El Delirio y los Excesos de los ’90: Ariel Winograd Habla de ‘Coppola, El Representante’

La serie del momento es sin lugar a dudas Coppola, El Representante, la nueva apuesta de Star+ que tiene a Juan Minujín en la piel del icónico empresario argentino Guillermo Coppola, una figura clave para entender el show business mediático que definió al país durante la década del 90.

El encargado de llevar adelante la tarea fue Ariel Winograd, quien en los últimos años ya viene trabajando sobre sucesos y personajes que marcaron la cultura popular argenta de los últimos años. Así, tuvimos El Robo del Siglo, una heist movie en tono comedia sobre el famoso atraco del 2006 al Banco Rio, y El Gerente, sobre la jugada campaña publicitaria que en el 2018 ofreció a los argentinos televisores gratis si la Argentina no clasificaba en el Mundial de Rusia.

Pero para darle forma a Coppola, El Representante, el realizador optó por una dinámica de trabajo totalmente diferente a todo lo que había hecho hasta ahora. Siendo que esta vez sería en formato de episodios, y con la aparición de muchas caras famosas que conforman el imaginario de un momento muy particular de la historia argentina.

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“La serie de Coppola llega en el 2019 cuando la gente de Pampa Films me ofrece el proyecto para ver si me interesaba. Veníamos desde hacía un tiempo buscando ideas para hacer algo juntos y no la pegábamos. Cuando me dicen ‘Coppola y los 90’ le dije de una que ‘sí, adentro’. Me resultaba súper interesante todo el concepto de la década”.

Una vez que empezaron a darle forma a la serie, se concentraron en decidir quién se haría cargo del guion, ya que había una historia muy rica entre manos, pero que iba a necesitar de un tratamiento muy específico.

“Después de ver a varios guionistas se nos ocurrió proponerle la idea a Mariano Cohn y Gastón Duprat, trabajamos juntos hace muchos años en MuchMusic y siempre tuvimos buena onda, aunque no nos habíamos terminado de cruzar. Dijeron que sí, y empezó un trabajo de investigación para ver para qué lado se iba a encaminar la serie. Hubo entrevistas a Guillermo, un proceso fuerte de investigación hasta que entre todas las anécdotas que había acordamos hacer 6 capítulos y que cada uno tenga un toque diferente”.

La voz de la experiencia

Una vez conformado el equipo creativo, los involucrados optaron por tener al mismísimo Guillermo Coppola como asesor en el proceso narrativo. Guillote era la voz autorizada, aunque no interfirió con las decisiones que tomaron Cohn y Duprat para confeccionar la estructura narrativa.

“El involucramiento de Guillermo fue que una vez que dijo que ‘sí’ lo fuimos entrevistando. En un momento le contamos los guiones, otras veces se los mandamos, otras veces nos juntamos. En la primera reunión de equipo fuimos a su casa porque queríamos filmar en el balcón y en su fachada de la casa. Siempre hubo mucho respeto y distancia, hasta el final que vio los capítulos y estaba muy contento. De pronto le preguntábamos algo, pero nunca dijo ‘esto no, esto sí’. Nunca se dio así”.

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Como estrategia maestra para darle a Coppola el mayor protagonismo de la serie, se decidió que Diego Maradona no formase parte de la galería de personajes que pueblan el programa. Aunque en la vida real el astro del futbol fue crucial para darle peso a Coppola en el mundo del jet set, se llegó a la conclusión de que su ausencia física no opacaría la presencia del empresario futbolístico que es encarnado de manera magistral por el actor Juan Minujín.

“Nosotros nunca intentamos hacer una serie que genere algún quilombo. En ese momento había salido la serie Sueño Bendito, centrada en la vida de Maradona, que había generado muchos problemas, y siempre la idea que planteó Guillermo fue que ante todo el villano era él. Nosotros en cierta manera lo que queríamos hacer era un homenaje a mi generación. Esa era la mayor intención”.

Si hablamos de Coppola, hablamos de drogas. Es inevitable no vincularlo con la noche, el reviente y todo tipo de personajes que alguna vez fueron vinculados con el consumo de sustancias ilegales. Cómo olvidar el famoso Caso Coppola vinculado a los 400 gramos de cocaína que fueron encontrados dentro de un jarrón en la casa del manager.

“El tema del jarrón está contado desde el punto de vista del personaje, pero no de Guillermo Coppola. Ya hay documentales en YouTube, una autobiografía. No quería hacer una serie desde el punto de vista del reviente, las drogas y el sexo. Nunca fue esa la premisa. No queríamos hacer El Lobo de Wall Street”, se despega el talentoso cineasta.

La era del sushi con champagne en la serie de Coppola

“Con el director de fotografía somos muy fanáticos de Adam McKay. Nos gustaba el estilo de La Gran Apuesta y Vice, y después hubo una serie que salió que se llama Winning Time que nos voló la cabeza. Refleja el mundo de los ‘70 en los Lakers utilizando muchos elementos. Vimos ahí una buena referencia que jugaba con el cambio de estética”, cuenta Wino.

Y sigue: “Cuando se fue trabajando en el proceso de preproducción empezaron a nacer muchas ideas visuales. Por ejemplo, Coppola no es solamente el representante de Maradona sino de los ‘90. Entonces sacamos todo nuestro archivo de basura que teníamos en la cabeza”.

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El brainstorming de referencias no tardó en llegar, y así fue que el director de Cara de Queso pudo dar rienda suelta a la mayor cantidad de guiños posibles dentro de una historia atrapada en un tiempo que para las nuevas generaciones puede resultar imposible.

“¿Cuál fue la mejor publicidad que se hizo en los ‘90? Colbert. El capítulo de la cárcel tiene que ser un homenaje al programa Sin Condena, que eran los casos que había en esa época. Cuando está teniendo sexo que aparezca el logo de Venus. En un momento llega el Movicom y dijimos ‘hay una generación que no tiene idea qué es’. Hagamos un unboxing. Fue como un rodaje que tuvo momentos de mucha imaginación y de conexión con todo el equipo técnico. Surgían todo el tiempo ideas que las íbamos ejecutando. Y después en el montaje terminamos de darle forma. Por eso cada capítulo tiene una estética visual diferente”.

Desde que Coppola, El Representante debutó en la plataforma de Star+ aparecieron comentarios de famosos que negaron rotundamente algunos de los hechos que tienen lugar en la historia, como fue el caso de Alejandra Pradón, que cuestionó detalles sobre su relación con Maradona.

“En ningún momento estamos diciendo que lo que está sucediendo es verdad. En un punto para mí hay algo tipo El Gran Pez de que la realidad no importa, estamos haciendo una ficción. Hay algo que también tomamos del lenguaje de Bastardos sin Gloria de decir que existe una realidad y nosotros la acomodamos a partir de la ficción, y jugamos con esto. Este personaje (Coppola) tiene un súper poder que es la parla, intenta hacer las cosas bien y le salen mal. Es casi como un personaje de ficción”.

Y continúa: “A las personas que se nombra se les pidió autorización, inclusive Guillermo fue y le pidió a Yuyito González, a Susana Giménez, a Daniel Scioli, a Karina Rabaloni. Pero no hubo algo que lo pensamos para generar algún tipo de quilombo. Sabemos que lamentablemente alguien se puede ofender pero no es la intención. Usamos elementos de la realidad para transformarla en ficción”.

“Por ejemplo, la entrevista de Susana con Pradón y Guillermo, si la buscás en YouTube, vas a ver que la copiamos tal cual. Y ese era el chiste: recrearla. Pero no con una mala intención. Eran iconos de los ‘90 que nosotros queríamos que fueran parte de la historia”, revuelve.

El método Winograd

Aunque Coppola, El Representante es la primera serie para una plataforma de streaming que lleva el nombre de autor de Winograd, el realizador admite que no se sintió como un desafío diferente. En especial si consideramos que El Gerente se rodó exclusivamente para Paramount+.

Sobre la comparación, el director cuenta que involucrarse con una serie “no fue raro, es algo natural. Nosotros encaramos cada capítulo como una película, así que no hicimos una diferenciación. El trabajo para cada capítulo fue con un nivel de detalle casi cinematográfico”.

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Cada vez son más los realizadores y actores que admiten que el trabajo con las plataformas propone una libertad creativa como no se ve en otros espacios. En especial aquellos donde la última palabra la tiene los productores.

“Lo que pasó puntualmente con este proyecto es que cuando se arma un equipo en conjunto entre la productora y la plataforma y todo fluye, suceden cosas que están ligadas a situaciones muy lindas, de tener muchísima libertad. Uno no ve a las plataformas como algo exterior, son personas, productoras, directivos, son amigos y la idea es hacer un trabajo en conjunto y que te escuchen. Coppola, El Representante es un perfecto ejemplo de todos tirando para el mismo lado y queriendo hacer lo mejor”.

Con más de 25 años de trayectoria a sus espaldas, Winograd confiesa que la comedia va a seguir siendo el género que domine cada una de sus producciones, e incluso considera que sin el humor no hubiese sido posible recrear la biopic de Coppola, siendo que muchos todavía consideran que se trata de la década más delirante de la historia argentina.

“Toda mi vida voy a hacer comedia y es lo que me gusta. Yo creo que los ‘90 fueron un disparate en todo sentido. Lo que sí no queríamos hacer nosotros era juzgar a nuestros personajes desde el 2023. De mirar a los ‘90 y decir ‘che esto está bien o está mal’. Queríamos contarlo desde el punto de vista de los personajes y que cada espectador saque su propia conclusión. Pero lo que queríamos hacer era que los espectadores viajen a los ‘90 y que pueda ser una experiencia inmersiva para que digan ‘che qué es este delirio’. Bueno, esto fueron los ‘90”.

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