Pepe Rivera

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Porrerxs Exitosxs: Pepe Rivera – Una Lucha Inquebrantable Buscando Justicia para lxs Usuarios de Marihuana

Porrerxs Exitosxs: Pepe Rivera – Una Lucha Inquebrantable Buscando Justicia para lxs Usuarios de Marihuana

✍ 14 July, 2023 - 12:05

Este especial fue posible gracias a la Fundación Gabo y el Fondo para investigaciones y nuevas narrativas sobre drogas.

  • Pepe Rivera
  • Fundador Plantón420
  • México

Pepe Rivera tuvo sus primeros acercamientos con la justicia social con el Movimiento por la Paz con Justicia, donde trabajó como fotógrafo (documentando centenares de casos de tortura, desaparición forzada, y ejecuciones, entre otras violaciones) y como Coordinador de la Comisión de Documentación de Violaciones de Derechos Humanos.

“Ahí también le di clases de Historia de la Prohibición a los familiares de víctimas. Esto con el fin de que entendieran por qué estaba sucediendo la violencia sistémica generada por la prohibición”, cuenta. Uno de los momentos que más lo marcó fue cuando hizo parte de una caravana humanitaria con la que cruzó a los EEUU junto con unos 300 activistas, familiares de víctimas, prensa y medios alternos. “Fue un verdadero ejercicio de diplomacia ciudadana. Duramos un mes andando. Al final se hizo cabildeo en el Congreso del vecino del Norte”.

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Los temas estaban completamente ligados: tráfico de armas; militarización de la ayuda extranjera Plan Mérida/De Las Américas; migración (que se vuelve más peligroso con el narco) y regulación de drogas—paso fundamental para acabar con los tres primeros puntos”, concluye Pepe sobre su experiencia acompañando la Caravana Por La Paz.

Pepe es un intelectual, defensor de derechos humanos con una visión global que resulta de haber crecido en diferentes países—Suiza, Brasil, EEUU, Venezuela y México—además de haber estudiado en el Instituto Tecnológico Autónomo de México. “El ITAM es conocido como el Palacio de la Tecnocracia—o el Palacio de los Fifís, según el presidente Andrés Manuel López Obrador”, dice Pepe con su característica sonrisa bonachona. “Estoy considerando estudiar derecho para apoyar la labor que llevamos a cabo en el #Plantón420 [un movimiento ciudadano que se dio a conocer luego de sembrar más de 7000 plantas de cannabis frente al Senado de la República para exigir los derechos de los consumidores]”.

El #Plantón420 es un ejercicio de desobediencia civil y litigio estratégico alrededor de cuatro demandas sencillas a favor de las personas que usan cannabis de manera responsable. Afirma Pepe: “Ejercemos el derecho al autocultivo que reconoció la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pero lo estamos haciendo en frente del Senado Mexicano. ¡Si no nos quieren ver, si no nos quieren oír, nos van a oler! Y hemos logrado no sólo resistir, sino hacerlo dignamente. Para nuestro segundo aniversario, ya habíamos cultivado más de 7,000 plantas de protesta; liberamos además, otros dos espacios para fumar libremente en la ciudad de México; tenemos una Red Nacional #Plantón420 cuyo logro más reciente fue liberar la Ciudad de Oaxaca [para que los usuarios puedan consumir en las zonas donde se permite fumar cigarrillos]”.

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Tiempo antes de que él y un grupo de activistas convirtieran la Plaza Luis Pasteur sobre la Avenida Reforma en un campamento y cultivo de ganja (por donde tenían que pasar los senadores mexicanos antes de entrar a sus oficinas, presenciado diariamente cómo las matas seguían apoderándose del espacio público), Pepe tenía cada vez más claridad de que la violencia sufrida en América Latina estaba directamente ligada a la prohibición, y la política frente a las drogas fue llamándole cada vez más la atención.

Se enfocó en hacer investigaciones que incluyeron un mapeo de redes aplicado a las Convenciones de Drogas de la ONU y las Convenciones Internacionales y Regionales de Derechos Humanos. Luego, comenzó a capacitar y acompañar a pacientes y doctores que comenzaban a incorporar el cannabis en sus prácticas, ayudándoles a entender el sistema endocannabinoide. “Se sabía que soy un ñoño y había estudiado ya mucho de la planta. Me pidieron que ayudara con una clínica de fin de vida, donde se les iba a dar cannabis a pacientes terminales, y me preguntaron específicamente sobre el impacto de la marihuana contra el cáncer”.

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Su interés por la planta llevó a Pepe a conectar con ella a niveles más allá de la política. Luego de varios años consumiéndola de manera recreativa, fue durante una ceremonia de Iboga—un arbusto alucinógeno comúnmente usado en rituales psicodélicos en África—que se reconoció como paciente cannábico. “Después de una larga purga que parecía no cesar, envuelto en el dolor que me generaban los espasmos, los guías me dieron tres golpes de un porro. Se acabó el malestar de manera mágica y dejé de vomitar; me beneficié del efecto antiemético de la planta”.

Los frutos del consumo continuaron inclusive después de esa ceremonia: “Un efecto secundario e inesperado fue que no sentía tanto ruido mental, los pensamientos eran claros y ya no me cambiaban el canal a cada segundo. Gracias a eso y una investigación que estaba haciendo sobre sustancias prohibidas, me di cuenta que tenía déficit de atención”.

Uno podría decir que el cannabis siempre estuvo ahí, esperando a Pepe para que juntos se empoderaran; su relación con la marijuana ha pasado de ser meramente por diversión a ser un llamado a la justicia. La planta es una herramienta que lo acompaña en sus actividades diarias. “Es algo que hago públicamente; me siento funcional. Mucho de lo que escribo lo hago medicado por las mañanas”.

Y se ciñe a lo que predica en el #Plantón420: mantener el consumo para adultos (a menos que sea medicinal y supervisado para un menor); informado con reducción de riesgos para la salud; y siguiendo normas de convivencia que incluyen representar al consumidor y consumidora responsable; usar espacios designados para fumar; evitar fumar cerca de niños; evitar incomodar a terceros; mantener limpio el espacio; no comprar o vender en el espacio público; cubrir la boca con el antebrazo al fumar.

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Podríamos asumir que Pepe ha hecho tanto por la planta que poco falta, pero según él, aún debemos dar un “salto cuántico para salir del closet y exigir con dignidad la igualdad ante la ley. Si tu indicador sobre qué tal vamos a nivel global es cuánto estamos vendiendo o recibiendo de impuestos, estás con un enfoque completamente errado. Los indicadores deben ser cosas como ‘¿A cuánta gente arrestan o multan en la calle?, ¿Cuántos niños y niñas se quedan sin familia porque se los quitan a sus papás por usar la planta? ¿Cuánta gente se queda sin empleo por medicarse? ¿Cuántos pacientes tienen acceso libre a la planta?’”. Preguntas conscientes e indicadores relevantes que hasta ahora comenzamos a contemplar.

Ilustración de Pepe Rivera cortesía de Chya Taller

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Santiago Rodriguez Tarditi

ACERCA DEL AUTOR

Santiago Rodriguez Tarditi es politólogo y periodista. Nacido en Colombia, ha trabajado alrededor del mundo con compañías como Monocle (Londres), Parley for the Oceans (NYC), Univision (Miami), Faena (Buenos Aires), y Gestalten (Berlin). Es el editor del libro “High on Design: The New Cannabis Culture” y el co-fundador de Casa Earth, una plataforma que promueve la vida lenta y sustentable.