Polinización Dirigida: El Revolucionario Avance Argentino que Podría Convertirse en el Futuro de la Agricultura

Si alguna vez, alguien, en cualquier latitud del planeta, pregunta por qué es importante la investigación científica, pueden contarle a propósito de este hallazgo: un grupo de investigadores argentinos lograron adiestrar abejas para dirigirlas a cultivos específicos.

¿¡Qué!? Así, tal cual.

El hallazgo, bautizado como polinización dirigida, permitiría mejorar la eficiencia polinizadora en los cultivos y, por ende, aumentar el rendimiento agrícola en hasta un 90%.

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“La polinización dirigida va a promover una recolección colectiva mucho más intensa hacia una flor target. O, en este caso, un cultivo target”, cuenta Walter Farina, líder del proyecto, profesor titular plenario de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, investigador superior del CONICET y referente del Laboratorio de Insectos Sociales dependiente del Instituto de Fisiología, Biología Molecular y Neurociencias.

Los antecedentes

Por caso, hace tres décadas que Farina viene investigando la biología social de las abejas sociales. Especialmente, de la abeja de la miel (Apis mellifera). Así, a partir de esos primeros estudios, advirtió que las abejas “son muy sociales” cuando recolectan alimento de las flores.

“Ese alimento lo transfieren boca a boca a otros ‘individuos’, situación que ya se conocía hace mucho tiempo, pero justamente en esos contactos boca a boca es donde se transfiere el néctar que una recolecta y que otra abeja de colmena recibe”, asoma Farina.

Y continúa: “También, a través de ese contacto, se puede establecer una memoria olfativa sobre el tipo floral que una abeja dadora, en este caso, pudo experimentar en el exterior. Y, mientras, la otra puede aprender ese olor floral durante el contacto boca a boca dentro de la colmena”.

Polinización dirigida: el nudo de la investigación

Entonces, la polinización dirigida detectó que esos contactos boca a boca y ese establecimiento de memorias olfativas dentro de la colmena van generando una especie de red de distribución del alimento. Así, en cada una de las recepciones, se van estableciendo memorias olfativas del tipo floral, que sólo un grupito de abejas recolectoras pudo experimentar en el exterior.

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“Esa red de propagación de información permite que muchos ‘individuos’ puedan tener el mismo tipo de información relativo a una fuente de alimento. A partir de esos resultados, se nos ocurrió diseñar un perfume sintético que se parezca al olor floral de un cultivo X y que las abejas, si están ubicadas cerca o al borde de ese cultivo y se le puede estimular con un olor, puedan ir con más facilidad hacia el cultivo target”, desarrolla el investigador.

Toda la investigación estuvo apuntada a aumentar la precisión en la polinización de los cultivos. Y, a la sazón, ya desarrollaron un formulado sintético, un perfume para las abejas melíferas similar a la fragancia floral de la inflorescencia del girasol.

Ese fue el punto de partida para crear diferentes perfumes sintéticos para cultivo. Algunos ejemplos: pera, manzana, arándano, almendra y kiwi. “Ahora estamos desarrollando otros formulados como palto, alfalfa, cereza y frutilla. Eso todavía está en marcha y falta desarrollarlo”.

De nuevo, la virtud de la polinización dirigida se yergue en el aumento de la actividad de las colmenas sobre el cultivo y a propósito del rendimiento agrícola del cultivo.

Más trabajo, más producción

Así las cosas, este avance científico supone un potencial beneficio económico y productivo para la República Argentina, ya que están protegidos intelectualmente tanto por el CONICET como por la Universidad de Buenos Aires.

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“Al tener a los insectos polinizadores más activos, esta tecnología va a aumentar el rendimiento de los cultivos. Eso es muy importante para un productor agrícola que aumenta el rinde del cultivo frutal o de las semillas que esté desarrollando. Por otro lado, que haya una muy buena actividad de las colmenas hace que las colonias de abejas puedan acumular más alimento y, por ende, ser más fuertes, crecer más rápido y tener una mayor sobrevida en ambientes agrícolas”.

Por lo tanto, el beneficio de la polinización dirigida apunta no sólo a aumentar la producción agrícola, sino a mejorar el estado sanitario de las colmenas que se utilizan para el servicio de polinización.

La importancia de las instituciones públicas

Y este tipo de proyectos sólo son posibles gracias al valor de las universidades públicas nacionales y de institutos de investigación de prestigio como el CONICET, que tienen la posibilidad de encarar proyectos a largo plazo con soporte del Estado.

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“Es impensado realizar estas investigaciones si no se inician con ciencia básica, con preguntas que -a priori- no son inmediatamente transferibles a otros campos de investigación”, dice el profesor.

Y continúa: “Entender cómo los insectos sociales recolectan un recurso en un paisaje, cómo transmiten la información entre los ‘individuos’, parece un estudio muy básico que no tiene la menor importancia para mejorar la producción agrícola. Pero, luego de mucho tiempo de investigación, las preguntas para transferirlas inmediatamente a un campo de aplicación se pueden hacer mucho más velozmente con esa información básica”.

Polinización dirigida y más allá: nuevos horizontes

Entre sus próximos pasos está el desarrollo de la polinización dirigida en otros cultivos rentables y de importancia para el humano.

Además, están creando algunos compuestos que actúen como tonificadores para insectos, que permitan que las memorias que establezcan las abejas adentro de las colonias puedan ser más persistentes. Y que, de esta manera, se intensifique la actividad recolectora sobre el cultivo en las colmenas que se usan para servicios de polinización.

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Aquí, el paso firme de la ciencia y la creativa mano de la innovación se entremezclan y convergen para transformar las prácticas agrícolas del futuro (inmediato). Así, entonces, el pecho se ensancha: este descubrimiento argentino pica en punta hacia un horizonte más rentable, más productivo y, concretamente, más prometedor.

Fotos de cortesía

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