en realidad es abierto y descentralizado, los actores deberán acordar qué incentivos se aplican para permitir que los usos se valoricen y las empresas obtengan ganancias.

“El desafío de los estándares de metaverso universal se resolverá cuando los incentivos entre todos los grupos estén alineados de manera similar”, dice Siu.

Idealmente, estos incentivos no imitarán el modelo Web2 clásico actual, donde se ofrecen productos y servicios gratuitos para monetizar y vender datos privados de usuarios.

“Hay nuevos modelos de negocios que se presentan con la llegada de Web3, y giran en torno a la creación de comunidades y permiten, por ejemplo, que esas comunidades [e individuos] interactúen entre sí”, dice Saro McKenna, co -fundador de la plataforma Alien Worlds.

Un posible modelo en torno a esta dinámica funciona mediante el cobro de tarifas de plataforma sobre las transacciones de los usuarios, de forma muy similar a como funciona la tributación en una economía de la vida real.

Ser una persona que existe en el mundo real no tiene costo per se, pero hay un costo asociado con el mantenimiento de esa existencia que forma la base de la economía humana. Esa dinámica se puede replicar en el metaverso.

Si el metaverso se vuelve realmente descentralizado, los usuarios no se verán obligados a intercambiar sus activos NFT en ninguna plataforma en particular, lo que tiene una ventaja frente a un sistema fiscal que en muchos casos funciona como un monopolio.

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“Cuando digo gratis, me refiero a que es gratis a nivel de las reglas de compromiso, no necesariamente que todo sea gratis”, dice McKenna.

“Al crear estas comunidades, las personas sienten mucha lealtad y se disponen a comprar cosas“. McKenna dice que el modelo no es tan diferente de un modelo freemium, que “también vende bienes y servicios a personas dentro de esta economía de metaverso”.

¿Qué pasa si los actores poderosos no pueden ponerse de acuerdo sobre los componentes básicos del metaverso?

Lo que está en juego es más que la interoperabilidad técnica de la próxima iteración de plataformas interactivas de Internet.

Hoy en día, muchos de los mundos virtuales comúnmente denominados “metaversos” funcionan como entornos aislados, cada uno con sus propias comunidades, monedas digitales, sistemas económicos y estructuras de incentivos.

“Estamos en peligro de terminar en una situación en la que las cosas se vuelvan innecesariamente complicadas simplemente porque no nos coordinamos como lo hacemos ahora”, dice Trevett del Metaverse Standards Forum.

El peor de los escenarios es aquel en el que no se puede lograr la coordinación y surgen múltiples estándares. Sin un acuerdo de toda la industria, más empresas podrían seguir sus propios estándares.

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Este escenario no solo pondría en peligro la mera existencia del metaverso como un entorno universal para la interacción humana digital, sino que también amenazaría con enterrar el aspecto descentralizado de la tecnología, dando a los jugadores más poderosos un control excesivo sobre las vidas de sus usuarios más comprometidos.

Si el metaverso se convierte en realidad 2.0, permitiendo que las grandes empresas tecnológicas centralicen sus reglas más básicas, podría ser lo más parecido que hemos tenido a un futuro distópico.

Un tema clave en juego es la verdadera propiedad digital. A medida que los usuarios construyan y creen objetos, edificios e incluso negocios rentables dentro de estas plataformas virtuales, querrán ser los únicos propietarios de esos activos, y no que las propias plataformas sean las dueñas y tengan autoridad sobre cómo usarlas.

“Si permitimos que las plataformas Web2 controlen el metaverso, corremos el riesgo de poner en peligro la agencia humana. El metaverso no debe ser como Ready Player One, sino más bien un multiverso con varios metaversos que interactúan entre sí sin una autoridad central. Debemos asegurarnos de que el Metaverso esté realmente descentralizado”, dice el economista Marc Arbonés.

Según Arbonés, las grandes tecnológicas están impulsando la innovación creando “ecosistemas de jardines amurallados” con pocos o ningún incentivo para establecer y mantener la interoperabilidad entre sus ecosistemas.

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La mayoría, sino todas, las grandes empresas de tecnología se han unido al Metaverse Standards Forum, en un llamado abierto a la colaboración, al menos en los aspectos técnicos de la construcción de un metaverso interoperable.

Para algunas de las fuentes, como Ryan Gill, fundador de la plataforma OpenMeta, la Web3 tiene la capacidad de recuperar los valores perdidos de la primera versión de Internet, a menudo llamada Web1.

Se refiere al concepto de empoderar al usuario final a través de la descentralización de la información que se entiende universalmente como un objetivo noble.

Volver al principio

Ese poder, que se acumuló dentro de un puñado de empresas tecnológicas muy poderosas a través de la implementación de modelos comerciales Web2, ahora se puede “devolver a la gente” mediante el uso de blockchain.

“No es un hecho que Facebook o [Mark] Zuckerberg sea el villano aquí. Es sólo el hecho de que estamos alcanzando la máxima centralización. Cualquier cosa más allá de este punto se vuelve cada vez más insalubre. Un metaverso abierto es solo una forma de construir una solución, en lugar de un problema mayor”, dijo Gill en una entrevista durante el evento Monaco Crypto Summit.

El emprendedor teme que, en un intento por mantener el valor para los accionistas, las grandes empresas tecnológicas tradicionales puedan perpetuar modelos comerciales que no pongan al usuario final en el centro del escenario, sino que los utilicen como un medio para lograr mayores ganancias.

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Gill todavía es pesimista sobre la posibilidad de lograr un metaverso interoperable desde cero que abarque a todos los principales gigantes tecnológicos de la actualidad.

Él espera que el metaverso abierto sea “una red más pequeña que incluso un mundo virtual corporativo“, al menos durante los primeros años, debido a la adopción masiva que ahora disfrutan los productos de Meta o Google.

¿Por qué el metaverso de las grandes tecnológicas podría fallar?

McKenna de Alien World también es miembro fundador de Open Metaverse Alliance For Web3, que agrupa varias plataformas de mundo virtual como Decentraland, The Sandbox y muchas otras con el objetivo de abordar los desafíos de interoperabilidad.

McKenna no está preocupado por el riesgo potencial que representan las grandes empresas tecnológicas, es decir, poseer y dominar el futuro del metaverso al ejercer su influencia sobre los jugadores más débiles.

“Realmente no está en su ADN ser participantes efectivos del metaverso. Eso no quiere decir que algunos de ellos no tendrán éxito, y les deseo todo lo mejor, pero no creo que tengan una gran ventaja competitiva sobre los demás”, dice McKenna.

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En su opinión, la mentalidad que las grandes empresas de tecnología ponen sobre la mesa puede volverse contraproducente en un entorno Web3 descentralizado, ya que no es tan fácil modificar un modelo comercial existente para que funcione en Web3.

“No me siento amenazado por los gigantes tecnológicos. Creo que probablemente se sientan bastante amenazados por la Web3 y por la democratización y los sistemas abiertos que se están creando”, concluyó McKenna.

Via Benzinga, traducido por El Planteo.