Un Vistazo a las Grandes Empresas que Quieren Meterse en la Industria del Cannabis

A medida que las grandes empresas parecen aumentar sus incursiones en la industria del cannabis, los defensores del sector intensifican su defensa.

En marzo, se creó en Estados Unidos un grupo de presión federal: la Coalición para la Política, la Educación y la Regulación del Cannabis. Su objetivo es promover un marco regulador federal para el cannabis, e incluye a miembros de la industria del tabaco y del alcohol.

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Kassandra Frederique, directora ejecutiva de la Drug Policy Alliance, emitió una declaración ese mismo mes:

Llevamos mucho tiempo preocupados por la entrada de grandes intereses comerciales en el mercado legal de la marihuana. Las grandes empresas de alcohol y tabaco tienen un historial abismal de uso de tácticas depredadoras para vender sus productos y construir sus marcas; a menudo apuntando a las comunidades racializadas de bajos ingresos y luchando contra las regulaciones de salud pública que protegerían a las personas. Es predecible, pero censurable, que las industrias que han permitido que la distinción arbitraria entre las drogas lícitas e ilícitas se mantenga durante tanto tiempo, ahora quieran acabar con una forma de prohibición para reforzar sus resultados.

Irónicamente, la industria del cannabis se enfrenta a su propio gran momento. El proyecto de ley de legalización del cannabis, The Cannabis Administration and Opportunity Act, se está debatiendo actualmente en el Congreso. Esto muestra que la industria ha alcanzado el estatus de “gran negocio” en virtud de su aceleración de las ventas y su continuo crecimiento en todo el país. Asimismo, identifica ciertas restricciones que algunos interpretan como preocupantes para cualquiera de las empresas de cannabis que tienen asociaciones con las grandes empresas del alcohol y el tabaco. Todavía está por determinar cómo resultará esto.

¿Es el momento de la incursión de las grandes empresas en la industria del cannabis? ¿O es el propio negocio del cannabis tan grande que el Congreso quiere poner más barreras a su crecimiento y a sus socios, convirtiendo al cannabis en víctima de su propio éxito? ¿Está la industria preparada para afrontar estas grandes cuestiones? ¿O debería continuar rechazándolas?

La industria del tabaco

Las incursiones constantes y algo sigilosas en la industria del cannabis siguen apareciendo en las empresas tabacaleras, algunas con un toque biotecnológico.

En 2016, Philip Morris International (NYSE: PM) invirtió USD 20 millones en una start-up médica israelí que desarrollaba un vaporizador de dosis medida de plantas crudas (incluido el cannabis) para uso médico.

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En 2018, la multinacional tabacalera británica Imperial Brands (OTC: IMBBF) invirtió en Oxford Cannabinoid Technologies (OCT), una empresa biofarmacéutica centrada en la investigación, el desarrollo y la concesión de licencias de compuestos y terapias basados en cannabinoides.

El Grupo Altria (NYSE: MO), fabricante de los cigarrillos Marlboro, acordó comprar una participación del 55% en la empresa canadiense de cannabinoides Cronos Group por unos USD 1.800 millones en 2018. Altria fue más allá al hacer lobby para la regulación de la venta de marihuana en Virginia en febrero de 2021.

Ese mismo mes, la Asamblea General de Virginia aprobó medidas de legalización recreativa con fecha de entrada en vigor en enero de 2024. En abril, el estado adelantó la fecha de legalización del cannabis recreativo en tres años, hasta el 1 de julio de 2021. ¿Influyeron los grupos de presión de Altria en ese cambio?

La industria del alcohol

Se trata de una de las industrias más arraigadas que se está volcando rápidamente en el cannabis, en parte para compensar el descenso de las ventas.

Molson Coors (NYSE: TAP) presentó una línea de cinco cervezas con infusión de cannabis en agosto de 2020; y algunas cervecerías artesanales locales están haciendo cerveza con infusión de THC sin alcohol, como Ceria, con sede en Denver.

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El acuerdo de 2017 entre Canopy Growth (NASDAQ: CGC) y Constellation Brands (NYSE: STZ), fabricantes de Negra Modelo y otras populares marcas de cerveza, sigue desarrollándose. Por ejemplo, Constellation Brands, a través de su filial Greenstar Canada Investment, aumentó su participación en Canopy Growth Corporation en una operación de USD 174 millones en mayo de 2020.

Y en diciembre de 2020, Tilray (NASDAQ: TLRY), con sede en Toronto, una empresa de investigación, producción y distribución de cannabis, se asoció con otra empresa canadiense de cannabis, Aphria. El acuerdo de USD 4 millones incluye la adquisición por parte de Aphria en noviembre de 2020 de la empresa Sweet Water Brewing, una cervecera artesanal de marca de lifestyle de cannabis.

Por cierto, la cerveza es un producto complementario natural para el cannabis. El cannabis y el lúpulo son géneros de Cannabaceae estrechamente relacionados. Por ende, comparten muchas características biológicas y fitoquímicas inusuales.

Las farmacéuticas

Las grandes farmacéuticas ya están presentes en el espacio del cannabis. Y no ocultan sus intenciones. Esto incluye los negocios de Johnson and Johnson (NYSE: JNJ) con Avicanna (OTC: AVCNF) con sede en JLABS, la incubadora médica y científica de J&J en Toronto. Avicanna es una empresa farmacéutica que trabaja en productos basados en cannabinoides.

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Abbie, anteriormente Abbott Labs, una empresa de dispositivos médicos y atención sanitaria, solicitó al menos 59 patentes relacionadas con el cannabis en los Estados Unidos, según un informe de 2019.

La compañía farmacéutica israelí Teva Pharmaceuticals (NYSE: TEVA) a través de su filial Salomon, Levin, Elstein (SLE), anunció que se encargaría de la distribución de los productos de Canndoc, una filial de InterCure especializada en marihuana medicinal. El CEO de InterCure es el ex primer ministro israelí Ehud Barak.

Y Bayer (OTC: BAYRY) comercializó el Sativex de GW Pharmaceuticals, ahora propiedad de Jazz Pharma (NASDAQ: JAZZ). Tal medicamento es conocido por el nombre USAN de nabiximols, como una fórmula botánica compleja que contiene los principales cannabinoides THC y CBD, además de cannabinoides menores específicos y otros componentes no cannabinoides.

Otra señal que podría estar llamando la atención de los impulsores de las grandes farmacéuticas se produjo en diciembre de 2020. En ese entonces, 53 estados miembros de la Comisión de Estupefacientes (CND), el órgano central de las Naciones Unidas para la elaboración de políticas sobre drogas, votaron a favor de retirar el cannabis de la Lista IV de la Convención Única de 1961 sobre Estupefacientes. Durante 59 años, la marihuana figuró allí junto a determinados opioides mortales y adictivos (incluida la heroína). A tales medicamentos se les reconoce una finalidad poco o nada terapéutica.

Según los informes de prensa, la decisión podría impulsar la investigación científica adicional sobre las propiedades medicinales de la planta. Reclasificar la marihuana ayudaría a legalizarla para la investigación médica.

Grandes inversores

Berkshire Hathaway de Warren Buffet invirtió en el cannabis en octubre de 2019 como resultado de una participación principal de Buffet, Kraft Heinz. Éste invirtió USD 23 millones en una startup de tecnología de cannabis a través de su ala de capital de riesgo.

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Otra de las participaciones de Berkshire Hathaway, Mondelez, Inc. (NASDAQ: MDLZ), fabricantes de Oreos y Chips Ahoy, al parecer está pensando en crear productos con infusión de CBD.

California Public Employees Retirement Systems (CalPERS) es el mayor fondo de pensiones público de Estados Unidos, con 2 millones de miembros y USD 392.500 millones en fondos de jubilación. En 2018, invirtió tanto en Insys Therapeutics, una empresa de biotecnología centrada en el cannabis, como en Tilray, ya mencionada. CalPERS poseía 1.617 acciones de Tilray en mayo de 2018.

Los bancos están ansiosos por obtener más dinero de los inversores de cannabis y trabajar con las empresas de cannabis sin temor a que el gobierno federal intervenga.

La agricultura

Las granjas de cannabis suelen ser operaciones pequeñas. Pero las operaciones más grandes se están abriendo paso, y se parecen cada vez más a las operaciones de las grandes empresas.

Por ejemplo, la huella total de las más de 6.000 granjas de cannabis permitidas en California se estima en menos de 2.000 acres, de un total de 27 millones de acres de tierra bajo producción agrícola.

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El mayor cultivador norteamericano que produce cannabis exclusivamente en un invernadero es Copperstate Farms, de Arizona, con casi 2 millones de pies cuadrados. Mientras tanto, el mayor cultivador de cannabis tanto al aire libre como en un invernadero es Ultra Health, de Nuevo México. Posee un total de 9,2 millones de pies cuadrados, pero está trabajando en una expansión de USD 20 millones.

Los cultivadores de cannabis de herencia, especialmente en California, se oponen diciendo que las grandes agricultoras matarán al agricultor rural de cannabis. Éstas ven el crecimiento del cultivo de cannabis, y creen que ahora es el momento de separar a los novatos de los profesionales. Algunos llaman esto “la próxima frontera de la agricultura comercial”.

Proliferan los rumores de que Monsanto está desarrollando una semilla de cannabis modificada genéticamente para poder acaparar el mercado. Y la empresa mundial de cannabinoides con sede en Toronto, Cronos Group (NASDAQ: CRON) se ha asociado con Ginkgo Bioworks para producir cannabinoides en un laboratorio. Ginkgo ha desarrollado relaciones comerciales con grandes agricultores como Archer-Daniels-Midland y Cargill, Inc.

Otras industrias

¿Quién más? Amazon, el segundo mayor empleador privado de Estados Unidos, puso fin a las pruebas de cannabis para sus empleados. Asimismo, está presionando por la legalización con su equipo de políticas públicas con la esperanza de ser un gran distribuidor de cannabis legal.

American Cannabis Company, vendedor de productos auxiliares para la industria del cannabis, firmó un acuerdo en marzo de 2018 con WalMart y Home Depot para vender un producto de suelo relacionado con el cannabis.

Colgate-Palmolive se está involucrando más en el negocio del cannabis, aunque de forma más conservadora: con productos de CBD.

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El tiempo dirá. Pero ahora mismo se está produciendo una especie de efecto de bola de nieve a medida que más actores echan un vistazo a las asociaciones y al desarrollo de productos. Mushas grandes empresas han hecho su propia diligencia debida sobre el cannabis y han llegado a la conclusión: ya no están al margen.

Vía The Bluntness, traducido por El Planteo.

Foto por Diyahna Lewis vía Unsplash