Rohan Marley y Lion Order, en Exclusiva: ‘¿Quién le Da Derecho al Humano a Decir que la Planta de Dios Es Ilegal?’

Con una voz impregnada de fervor, Rohan Marley plantea una pregunta resonante: “¿Quién le da derecho al ser humano a decir que la planta Dios es ilegal?”. Este sentimiento sustenta el espíritu de Lion Order, su propia marca de cannabis y CBD.

Rohan explica: “Los seres humanos en general siempre encuentran formas y medios de mejorar la vida. Y un día, un hombre de gran sabiduría descubrió la planta de cannabis. Cuando se usa, provoca un sentimiento más eufórico de amor y unidad, hermandad y familia. Por eso nosotrxs, lxs rastafaris, vemos el cannabis como un sacramento, una planta que nos fue dada por Dios todopoderoso, como cualquier otra planta“.

‘Ver fumar al Rastaman’: Una conexión sagrada

El vínculo de Rohan con el cannabis se remonta a los latidos rítmicos de Jamaica, profundamente anclados en la cultura rastafari. Según cuenta, crecer en Jamaica significó “observar cada día la cultura del cannabis a través de la cultura rastafari y de la cultura jamaicana en general”. Esta cultura le enseñó que el cannabis era “un gran componente” del movimiento rastafari.

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Sin embargo, como muchas otras cosas en la juventud, se le escapaba todo el potencial de la planta. En sus primeros años, Rohan participaba en rituales, “viendo fumar al Rastaman” y uniéndose al círculo para “fumar del cáliz”. Sin embargo, admite que “no podía comprender lo que estaba recibiendo en ese momento en cuanto al componente medicinal“.

Con el tiempo, empezó a apreciar realmente sus beneficios medicinales y la esencia espiritual, entendiendo el cannabis no sólo como una hierba, sino como “medicina vegetal”. Al igual que los chamanes de Sudamérica, Rohan Marley cree en las profundas propiedades transformadoras de la planta, tendiendo un puente entre “esos dos mundos”.

El negocio se fusiona con la espiritualidad: Lion Order, la empresa de Rohan Marley

Rohan se aventuró en el mundo de los negocios del cannabis con Lion Order, y su odisea no fue solitaria. Jan Verleur, el líder detrás de The Verleur Group (TVG), principal inversor en la empresa de Marley, viajó a su lado.

Si Rohan encarna la ética espiritual de la marca, Jan aporta su base empresarial, garantizando que los valores fundamentales permanezcan inquebrantables. Para Jan, el cannabis ha supuesto tanto un consuelo personal como una ayuda para la gestión en medio de los retos que supone dirigir 14 empresas. “Sería un gestor mucho menos eficaz si no fuera por el papel del cannabis en mi vida”, confiesa.

Juntos, Rohan y Jan han esculpido Lion Order. El nombre en sí es más que una marca: es una filosofía que pone de relieve la unidad y el propósito. Conciliar la espiritualidad con los negocios no es tarea fácil. “Y no importa lo que hagamos. Tiene que ser fiel a unx mismo”, añade Rohan, haciendo hincapié en la autenticidad que se esfuerzan por aportar a la marca.

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Rohan se apoya a menudo en el concepto rastafari del “I and I” (yo y yo) a la hora de compaginar las convicciones espirituales con el comercio. Este principio, que ve lo divino en todo, sugiere que un negocio puede ser la extensión de un alma. En su visión, el cannabis es algo más que una simple mercancía: es un vínculo sagrado.

Jan, sin embargo, introduce el pragmatismo, subrayando la necesidad de una calidad homogénea. “¿Cómo puede ser un sacramento si las marcas difieren tanto en calidad y consistencia de un estado a otro?”, reflexiona.

Rohan subraya este compromiso con la uniformidad, compartiendo las rigurosas prácticas de ensayo de la empresa. “Cuando fumas [nuestra] variedad King Clem en Michigan, debería sentirse igual que en California, Nueva York o Florida”, afirma. Jan añade que lxs compradores secretos de Michigan, el mercado de lanzamiento de la empresa, garantizan esta uniformidad.

Rohan Marley sobre el debate del cannabis en el Congreso de EEUU

El camino hacia la legalización del cannabis es innegablemente complejo. Enfrentado a la defensa de la legalización del cannabis frente al Congreso, Rohan se apoya en argumentos espirituales e históricos, mientras que Jan ofrece comparaciones pragmáticas. La visión compartida de ambos se hace evidente cuando Rohan ilumina el término “Lion Order” (Orden del León). Más que una marca, es una filosofía de vida, un compromiso con la responsabilidad espiritual y social.

“Lo primero sería el Congreso: ‘¿quién le da derecho al ser humano a decir que la planta de Dios es ilegal? Cuando, en 1971, entró en juego la Guerra contra las Drogas, ¿qué ocurría antes? Cuando el cáñamo era realmente una herramienta industrial para ayudar a Estados Unidos a avanzar de muchas maneras diferentes… Así que me gustaría saber, ¿en qué momento eso le dio al ser humano el derecho a decir que ahora esto es ilegal y qué pasó entre Johnson y Nixon para impulsar esto?”.

Haciéndose eco de este sentimiento, Jan subraya: “Somos una marca y una visión que la gente puede respaldar. No porque sea obra de Rohan Marley, sino porque Lion Order es más grande que cualquier individuo”.

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Al profundizar en los orígenes de Lion Order, se percibe que está empapada de principios rastafaris, que subrayan la espiritualidad y la comunidad. “Somos rastafaris. Somos un movimiento”, declara Rohan con orgullo. Rompiendo estereotipos, Jan señala la adopción del cannabis por parte de muchas mentes influyentes, bromeando: “Quiero decir, miren a Silicon Valley”. Sin embargo, está convencido de que Lion Order trasciende el mero respaldo de las celebridades: es un movimiento definido por la calidad, la sostenibilidad y la ética.

Rohan Marley sobre marihuana: ‘No se trata sólo de colocarse’

A medida que se desarrolla la conversación, Rohan recuerda la meticulosa elaboración de sus variedades insignia, Island Sunshine y King Clementine, que reflejan un anhelo de elevación y conexión espiritual. Su asociación parece predestinada, una unión del entusiasmo de Rohan y la perspicacia empresarial de Jan. Reflexionando sobre el comienzo de su viaje, Jan reflexiona: “Sucedió en el momento adecuado”.

Por su parte, al profundizar en experiencias personales, Rohan recuerda sus días de universidad, cuando le pedía incesantemente cannabis a sus hermanos. “Me preguntaban por qué fumaba. Me hizo pensar de manera introspectiva sobre la profunda conexión que sentía con la marihuana, más allá del momento recreativo”. También recuerda un momento conmovedor con su padre, Bob Marley. “Mi padre una vez me enfrentó por tener cannabis, lo que me hizo darme cuenta de la gravedad. No se trata sólo de colocarse”.

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Sus conversaciones sobre Lion Order son un tapiz de historias personales y aspiraciones compartidas, que mezclan la estrategia empresarial con la profundidad espiritual. Rohan reflexiona con seriedad: “Hemos fumado hierbas desde que nacimos… y poder llevar nuestra propia genética, nuestro propio perfil de sabor, la ‘hierba’ que realmente amamos y queremos compartir estado por estado… Estoy encantado de hacerlo”, relata sobre su viaje (lleno de escalas) desde Jamaica hasta Michigan.

A medida que la charla se acerca a su fin, los recuerdos de Rohan cobran protagonismo. “Recuerdo una vez que estaba en la universidad y saqué esa ‘hierba’ y me dije: ‘este es el sabor que debo tener'”, cuenta. Está claro que, para él, el cannabis es un puente hacia experiencias y conexiones más profundas.

Legado de amor: La influencia imperecedera de Bob Marley

Una influencia significativa en esta narración es el legado de Bob Marley, el padre de Rohan. Sin embargo, la inspiración de Rohan procede no tanto de la celebridad que fue su padre, sino más del hombre, el defensor del amor, la unidad y la paz. “Se trata del amor, de la paz y de existir en este planeta como hermanos y hermanas”, transmite con pasión, haciéndose eco de la ética de su padre.

Jan profundiza en esta idea, destacando la dedicación de Lion Order a la equidad y la justicia sociales. No sólo prevé una empresa comercial, sino también una sólida infraestructura social. “También estaríamos construyendo junto a ella la infraestructura de equidad social para promover los ideales del movimiento”, detalla. Rohan amplía esta visión, haciendo hincapié en la reparación de las injusticias históricas.

Mientras reflexiona sobre el legado de su padre, deseando poder escuchar hoy sus pensamientos, expresa: “Me pregunto qué nos diría mi padre a sus chicos ya grandes y fuertes, cómo conquistaríamos este mundo con paz, amor y unidad”. Reiterando su misión, Rohan insta a todos a no perder de vista a Lion Order. “Somos un movimiento a favor de la paz y el amor. Pretendemos establecer un nuevo estándar en el mercado”.

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Lion Order es un testimonio de pasión, propósito y legado. La asociación de Jan y Rohan, una fusión de entusiasmo personal y previsión empresarial, augura un horizonte prometedor. “No pierdan de vista Lion Order porque somos un movimiento y hemos venido para quedarnos”, concluye Rohan, anunciando un futuro resplandeciente de compromiso y resistencia.

Vía Forbes, traducido por El Planteo

Fotos cortesía

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