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Por Qué Es Importante que Hables de Cannabis con tu Médico

✍ 14 March, 2024 - 09:15

Imagina por un momento que decides adentrarte en el mundo del cannabis, que empiezas a usarlo para mejorar tu bienestar o para paliar síntomas crónicos. Sientes que es un paso significativo y te planteas discutirlo con tu médico. Podrías preguntarte: “¿Por qué este grado de transparencia es tan esencial?” Es un interrogante válido, pero la respuesta podría sorprenderte. Tiene menos que ver con la ciencia y mucho más con el vínculo intrínseco entre paciente y profesional.

Te enfrentas a una realidad, algo desalentadora. La mayoría de los médicos tiene un conocimiento limitado sobre el cannabis. Como un mapa a medio dibujar, quedan grandes áreas de incertidumbre. ¿Qué medicamentos interactúan con él? ¿Cuáles son sus efectos a largo plazo? ¿Cuánto del alivio que los pacientes experimentan es auténtico o se debe al efecto placebo?

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Este mundo está sediento de estudios que apaguen las dudas, pero apenas han visto la luz unos pocos. El cannabis parece ser el patito feo de las sustancia de estudio, dejado de lado porque su rentabilidad es cuestionable. Las pruebas clínicas, con sus costos astronómicos que se cuentan en millones, son un obstáculo formidable. Este escenario hace que los médicos estén en desventaja, con solo experiencias personales o evidencia anecdótica aportada por un pequeño grupo de pacientes valientes como sus únicas armas.

Sin embargo, a veces aparece una lucecita en la oscuridad. Para el médico inquisitivo, existen estudios que hablan de la relación entre el cannabis y la reducción del uso de opioides, o cómo el cannabis disminuye las convulsiones en personas con trastornos relacionados. Pero estos estudios son como señales de tráfico en un camino desconocido: aunque son informativos, ofrecen poca orientación práctica.

En este contexto, te encuentras con una ironía. Tú, como consumidor de cannabis, podrías estar más versado en la materia que tu propio médico. ¿Por qué ocurre esto? Los médicos pueden ser reacios a experimentar con cannabis debido a las estrictas políticas federales y hospitalarias sobre las drogas. Además, están desbordados y carecen del tiempo necesario para aprender sobre una nueva clase de medicación, especialmente una tan omnipresente y variable como el cannabis.

En cambio, tú, como consumidor de cannabis, puedes educarte ampliamente sobre este universo verde. Puedes entrar en un dispensario, asistir a una convención, leer libros, revistas, explorar internet, interactuar en redes sociales o utilizar el método de prueba y error. Un consumidor bien informado se convierte en una especie de experto. Entonces, ¿qué camino seguir?

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Desde un punto de vista ideal, la confianza, la toma de decisiones conjuntas y la comunicación fluida deberían ser los cimientos de toda relación saludable entre el paciente y el profesional. En un mundo ideal, podrías confesarle a tu médico que vapeas cannabis para ayudarte a dormir. Él o ella admitiría desconocer cómo esto podría afectar tus patrones de sueño o tu salud a largo plazo. Aun así, te agradecería tu sinceridad y te aconsejaría que sigas escuchando a tu cuerpo y haciendo lo que sientas correcto. Quizás incluso podría derivarte a un médico especializado en cannabis o continuar atendiéndote, aprendiendo de ti y de otros como tú.

Al final, la decisión de compartir tu uso de cannabis con tu médico es completamente personal. La esperanza es que, juntos, médicos y pacientes, podamos experimentar, aprender y crecer. Estamos viviendo tiempos fascinantes, y no hay mejor momento para fortalecer tu relación con tu profesional de la salud.

Con contribuciones del Dr. Adam Malek, del Centro Médico Cedars-Sinai.

Foto por Karolina Grabowska vía Pexels

Publicación original: marzo 2020

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