Receta de Brownies de Setas Alucinógenas: Un Delicioso Giro Psicodélico

En la última década, más o menos, la legalización del cannabis ha visto una auténtica explosión en el arte de cocinar con marihuana. Un concepto que solía definirse por brownies sospechosos y con sobredosis que te dejaban sin poder levantarte del sillón se ha transformado ahora en algo más considerado, más útil y más delicioso.

Lxs chefs con formación profesional se están dedicando a la alta cocina cannábica, con gente como la chef Jessica Catalano, especializada en la cocina con cannabis de cepas específicas para usos medicinales, así como en el sabor.

A medida que la despenalización de la psilocibina y otros psicodélicos se convierte en una realidad o al menos en un tema de debate en gran parte del mundo, la idea de la cocina con psilocibina se vuelve interesante. Después de todo, ¿por qué seguimos tragando gramos de hongos secos o bebiendo té, cuando podríamos poner nuestras habilidades culinarias sobre la mesa y hacer algo mucho más apetecible?

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Por supuesto, hay cosas que hay que tener en cuenta al acercarse a la comida y a las setas que contienen psilocibina. La primera, como siempre, es la dosis.

¿Se pueden cocinar los hongos mágicos? Sí, pero en dosis adecuadas

Suponiendo que ya hayas tenido alguna experiencia con los hongos, llegarás a tu cocina con una idea general de qué dosis es la adecuada para ti y tu propia tolerancia. Por supuesto, siempre hay variables.

Cuando se trata de cocinar con hongos, nos gusta seguir la misma regla que con cualquier tipo de consumo de psilocibina: dosis bajas. Siempre se puede tomar más, pero una vez que te has tragado una tostada de queso con psilocibina que contiene el triple de tu dosis habitual, ya estás en el asunto y para largo.

Si tomas una dosis baja, puedes, en teoría, ofrecer a tu pareja una cena de tres platos y, cuando estén satisfechxs, retirarse a au guarida para viajar deliciosamente durante el resto de la noche. Nadie quiere vomitar de hongos por volverse glotón y pasarse con con la dosis.

Cuando cocines con setas, ten en cuenta el estómago

Tanto si añades extracto de psilocibina a una comida delicadamente equilibrada como si echas algunos hongos molidos a un postre y lo cubres todo de azúcar, la diferencia entre esto y el consumo normal es que no sólo estás metiendo hongos en tu estómago, sino también otros alimentos.

Mucha gente sufre náuseas cuando viaja, así que vale la pena tenerlo en cuenta a la hora de preparar la receta. El jengibre fresco ayuda a alejar las náuseas y a menta y el limón también pueden ayudar.

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Incluso si no eres tan propensx a las náuseas, puede que comer comida cargada de hongos te afecte de forma bastante diferente a comer hongos sin más. Después de todo, tu estómago no está acostumbrado a procesar otras cosas al mismo tiempo que la psilocibina.

Por esta razón, recomendamos empezar con alimentos ligeros; no te lances a comer un puré con psilocibina y un churrasco a la pimienta. Empieza con algo de confitería dosificada; nos gusta poner dosis muy bajas en ositos de gominola para poder comer un puñado, y empezamos echando hongos frescos en batidos de arándanos, con plátano para calmar el estómago. No es una carrera; ¡empieza despacio y con constancia!

No te preocupes demasiado por el calor

Una de las discusiones más polémicas en torno a la cocina con hongos de psilocibina es la cuestión del calentamiento y la supuesta degradación de los ingredientes activos que contienen.

Hace una década, no había pregunta más propensa a iniciar una discusión en un foro de hongos que ésta, y lxs comentaristas empezaban a lanzar términos científicos con la intención de señalar su mayor conocimiento del tema.

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Es probable que la idea surgiera de personas que comparaban hongos de distintas edades, o incluso de distintas especies, y descubrían que unas eran más potentes que otras; un hongo seco de dos años tendrá una potencia notablemente distinta a la de uno del mismo tipo recién recogido y secado.

Del mismo modo, si comes hongos cuando has descansado bien, te has hidratado adecuadamente y has ingerido tres comidas, es probable que te afecte menos que si has pasado la noche en vela, no has comido ni bebido lo suficiente y además has ingerido otras sustancias que alteran la percepción.

La potencia de los hongos de psilocibina es algo increíblemente subjetivo y es poco probable que la reacción de una persona a los hongos sea la misma en todos los casos—así que puede que un día comas tres gramos de producto seco y te sientas increíblemente voladx, y otro día bebas la dosis equivalente en un té y te sientas menos afectadx. En esta situación sería lógico, aunque no exacto, deducir que la ebullición afectó a la potencia del producto. Añádase a esto una importante falta de datos completos.

Hoy en día se acepta generalmente que, en la mayoría de las situaciones, el calor no supone una amenaza de degradación significativa de la psilocibina, especialmente si se cocina en una cocina estándar y durante un breve período de tiempo—después de todo, la gente ha estado hirviendo hongos en agua para hacer té durante décadas, si no más, y la cuestión de la degradación de la potencia no se plantea mucho por ahí.

Si de nosotrxs dependiera, pondríamos fin a toda esta cuestión encargando un estudio con productos cultivados en laboratorio, diversas especies y análisis químicos detallados a lo largo de una serie de temperaturas, y luego nos ofreceríamos para probar los resultados… pero, por desgracia, no tenemos en nuestras manos la financiación académica.

Debido a ideas como ésta, muchxs psiconautas siguen prefiriendo evitar largos periodos de calentamiento cuando cocinan hongos. Es comprensible, y por eso no verás muchas recetas de repostería que giren en torno a los hongos de psilocibina. Es una pena (hemos hecho brownies de chocolate y naranja dosificados con setas alucinógenas y estaban fenomenales), pero no es el fin del mundo y siempre se puede romper la tendencia.

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Cuando se trata de cocinar hongos, la mejor idea es ir con cautela, tomar notas y dosificar poco para empezar. Pero esto no significa que tengas que ser conservador en tu cocina; saca tus mejores dotes culinarias y ¡a ver hasta dónde te pueden llevar!

Receta de brownies de setas alucinógenas

Estos deliciosos brownies de setas alucinógenas tienen un delicioso toque de sabor a moca anaranjada. Como con cualquier comestible, seguir el dicho “empieza poco a poco, ve despacio” es una sabia elección. La potencia de estos brownies variará en función de la potencia de los hongos, que es difícil de determinar con exactitud. Quienes deseen evitar la cafeína deben optar por el café descafeinado.

Tiempo de preparación: 20 minutos

Tiempo de cocción: 20 minutos

Rinde: 8 porciones

Información nutricional: 622 calorías

Ingredientes

• 2 tazas de harina común
• 1 taza de azúcar
• 1/2 taza de cacao
• 1 cucharadita de sal
• 1 cucharadita de levadura en polvo
• 1 cucharadita de esencia de vainilla
• 1 taza de café instantáneo muy fuerte (4 cucharadas de café por 1 taza de agua)
• 1 taza de aceite vegetal
• 1 taza de frutos secos picados; hemos utilizado nueces, pistachos y pacanas
• 1/2 taza de chocolate negro/amargo picado
• 4 g de hongos secos
• jugo de 1 naranja
• 1 cucharada de ralladura fina de naranja
• Sal marina en escamas

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Preparación

• Precalentar el horno a 180 °C.
• En un bol, mezclar la harina, el azúcar, el cacao, la sal, la levadura en polvo y la ralladura de naranja.
• En un bol más pequeño, mezcla el café, el aceite, la esencia de vainilla y el jugo de naranja.
• Incorporar los ingredientes húmedos a los secos y, a continuación, las nueces, los hongos y los trozos de chocolate negro.
• Una vez mezclados, vertir la mezcla en una bandeja de horno engrasada de 8 x 8
• Cubrir con escamas de sal marina
• Hornear durante 20 minutos o hasta que al pinchar con un palito éste salga limpio
• Dejar enfriar, cortar y ¡a disfrutar!

Vía DoubleBlind, traducido y editado por El Planteo

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