¿Puede la Ketamina Librarse de su Mala Reputación?
Publicación original: abril 2021
Si mencionas a la ketamina en una reunión, seguro que obtendrás un montón de reacciones diferentes. Esto es, si toda la gente en la reunión ha oído alguna vez la palabra.
La ketamina es un anestésico disociativo que se utiliza en el ámbito médico desde hace más de 50 años. Derivada de la PCP (también conocida como “polvo de ángel”), fue un héroe de guerra en los campos de batalla de Vietnam en el tratamiento del dolor. Adquirió notoriedad durante el movimiento psicodélico y ganó popularidad como droga de fiesta. Pero, más recientemente, recibió elogios por su capacidad para tratar a personas con depresión resistente a los medicamentos.
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Como droga de violación
Pero la mala reputación de la ketamina no parece poder borrarse, al menos entre algunos críticos, como “droga de violación”. Así es: la ketamina es una de las tres drogas de violación más comunes. La ketamina líquida o en polvo es prácticamente indetectable cuando se introduce en una bebida. Y puede provocar rápidamente la inconsciencia o una pérdida de la función muscular combinada con una conciencia similar a la del sueño.
“Una persona que ha ingerido una gran cantidad de ketamina en un espacio inseguro puede sentirse confundida, intoxicada y rápidamente disociada”, dice Veronika Gold, cofundadora y terapeuta del Polaris Insight Center, una clínica de psicoterapia asistida con ketamina en San Francisco.
Según el libro de referencia médica Pediatric Secrets, “las víctimas de agresiones sexuales facilitadas por drogas suelen tener un recuerdo limitado de los acontecimientos ocurridos tras la ingestión de la droga (amnesia anterógrada). A menudo se producen breves periodos de despertar (apariciones en escena) en respuesta a ruidos fuertes o dolor. La víctima puede recordar que no podía moverse o hablar o puede recordar haber presenciado parte de la agresión”.
Varias sustancias, como el alcohol, la marihuana, la cocaína, los antidepresivos, los tranquilizantes y los somníferos, han sido implicadas en las agresiones sexuales. Pero la más conocida es el Rohypnol. La popularidad de la ketamina como droga de fiesta probablemente contribuyó a añadirla a la lista.
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Una preocupación con respecto a esta droga es que puede hacer que las víctimas no sean conscientes de la agresión, dice Gold. “En dosis más altas y/o en combinación con el alcohol, la ketamina puede causar amnesia”. Esto significa que las víctimas pueden no recordar la agresión hasta varias semanas después, mucho después de que la droga haya abandonado el cuerpo. En un estudio al que se hace referencia en Pediatric Secrets, el 24% de las víctimas de agresiones sexuales facilitadas por la droga no recordaban los hechos ocurridos. Y el 59%, tenía recuerdos poco claros o “irregulares”.
Como arma policial
La capacidad de la ketamina para dejar rápidamente indefensos a los individuos también es utilizada a veces por agentes de policía y paramédicxs para someter a los sujetos que ven como amenazantes. Este uso fue noticia en el 2019 cuando lxs paramédicxs inyectaron ketamina en el brazo de Elijah McClain, de 23 años, justo antes de que el joven afroamericano sufriera un paro cardíaco. Murió una semana después. Mari Newman, la abogada de la familia de McCain, dijo a The Cult: “Creo que la ketamina se ha convertido en un arma, particularmente contra la gente racializada”.
El estado de Colorado inyectó a más de 400 personas con ketamina por “agitación” entre agosto del 2017 y julio del 2018. Desde la muerte de McCain, el uso de esta droga por parte de los EMT o paramédicxs durante las llamadas policiales está en debate.
Debido al potencial de abuso y mal uso, la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA) incluyó la ketamina en la Lista III de Sustancias Controladas en 1999. Se une a otros medicamentos con un “potencial moderado o bajo de dependencia física y psicológica”, como los esteroides anabólicos, la testosterona y el Tylenol con codeína. La ketamina se considera menos peligrosa que las drogas de la Lista I y II, como la heroína y el OxyContin, pero más arriesgada que las de la Lista IV, como el Xanax, el Valium y el somnífero Ambien.
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Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha determinado que los beneficios de la ketamina superan con creces los riesgos. Ha presionado con vehemencia para que los países no clasifiquen la droga como peligrosa. La ketamina también figura en la Lista de Medicamentos Esenciales de la OMS como anestésico y analgésico seguro y eficaz.
Como antidepresivo
Cuando se usa adecuadamente, está demostrando que la ketamina puede ser un salvavidas. En las últimas dos décadas, lxs investigadores han descubierto que las personas con depresión grave que recibían infusiones de ketamina informaban de un alivio de sus síntomas de depresión. En la mayoría de los casos, esto ocurría en cuestión de horas, a diferencia de las semanas o meses que suelen tardar en funcionar los antidepresivos como el Prozac o el Lexapro.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU (FDA) aún no ha aprobado la ketamina para este uso particular. Pero como el medicamento es un fármaco aprobado por la FDA, se puede recetar fuera de indicación para usos como el tratamiento de la depresión. Varias clínicas de ketamina ofrecen este servicio. En combinación con la psicoterapia, los efectos de la ketamina han cambiado la vida de algunxs, dice Gold.
“La ketamina (…) se ha utilizado fuera de indicación para el tratamiento de la depresión resistente al tratamiento, la ansiedad, el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y otros desafíos de salud mental“, dice. “Además de su eficacia en la disminución de los síntomas de estos desafíos, tiene propiedades psicodélicas; es decir, ‘manifiesta la mente’, y puede ayudar a las personas a sacar a relucir, mirar, procesar e integrar el material psicológico”.
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Por eso, el set & setting cuando se toma ketamina es clave, añade. En Polaris, por ejemplo, las sesiones de infusión de ketamina se combinan con la psicoterapia con el único propósito de tratar los trastornos de salud mental. Las salas de tratamiento son despachos privados de lxs terapeutas, diseñados para abordar el estado de ánimo, el humor, la actitud, las creencias personales, las preocupaciones y las expectativas de cada paciente.
Las clínicas de ketamina toman medidas para garantizar que la medicación no caiga en manos equivocadas, al igual que las clínicas médicas. Aun así, Gold afirma que “el tratamiento con ketamina y la psicoterapia asistida con ketamina son relativamente nuevos. Tenemos que prestar mucha atención a las mejores prácticas”.
¿Fármaco milagroso?
Conscientes de la mala fama de la ketamina, algunxs profesionales de la medicina han hablado de los beneficios del fármaco en entornos de emergencia. Un médico de urgencias calificó la ketamina como su “medicina favorita de todos los tiempos”. También la calificó como “el fármaco más interesante del planeta Tierra” por su rápido inicio y corta duración de acción, sus efectos respiratorios neutros y por ser generalmente bien tolerada en pacientes sanxs.
La FDA también parece estar aflojando su control sobre medicamentos como la ketamina. En el 2019, la agencia aprobó la versión de la ketamina en spray nasal de Johnson & Johnson, llamada esketamina. (La ha comercializado bajo la marca Spravato). La aprobación de la esketamina fue notable. Se convirtió en el primer tratamiento para la depresión aprobado por la FDA en 35 años que ofrecía un enfoque terapéutico diferente al de los antidepresivos tradicionales.
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“Es importante tener en cuenta que la ketamina es un medicamento poderoso y que tiene un enorme potencial curativo, pero puede ser gravemente mal utilizada en su uso recreativo y en situaciones de abuso físico y sexual, incluyendo la violación y la tortura“, advierte Gold. “Se necesitan normas éticas y legales específicas para las terapias asistidas con psicodélicos, incluida la psicoterapia asistida con ketamina”.
Vía Psychedelic Spotlight, traducido por El Planteo.
Foto por Pim Myten vía Unsplash
Publicación original: abril 2021
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