¿El Cannabis Legal Aumenta la Delincuencia? Informe del FBI Indica Todo lo Contrario

En EEUU, más del 50% del país ya tiene acceso a la marihuana legal. Ohio y Delaware empezarán a vender en dispensarios con licencia estatal este año. Incluso Florida, conocida por sus posturas más conservadoras, está votando a favor del uso adulto de cannabis y cuenta con un 66% de aprobación pública. Pero, ¿qué pasa con la afirmación de que permitir el acceso al cannabis aumentará la delincuencia? Bueno, los datos muestran que el cannabis legal se expande a medida que disminuye la delincuencia.

Los datos publicados en junio de 2024 por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) muestran que los delitos violentos de enero a marzo descendieron un 15,2% en comparación con el mismo periodo de 2023, mientras que los asesinatos cayeron un 26,4% y las violaciones denunciadas disminuyeron un 25,7%. Las agresiones con agravantes disminuyeron durante el periodo en comparación con el año anterior en un 12,5%, según los datos. Además, los robos se redujeron un 17,8% y los hurtos un 16,7%. Los delitos contra la propiedad disminuyeron un 15,1%, mientras que el robo de vehículos de motor disminuyó un 17,3%. Tales descensos de los delitos violentos y contra la propiedad se observaron en todas las regiones de EEUU.

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Esto sigue una tendencia desde el año pasado con la delincuencia disminuyendo en EEUU. Por ende, el pensamiento de que “el cannabis aumenta la delincuencia” pasa a ser un punto de conversación extraño carente de pruebas. Tanto las tendencias locales y nacionales muestran una caída, y varios estudios han dicho que el cannabis no aumenta la delincuencia.

Terran Cooper, de Falcon Rappaport & Berkman LLP, un importante bufete de abogadxs nacional con una división de cannabis, afirma: “La idea de que el establecimiento de programas de cannabis legales y autorizados por el Estado dará lugar a un aumento de la delincuencia se ha utilizado durante mucho tiempo para argumentar en contra de la legalización y despenalización del cannabis“.

“A pesar de la existencia de datos que demuestran lo contrario, muchxs siguen destacando la asociación del cannabis con la actividad delictiva. Algunxs señalan los delitos localizados relacionados con el cannabis; en Nueva York por ejemplo, como prueba de un aumento de la delincuencia tras la legalización del cannabis recreativo o de uso adulto en un estado. Sin embargo, un componente que a menudo se pasa por alto en el aumento de la delincuencia relacionada específicamente con el cannabis es el papel que desempeña el propio programa de cannabis de un estado en la actividad delictiva posterior“, explicó Cooper.

“Una importante actividad delictiva en EEUU puede estar asociada al establecimiento por parte de un estado de un programa de cannabis que desatiende a determinadas regiones de ese estado. Nueva York, en particular, eliminó muchas sanciones penales asociadas al cannabis sin establecer dispensarios autorizados durante muchos meses después. La forma en que un estado legaliza el cannabis, incluida la viabilidad de los negocios con licencia para competir con los negocios sin licencia y la disponibilidad general para el consumidor, puede afectar drásticamente a los delitos relacionados con el cannabis en un estado”, añadió.

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Por otro lado, Jesse Redmond, director gerente de Water Tower Research, una empresa líder en el sector del cannabis, afirmó que “hemos observado sistemáticamente que un mayor acceso al cannabis legal no sólo no aumenta la delincuencia, sino que puede reducirla. Un estudio realizado en Colorado demostró que la instalación de un dispensario adicional en un barrio se tradujo en una reducción de 17 delitos al mes por cada 10.000 residentes, lo que corresponde aproximadamente a un descenso del 19% en relación con la tasa media de delincuencia durante el período de muestreo”.

Estas cifras no significan que la industria del cannabis esté limpia. California sigue luchando con un robusto mercado ilícito que golpea al legal. El estado ha cargado a las empresas con licencia con múltiples y elevados impuestos, tasas y casi ninguna ayuda para reducir el mercado ilícito. Lxs cultivadores han estado enviando productos al caos de Nueva York a pesar de que va claramente en contra de la ley.

Nueva York también parece estar en una situación peliaguda con su fallido lanzamiento de la marihuana de uso adulto. El estado cambió abruptamente, a último minuto, el proceso de concesión de licencias a los dispensarios legítimos y las empresas, perjudicando miles de negocios familiares. Al mismo tiempo, están proliferando más de 1.500 dispensarios sin licencia en la ciudad de Nueva York. El estado sigue tratando de arreglar este desorden, pero no está teniendo mucho éxito.

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El hecho es que los dispensarios ilícitos no regulados y sin licencia probablemente suman más de 2.500 en todo el estado. Estos dispensarios ilícitos no existían antes de la aprobación de la MRTA en 2021. En cambio, fueron el resultado de la legalización del cannabis de uso adulto y construyó un esquema de licencias regulatorias aunque, posiblemente, no previó la aplicación de la ley contra los operadores ilícitos que eligieron operar fuera de ese esquema regulatorio.

Con todo esto, parece seguro afirmar que, contra la creencia popularizada, la criminalización del cannabis crea más delitos y complicaciones con la ley que su legalización.

Vía The Fresh Toast, traducido y editado por El Planteo

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