¿Hay Relación entre Marihuana, Psicosis, Esquizofrenia y Otras Afecciones de Salud Mental?

El término “psicosis” se refiere a una serie de síntomas que afectan a los pensamientos, las emociones y los comportamientos, haciendo que el individuo pierda el contacto con la realidad. En los últimos años, los trastornos psicóticos se han convertido en un tema de conversación candente dentro de la comunidad cannábica, suscitando un gran debate.

Marihuana y psicosis

Un estudio publicado en marzo del 2019 en Lancet Psychiatry descubrió que quienes consumían cannabis de alta potencia a diario tenían tres veces más probabilidades de sufrir un episodio psicótico, en comparación con quienes nunca consumían cannabis. Cuando se habla de alta potencia, se refiere al cannabis que contiene más de 10% de THC.

Si bien esto es motivo de preocupación, los medios de comunicación no están discutiendo otros posibles factores que contribuyen, así como la compleja relación bidireccional que existe entre el consumo de marihuana y la psicosis.

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La Dra. Suzi Gage, profesora de psicología de la Universidad de Liverpool (Inglaterra) investiga la relación entre el consumo de sustancias y la salud mental. Dijo a Weedmaps News que “este estudio es observacional. Observa lo que la gente elige hacer, en lugar de distribuir a las personas en grupos diferentes, como se haría en un experimento. Por supuesto, en este caso, no es posible aleatorizar en función del consumo de cannabis”.

Gage, que también creó el premiado podcast Say Why to Drugs, continuó explicando: “Las personas que deciden consumir cannabis cada día son probablemente diferentes de las que deciden no hacerlo, en numerosos aspectos además de su consumo de cannabis. Por ende, es un reto descartar estas diferencias”.

No obstante, varios estudios recientes han desmentido la relación entre el uso de marihuana y el riesgo de padecer psicosis.

Un estudio de 2023 realizado por la Universidad de Stanford analizó la relación entre los estados donde el cannabis es legal y las tasas de diagnósticos de psicosis. Así, concluyó que no existen diferencias estadísticamente significativas sobre las tasas de psicosis y prescripción de medicamentos antipsicóticos en los estados con cannabis de uso adulto y medicinal legalizado, en comparación de los estados sin este tipo de políticas.

Además, otro estudio del 2023 realizado por investigadores de Australia, Europa y el Reino Unido encontró que los antecedentes de uso de marihuana no se asocian a un mayor riesgo de desarrollar psicosis, ni siquiera entre las personas con tendencia a padecer este trastorno.

El cannabis puede ‘inclinar la balanza’

Evidentemente, las investigaciones disponibles son contradictorias y todavía hay que tener en cuenta numerosos factores y sutilezas.

“Puede ser que haya algunas personas que tengan una vulnerabilidad preexistente, por ejemplo, una predisposición genética a una mala salud mental, u otros factores de riesgo de psicosis, por ejemplo, adversidad en la infancia”, dijo Gage. “Para este grupo, el consumo excesivo de marihuana podría ser un factor más que se suma a su riesgo de desarrollar psicosis. La psicosis es un trastorno complejo y, en la actualidad, poco conocido”.

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“El consumo excesivo de cannabis podría ser un factor que incline la balanza; pero no es necesario ni suficiente para causar psicosis, como vemos en las muchas personas que consumen marihuana y no desarrollan problemas”, añadió Gage.

Marihuana y esquizofrenia

El trastorno más común asociado a los síntomas de la psicosis es la esquizofrenia, que no tiene una causa única. Según un estudio de agosto del 2018 publicado por la Universidad de Radboud en Nijmegen, Países Bajos, que analizó los datos de 180.000 personas, parece que el consumo de cannabis y la esquizofrenia pueden compartir una superposición genética. En total, lxs investigadores encontraron 35 genes únicos asociados al consumo de cannabis. Algunos de estos genes también están asociados al riesgo de padecer enfermedades psiquiátricas específicas, incluida la esquizofrenia.

Lxs investigadores afirmaron que esta relación puede indicar una forma potencial de automedicación. Dado que los trastornos por consumo de sustancias son muy comunes entre pacientes con esquizofrenia (hasta el 42%), una posible disfunción en el circuito de recompensa del cerebro resulta de gran interés.

Esto no es sorprendente, ya que los mecanismos biológicos y neurológicos del cannabis se solapan con los asociados a la esquizofrenia, especialmente en relación con el sistema endocannabinoide. Por ejemplo, lxs pacientes con esquizofrenia tienen una mayor densidad de receptores CB1 en zonas clave del cerebro.

También existe preocupación por el papel de la selección genético-ambiental, ya que lxs investigadores siguen estudiando el impacto de la vida urbana en relación con el riesgo de esquizofrenia.

Relaciones entre las variables genéticas y ambientales

En cuanto a los posibles mecanismos que pueden explicar un mayor riesgo de esquizofrenia en relación con el consumo de cannabis, la composición genética de una persona parece desempeñar un papel muy importante.

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Para entender la interacción entre los genes y la exposición al cannabis, lxs investigadores de la Escuela de Medicina Sackler de la Universidad de Tel Aviv dieron THC a ratones modificados genéticamente, portadores de un gen común en las personas con esquizofrenia. En ratones normales, la exposición al THC durante su fase adolescente no perjudicó su rendimiento cognitivo. Pero en los ratones portadores del gen de la esquizofrenia, el THC provocó una importante pérdida de funciones. Lxs investigadores también relacionaron este efecto perjudicial con el déficit de una proteína concreta (BDNF), que preserva la homeostasis del cerebro en los ratones sin la mutación genética.

Esto significa que los trastornos psicóticos como la esquizofrenia pueden estar causados, al menos en parte, por un desequilibrio en la homeostasis del cerebro. Éste, a su vez, es provocado por la compleja interacción entre variables genéticas y ambientales. Los resultados anteriores tienen claras implicaciones para quienes tienen antecedentes familiares de psicosis. Estas personas deberían tener cuidado al consumir cannabis, especialmente durante la adolescencia: no sólo en cuanto al riesgo de psicosis, sino también en relación con el desarrollo óptimo y el riesgo de adicción.

¿Quién es más vulnerable?

Es más probable que una mayor predisposición genética a la esquizofrenia influya en el consumo de cannabis a lo largo de la vida. Sin embargo, no se puede excluir una relación inversa de causa y efecto. Esto es especialmente cierto en lo que respecta a factores como la edad a la que se consume el cannabis por primera vez, la potencia, la frecuencia y la dosis.

Gage afirmó: “Todos los estudios realizados hasta la fecha que han encontrado una relación entre el cannabis y la psicosis han sugerido que el riesgo de sufrir problemas de salud mental proviene del consumo diario de cannabis, especialmente el de mayor potencia. Creo que una buena manera de pensar en esto es compararlo con el consumo de alcohol. Si una persona se toma unas cuantas cervezas a la semana, no es un patrón de comportamiento especialmente preocupante. Sin embargo, si una persona estuviera bebiendo vodka todos los días, se podría esperar que tuviera un mayor riesgo de consecuencias negativas como resultado de su comportamiento. Lo mismo podría ocurrir con el cannabis”.

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Correlación no es causalidad. Se carece de pruebas concluyentes en cuanto a la causalidad definitiva de estos trastornos. Ahora, la mayor prioridad es comprender quiénes son lxs que corren más riesgo y qué otras variables pueden estar implicadas.

En este momento, el consenso entre lxs investigadores es que el consumo diario de marihuana de alta potencia aumenta el riesgo de psicosis. Sin embargo, en la población general, el efecto asociado es pequeño. Evidentemente, el consumo de cannabis tiene un riesgo diferencial en quienes son susceptibles frente a quienes no son susceptibles de padecer trastornos psiquiátricos. Por ende, se requiere más investigación para entender mejor quién es más vulnerable y por qué. Aunque no podemos ignorar que esta relación existe, se necesita más investigación para encontrar una relación definitiva.

Vía Weedmaps, traducido y editado por El Planteo.

Foto por Joshua Fuller vía Unsplash

Publicación original: julio 2021

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