Microsoft y Activision-Blizzard: Monopolio y Batalla por Call of Duty

Por Miguel Medina

Luego de varios meses de análisis e investigaciones, parece que la Federal Trade Commission (FTC en sus siglas en inglés) está considerando presentar una demanda antimonopólica en contra de la adquisición de Activision-Blizzard por parte de Microsoft.

El medio de finanzas Político reportó que la intervención de la FTC se daría en diciembre. El organismo toma con “escepticismo” las declaraciones de Microsoft para dar luz verde al acuerdo empresarial. Por ahora, la FTC no emitió ningún comunicado al respecto.

Bajo la lupa de los entes reguladores

A principios de este año, Microsoft anunció la puesta en marcha de una de las adquisiciones más grandes en la historia de los videojuegos. La empresa se adueñaría de Activision-Blizzard, una compañía que, a lo largo de décadas, trajo títulos como Warcraft, Diablo, Overwatch, Tony Hawk, Guitar Hero, Candy Crush, Call of Duty, Crash Bandicoot, Spyro, entre otros.

¿La cifra de esta adquisición? Nada menos que USD 68.700 millones.

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Pero estas clases de adquisiciones no se concretan de la noche a la mañana. Es allí donde entran los entes reguladores de varias partes del mundo, como la Federal Trade Commission (Norteamérica), la European Commission (Europa), la Competition Markets Authority (Reino unido) y la Administrative Council for Economic Defense (Brasil), que se toman el tiempo de analizar el impacto para el mercado mundial.

Los entes reguladores de Brasil y Arabia Saudita aceptaron la adquisición, mientras que el resto de los organismos aún está investigando el impacto de la compra multimillonaria, con fechas límites para el 2023.

Sin precedentes

Si Microsoft adquiere Activision-Blizzard, su poder e influencia podría afectar no solo a sus competidores cercanos, como Sony y Nintendo, sino también a pequeñas editoras y estudios independientes.

La distribución de franquicias como Fallout, Doom, Halo o Call of Duty de forma exclusiva en servicios como Xbox Game Pass inclinarían la balanza a favor de Microsoft y reducirían las posibilidades de competencia en compañías como Sony que, anteriormente, declararon que no cuentan con los recursos financieros para incursionar en un modelo de negocios similar (vía GamesIndustry).

Ni hablar de la tecnología de juego en la nube que presenta xCloud Gaming, la cual marca una gran diferencia tanto en optimización (permite jugar con la potencia gráfica de una Xbox Series X) como versatilidad (se puede usar en smartphones, Smart TVs, PCs y consolas), en comparación con otros servicios como Google Stadia (que ya anunció su cierre) y GeForce Now (solo funcional con el catálogo de Steam en PC).

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Con la oferta de Xbox Game Pass, el avance de xCloud Gaming y el éxito de juegos como Minecraft o Fallout, la influencia de Microsoft es notable en estos momentos, por lo que la absorción de un gigante como Activision-Blizzard solo acrecentaría su presencia en la industria.

Pero, en medio de este caótico acuerdo empresarial, el nombre que está en la mira de todos es uno solo: Call of Duty.

Call of Duty: la joya que inclina la balanza

Activision-Blizzard tiene un portafolio sobresaliente de videojuegos. Desde Warcraft, pasando por Overwatch y hasta Crash Bandicoot. Se tratan de títulos que marcaron grandes momentos en la industria y se llevaron el elogio de la prensa especializada y la comunidad de jugadores.

Sin embargo, solo hay una franquicia que realmente preocupa tanto a los entes reguladores como a la competencia de Microsoft, y es Call of Duty.

Año tras año, la saga de acción bélica en primera persona figura en los listados de videojuegos más vendidos de su mes de lanzamiento (vía Forbes). No importa si se trata de un juego que tuvo problemas técnicos o si la empresa se sumergió en polémicas denuncias. Call of Duty vende siempre.

Pero las ventas de Call of Duty tienen un toque especial: su éxito está raramente vinculado a PlayStation. Una gran parte de la comunidad de jugadores de la saga bélica se encuentra en las consolas de Sony y, por consiguiente, la empresa nipona está preocupada por su futuro, en caso de que Microsoft concrete la adquisición.

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¿Qué pasaría si Call of Duty pasara a manos de Microsoft? Existe la posibilidad de que la saga se vuelva exclusiva de consolas Xbox y los servicios de Xbox Game Pass y xCloud Gaming. No obstante, incluso con la promesa de mantener a Call of Duty como un título multiplataforma, Microsoft podría sacar ventaja de sus servicios de suscripción (integrados en TVs, smartphones y PCs) para exprimir la franquicia y ganarle la carrera a Sony.

Sobre esto, Sony mencionó que perder Call of Duty “disminuiría gravemente la capacidad y el incentivo de SIE para invertir en futuras innovaciones de hardware y tecnologías de juego” (vía GamesIndustry).

Y este es uno de los puntos clave para que los organismos reguladores decidan darle luz verde a la compra de Activision-Blizzard. Por ejemplo, la European Commision se ha mostrado cuidadosa al respecto y teme que, en caso de concretarse la adquisición, “Microsoft pueda cerrar el acceso a los videojuegos de Activision-Blizzard para consolas y PC, especialmente a los juegos de alto perfil y gran éxito, como Call of Duty”.

Como respuesta, Microsoft declaró que “la sugerencia de que el líder del mercado, Sony, con un poder claro y duradero, podría verse excluido por el más pequeño de los tres competidores de consolas, Xbox, como resultado de perder el acceso a un título, no es creíble”.

Las declaraciones de los principales competidores de Microsoft, grandes editores, estudios independientes y analistas del mercado sirven para que cada uno de los entes reguladores analicen y tomen una decisión con la adquisición.

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Para apaciguar las aguas, Microsoft aseguró que están preparados para “responder a las preocupaciones de los reguladores, incluida la FTC, y de Sony para garantizar que el acuerdo se cierre con confianza”.

En los últimos años, la empresa norteamericana se adueñó de Minecraft y la mantuvo en multiplataforma (disponible en consolas PlayStation, Nintendo, Xbox, PC y smartphones). Pero, cuando adquirió Bethesda, tomó otros caminos: algunos de sus próximos títulos, como Starfield, The Elder Scrolls VI e Indiana Jones, llegarán de forma exclusiva para plataformas Xbox. Sin lugar a duda, esto complejiza el análisis por parte de los entes reguladores.

¿Cuándo sabremos cómo terminará esta historia? Probablemente a mediados del 2023, cuando todos los organismos de regulación hayan aprobado (o no) el acuerdo multimillonario. Sin embargo, en el caso de que uno de los entes reguladores bloqueé la adquisición o proponga un cambio en las condiciones, el acuerdo podría dilatarse mucho más de lo esperado.

Foto por Fábio Silva vía Unsplash

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