Comunidad Tribal: Volver a la Tierra con Cannabis y Cáñamo en El Valle del Cauca

La historia es calcada: llegan empresas mineras extranjeras a países del tercer mundo; prometen fuentes de trabajo y progreso; se llevan (todos) los minerales a sus países del primer mundo; cuando agotan los recursos, levantan campamento y dejan trabajadores despedidos, enfermos y el ambiente contaminado.

Esa misma tragedia se repitió, hace más de una década, en Yumbo, un municipio colombiano ubicado en el departamento de Valle del Cauca, con una mina de carbón.

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Para enfrentar la desesperanza y con la idea de crear fuentes de trabajo dignas y evitar la desaparición del pueblo, en 2017, un grupo de vecinos y activistas ambientales fundaron Comunidad Tribal.

“Sucedió que muchas personas habían olvidado las labores del campo y ahora están retornando a trabajar en sus parcelas y eso hace parte de la motivación: que retornen al campo y desde allí puedan tener prosperidad económica, que se puede lograr si lo hacemos bien”, explica a El Planteo Liliana Gutiérrez Gaviria, directora del proyecto.

Comunidad Tribal se define como una organización que trabaja para el desarrollo empresarial comunitario con producción de cannabis medicinal y cáñamo industrial.

El proyecto funciona en una finca de 12 hectáreas que mantiene la parte del bosque con una quebrada pedregal a la que están reactivando porque, en algún momento, la minería de carbón la desvió y dejó de pasar el agua.

Volver a la tierra

Junto a Liliana trabajan otras 4 personas en el área administrativa: Patricia Tamayo, gerenta; Luis Augusto en genética; el doctor Orlando José y Saúl en liderazgo comunitario.

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El motor del proyecto son más de 40 productorxs que cultivan la tierra y que, además de cannabis y cáñamo, producen café, mango y naranjas con un modelo agroecológico sustentable.

—¿Qué sería exactamente desarrollo empresarial comunitario?

—Es un emprendimiento de base rural de jóvenes y mujeres. Hay muchas ideas que tienen las personas que trabajan con nosotros que requieren apoyo para poder sacarlas adelante. Entonces, lo que hacemos es eso: unir pequeñas oportunidades que se están gestando acá y juntas volverlas grandes, con el mayor impacto.

Otra de las aristas del proyecto Comunidad Tribal es fomentar el cultivo de frutas y verduras para que la gente pueda producir sus alimentos y durante la pandemia fue una oportunidad concretada.

“Pudimos concientizar a muchas personas del territorio de que era necesario retornar al agro para tener nuestro propio alimento y eso hace parte de todo el ecosistema: proteger el agua, las cuencas que tenemos en el territorio, evitar la deforestación y volver a plantar árboles”, dice Liliana Gutiérrez Gaviria.

Medicina de la tierra

En Colombia, el marco regulatorio con el cultivo de cannabis con fines medicinales comenzó en 2017 y la planta de cáñamo se encuentra enmarcada dentro de la licencia de cultivo no psicoactivo.

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En esos años, Liliana y su grupo conocieron a una comunidad que estaba trabajando con cannabis medicinal de forma artesanal con buenos resultados para las personas que lo estaban usando y así comenzaron la investigación para armar el proyecto.

“Tenemos una muy buena semilla que cumple con los estándares internacionales y con la ley también, con el -0.3% de THC”, dice la directora de Comunidad Tribal.

A partir de este año, con una modificación en la legislación, Colombia comenzó a exportar flores secas, algo que se exigió desde las bases de licenciatarios.

“Tenemos una posibilidad maravillosa de desarrollo con esta planta, pero necesitamos que no haya tantas trabas para la producción”, afirma Liliana Gutiérrez Gaviria.

Comunidad Tribal ha sellado una alianza con las empresas Blueberries Medical Corp y con YVY Life Sciences, a cargo del empresario argentino Facundo Garretón, para alcanzar un alto nivel de calidad en sus productos.

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“Todavía no estamos comercializando, nos encontramos aún en fase de investigación y estamos cultivando las variedades que tenemos registradas para poder trabajar”, sostiene Gutiérrez Gaviria.

Las mujeres del Cauca

De acuerdo con el último censo del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) de Colombia, alrededor del 23% del total de la población de ese país habita en zonas rurales; del cual el 51% son mujeres.

Partiendo de este escenario, se materializó el proyecto Los oficios y los saberes de las mujeres campesinas del Valle del Cauca, que partió de una convocatoria de la Fundación WWB.

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Allí salieron a la luz lideresas que han enfrentado a hombres armados, cultivadoras, polinizadoras, cocineras ancestrales, productoras de licores artesanales, curanderas, tejedoras, maestras, parteras, caficultoras, entre otras.

También descubrieron que su capacidad de asocio las ha llevado a consolidar alrededor de 100 agrupaciones en el departamento, lo que les ha permitido empoderarse a nivel individual y colectivo, reflejando su aporte al desarrollo comunitario de los territorios.

“El liderazgo de las mujeres en esta región es muy importante, porque desde la gobernadora Clara Luz Roldán González hasta las personas encargadas de esta parte de cannabis y cáñamo son mujeres”, dice la directora.

Por otro lado, ella considera que, al haber tantas mujeres involucradas, “ha permitido que avance rápidamente porque hay una conciencia en esta posibilidad de desarrollo económico que nos va a dar la planta de cannabis”.

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Liliana confía tanto en las mujeres del Cauca como en la juventud para recuperar esa tierra que fue maltratada por las mineras y hoy encuentra en plantas como el cannabis y el cáñamo una nueva oportunidad.

“Cuando la mayoría de las mujeres y los jóvenes sepan que el cannabis y el cáñamo son plantas a las que hay que darles muchísimo cariño, agua, sol, fertilizantes orgánicos como los que trabajamos desde la misma finca, habremos encontrado el camino que queremos recorrer”, concluye Liliana Gutiérrez Gaviria.

Fotos cortesía de Comunidad Tribal