Murió Diane Keaton: La Stoner Más Elegante del Cine 70’s (que No Se Drogaba)

De los mejores personajes fumetas del siglo pasado (y de este también), Diane Keaton encarnó varios de los momentos más recordados del cine donde la marihuana aparece con naturalidad, sin dramatismos ni moralejas.

Keaton partió de este mundo el pasado 11 de octubre, dejando una filmografía que, entre risas y vulnerabilidades, cambió la forma en que Hollywood mostraba la relajación, el deseo y la inteligencia femenina.

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Californiana, actriz, ícono de la moda, madre adoptiva, ganadora del Óscar, amante del diseño, la arquitectura, la fotografía y, recientemente, cumplidora de un sueño casi frustrado: el lanzamiento de un single propio. Los personajes de Keaton le dieron a la audiencia fumona (y no tan fumona) diálogos y argumentos—por lo menos—bellos, sin caer en la trillada representación del fumador de porros quemado que no puede hilar una frase porque siempre está demasiado volado.

En Shoot the Moon (1982) su personaje fuma porro en la bañera, un gesto íntimo y melancólico más que rebelde, donde la marihuana aparece como refugio emocional en medio de una crisis matrimonial.

Décadas más tarde, en The Family Stone (2005), Keaton interpreta a una matriarca con cáncer que enfrenta la enfermedad rodeada de humor y afecto familiar. En una de las escenas más relajadas, la familia comparte unos brownies sospechosamente festivos, insinuando un guiño al uso de cannabis sin necesidad de explicitarlo. Un gesto entre lo cómplice y lo cotidiano.

Annie Hall, la primera fumona

Cuando Annie Hall, el personaje setentero de la película dirigida por Woody Allen (Alvy Singer), le pregunta a éste si alguna vez había hecho el amor bajo los efectos del cannabis, se abre una de las puertas contraculturales de la época y se convierte en una representación de las más citadas del uso casual de la planta en el cine mainstream.

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Alvy la rechaza, se incomoda. El cannabis le genera ansiedad, desconfianza, el temor de “excederse”. Annie, en vez, la encarna como un recurso de alivio, un gesto de complicidad íntima, algo que “relaja” y no estorba la conexión. Hasta le sugiere que fumar podría ayudarle a ir menos al psiquiatra. En su voz —ligera, franca— la marihuana no es marginal, sino parte de su cotidianidad emocional. Cuestiona las reglas del deseo, del control, de la ansiedad masculina. Sugiere que el placer también puede ser un espacio femenino donde no hace falta intelectualizarlo todo.

Durante la película, su personaje quiere relajar un poco al neurótico Allen, pero su intento se ve fallido. Sin embargo, logra captar a una audiencia que ama su carácter carismático, sofisticado y, a la vez, muy inteligente y perspicaz. En ella, la marihuana no es nada de qué asustarse. Muy por el contrario, la convierte en quien su personaje es: una muchacha divertida, linda y amable. Que también fuma porro. 

Pero, ¿Diane Keaton fumaba marihuana?

Lamentablemente para la comunidad… no. Aunque quisiéramos aferrarnos a los personajes que Keaton dio vida, la realidad supera a la ficción. “No es verdad, pero tiene algo de cierto”, dijo cuando le preguntaron qué tanto hay de verdad en lo que vimos en Annie Hall.

Si bien su relación con Woody sí fue real fuera de escena y, al igual que su personaje, Keaton también conducía un Volkswagen y admitía ponerse nerviosa cuando conocía a un hombre, no, Keaton no suele fumar marihuana. Dijo a The New York Times: “Sí fumaba en el pasado, cuando estaba en Hair, pero me pone un poco nerviosa y ya me siento bastante nerviosa sin ella. Me gusta una copa de vino, que me relaja más”.

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¿Y hongos? También respondió algo similar cuando le preguntaron sobre su actuación en Mack & Rita (2022), donde su personaje toma hongos alucinógenos. Su respuesta fue contundente: “No, gracias. Esa me la perdí. Prefiero una copa de vino con hielo”.

Diane Keaton será recordada como muchas cosas: actriz brillante, mujer libre, ícono de estilo. Pero, sobre todo, como una presencia capaz de hacer del humor, la fragilidad y la elegancia una misma cosa. Incluso sin fumar, supo dejar a toda una generación un porro encendido en la memoria.

Portada: Paramount Pictures/ABC, Public domain, via Wikimedia Commons, editada por El Planteo.

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