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La Ciencia Detrás del Cannabis: 3 Factores Clave para Entender qué Estás Consumiendo

La Ciencia Detrás del Cannabis: 3 Factores Clave para Entender qué Estás Consumiendo

✍ 7 May, 2024 - 09:05

Por Jordan Zager, Doctor en Bioquímica.

No es ningún secreto que la marihuana evoluciona con el tiempo. Aunque las raíces ilegales del cannabis fomentaron el cultivo ilícito en zanjas, sótanos y bajo densas copas de árboles ocultas a la fotografía aérea, la planta desconocida y poco sofisticada que fumaban nuestrxs abuelos y padres no es lo que yo quiero consumir, y quizás tú tampoco.

El cannabis que se consume en Estados Unidos, cuyo uso recreativo es ya legal en cada vez más estados, se encuentra en un viaje evolutivo que el maíz, el café e incluso la col iniciaron hace siglos. Con una ciencia sólida y una regulación estándar, podemos redefinir un mercado de cannabis que genera miles de millones de ventas anuales con efectos predecibles y perfiles de aroma sofisticados. Al igual que puedes enumerar el origen, la variedad y los métodos de procesamiento utilizados en tu vino o café favoritos, te mereces saber lo mismo sobre los factores que elevan -o estropean- tu experiencia de uso de marihuana.

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Hay tres factores científicos clave que deben priorizarse para poder ofrecer productos de cannabis de alta calidad y de confianza. Esto es lo que deberías saber sobre cada uno de esos factores para ser un consumidor más inteligente y un defensor más fuerte de un mejor cogollo.

Genética

En lo que respecta a la genética del cannabis, llevamos décadas de retraso con respecto a otras industrias hortícolas. Muchas industrias han definido cuidadosamente las variedades de plantas, han refinado su genética para adaptarse a las necesidades de los consumidores y perfeccionado los procesos para ofrecer productos consistentes al mercado. En contraste, lo que vemos a menudo en el cannabis es un etiquetado de fantasía, no ciencia. Las variedades se rebautizan en función de lo que se vende bien en el mercado. Esto no garantiza un perfil químico coherente, que es lo que realmente contribuye al efecto que se produce en el consumidor.

Mirémoslo de esta manera: Si compras una variedad de una marca en Nevada, puede que tengas una experiencia completamente diferente a la de comprar esa “misma” variedad en otro estado. Blue Dream se ha convertido en el ejemplo paradigmático de ese caso, desde los primeros días del cannabis recreativo. Al ser una variedad increíblemente popular, marcas de todo el mundo produjeron su propia Blue Dream. Pero si se observa cada uno de estos productos, es muy probable que no tengan el mismo aspecto, no huelan igual y no produzcan la misma experiencia de usuario.

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Las etiquetas actuales, con una simple descripción de la experiencia del usuario y una categorización de índica, sativa o híbrida, son a menudo todo lo que tiene el comprador para discernir qué tipo de producto ha seleccionado. Pero esta información no nos dice casi nada sobre qué tipo de experiencia ofrecerá realmente el producto.

Para ayudar de verdad a los consumidores a entender su cannabis, es responsabilidad de las marcas etiquetar una variedad genética de la misma manera una y otra vez. También recae en los legisladores implementar un sistema para informar los quimiotipos (un perfil de los cannabinoides y terpenos de una variedad) que los compradores puedan consultar y procesar con relativa facilidad.

Cultivo: insumos y entorno

Otro factor crítico para ofrecer un cannabis de alta calidad y consistente en todas las cosechas son los insumos (programa de riego, fertilizante, etc.) y el entorno donde se cultivan esas genéticas.

El cannabis es una planta sensible y, como organismo vivo, responde a los cambios en su entorno, al igual que los humanos. Las pequeñas variaciones en el entorno de cultivo pueden influir en la huella química final de la planta de cannabis, su rendimiento, su aspecto y su aroma. Un entorno estrechamente regulado y bien supervisado, junto con una genética bien establecida, es lo que garantiza una flor de alta calidad constante.

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¿Cómo lo consiguen los cultivadores? Todo se reduce al seguimiento de datos. En los últimos años, las instalaciones de cultivo en interior han adquirido una tecnología cada vez más avanzada, con entornos más estables y controlables que los que hemos visto históricamente en los invernaderos y entornos exteriores. Lo que el sector no ha adoptado del todo son programas rigurosos de supervisión y seguimiento que garanticen la captación, el análisis y el aprovechamiento eficaz de datos.

Por ejemplo, la mayoría de los cultivadores debería hacerse preguntas como: ¿Cuánta agua se utilizó en el cultivo durante su ciclo de vida? ¿Se ha regado a mano o con sistemas de goteo? ¿La planta está absorbiendo realmente los nutrientes que se le suministran?

Pero hay un paso más. Los cultivadores más sofisticados de hoy en día también optimizan los intervalos de riego y hacen un seguimiento riguroso del déficit de presión de vapor. También comprenden el papel que desempeñan la humedad, la temperatura, la densidad de la luz y el espectro en el crecimiento y la formación de las flores. Aunque estos detalles puedan parecer menores, pueden tener un impacto significativo en el producto final.

Procesamiento poscosecha

El procesamiento posterior a la cosecha es todo lo que ocurre una vez que se ha completado el cultivo, desde el momento en que se corta la planta hasta cómo se seca, se recorta, se empaqueta y se almacena.

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Para que una marca pueda repetir el producto final, especialmente en el mercado de las flores, su proceso de poscosecha debe ser el mismo una y otra vez. Sin el proceso adecuado, el producto puede perder calidad. Como consumidor, también es aquí donde se puede determinar realmente la calidad del producto que se va a comprar. Si la planta ha sido bien tratada después de la cosecha, podrás darte cuenta cuando la saque del envase.

¿Cómo huele? ¿Huele a té o al típico aroma de porro? ¿Tiene un aroma agradable y representativo de esa variedad específica? ¿Puedes apretar el cogollo y ver cómo vuelve, o se deshace en un polvo seco?

Todos estos factores son indicadores del control de la humedad y la temperatura en el proceso de secado. Para la mayoría de los cultivadores y las marcas, acertar con esta combinación es uno de los mayores puntos débiles. Por ende, es crucial medir constantemente la actividad del agua (la medida del agua disponible para que crezcan las bacterias y el moho, una métrica clave entre los bienes de consumo envasados) durante todo el proceso de secado para identificar el momento perfecto para detener el secado y empezar a curar la flor. Los sistemas de supervisión inteligentes, los controles ambientales y los sensores son inversiones fundamentales para protegerse de cualquier cambio en las condiciones que pueda dañar o destruir una cosecha en su totalidad.

Tomar decisiones de compra informadas

Entonces, ¿cómo puedes tú, el consumidor, aprovechar estos conocimientos para tomar una decisión informada? Es posible que hoy en día no dispongas de toda la información, especialmente en función de tu jurisdicción y si tienes acceso a un dispensario legal. Mi primera recomendación es que vayas a la tienda y hables con los budtenders. Suelen conocer los productos íntimamente y han sido formados por las propias marcas para comunicar su proceso.

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Pero para aprovechar realmente todo el potencial del cannabis, los cultivadores y las marcas deben invertir hoy el tiempo necesario para comprender y aplicar enfoques científicos sólidos en estos aspectos fundamentales de sus programas de cannabis. Una norma que me gustaría que se adoptara en todo el sector es ofrecer al consumidor una representación visual de lo que está comprando, además de un cogollo en un frasco. Si estás en una jurisdicción que requiere un quimiotipo completo, los datos ya existen. Esto es lo que, en última instancia, influye en la experiencia del consumidor; y éste debería tener acceso a esta información.

La industria y la ciencia avanzan cada vez más, y los consumidores exigen más transparencia en los procesos de cultivo y etiquetado de las marcas y abogan por una mejor regulación del cannabis. Eventualmente, acercaremos colectivamente el cannabis al nivel de otros cultivos vitales en los que la consistencia ha sido la norma durante mucho tiempo. Y algún día, en un futuro próximo, podrás entrar en una tienda y comprar cannabis con tanta confianza como cuando eliges tu cerveza favorita, una botella de vino o una bolsa de café.

Dr. Jordan Zager

El Dr. Jordan Zager se doctoró en Bioquímica por la Universidad Estatal de Washington y es un experto muy solicitado en la biosíntesis de productos naturales y en el análisis químico de los compuestos de la resina del cannabis. El Dr. Zager es CEO y cofundador de Dewey Scientific, una empresa de agritecnia de cannabis que aporta credibilidad y consistencia al cannabis mediante una ciencia sólida y principios sostenibles.

Vía Benzinga, traducido por El Planteo.

Foto de portada por 2H Media vía Unsplash

Publicación original: marzo 2022

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