Cultivo de Cannabis en Exteriores vs. Interiores: ¿Cuál Es el Futuro de la Industria?

Por Luis Merchán, presidente y CEO de Flora Growth Corp.

En los primeros días de la industria legal del cannabis en Norteamérica, en muchas situaciones tenía sentido intentar cultivar cannabis tanto en interior, en invernaderos, como exterior, para escalar las operaciones. Cuando los grandes operadores canadienses se establecieron en el primer mercado legal federal, muchos actores del sector consideraron que los invernaderos indoor e híbridos eran la “solución” para lograr una producción constante de alta calidad al menor costo posible.

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Sin embargo, en realidad, muchos de los productores originales en indoor e invernaderos se encontraron con importantes problemas ambientales. Ejemplo de esto son las plagas, el control de calidad estacional y las complicaciones de la replicación genética. Tales factores elevaron los costos a niveles insostenibles. A medida que nos adentramos en una era en la que esta planta se convertirá en un producto básico, como el café o el trigo, es el momento adecuado para considerar la fecha de caducidad de la viabilidad de las costosas (una instalación de interior puede costar siete veces más que una de exterior) y quisquillosas (altos impuestos exigidos por el gobierno) operaciones de cultivo de interior e invernadero.

Cultivo en interior o en exterior: ¿Cuál es el futuro del cannabis?

No te equivoques, hay varias opiniones valiosas en la industria. Los cultivadores de interior te dirán que dicho método te permite controlar completamente la fuente de luz para la flor, el ambiente, la temperatura, los niveles de CO2 y la humedad… todo sin tener que preocuparte por el clima. ¿Una de las desventajas de tener tanto control? El costo. Por ejemplo, en Denver, una libra (0,45 kg) de marihuana puede costar hasta USD 750 o más, sólo en electricidad. También te dirán que el cultivo de interior puede producir porcentajes más altos de THC, con una relación de costo más baja para ese porcentaje, y que el costo importa.

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Desde los argumentos sobre la luz adecuada hasta el terreno libre, el debate sobre el cultivo en interior o en exterior ha durado tanto como el crecimiento de la industria legal. La legalización en los últimos años en América del Sur y del Norte ha cambiado el juego. Mientras tanto, la mayoría de los expertos está de acuerdo: las marcas de consumo de cannabis de primera calidad siempre existirán y prosperarán en el mercado. Pero para los proveedores mayoristas, ¿no será el precio combinado con la calidad lo que se imponga?

Particularidades del cultivo al aire libre

El cultivo al aire libre puede ser el futuro de la industria del cannabis, pero no todos los cultivos al aire libre son iguales. En los principales lugares de cultivo al aire libre del mundo, los cultivadores han sido capaces de lograr altos rendimientos con un excelente contenido de cannabinoides. De hecho, han superado sistemáticamente el 20% de THC y CBD gracias a condiciones de cultivo excepcionales. Estas condiciones generalmente incluyen más de 12 horas de luz solar, suelo rico en nutrientes orgánicos y condiciones ideales al aire libre que minimizan los problemas de control de plagas y patógenos. Tales condiciones de cultivo pueden ayudar a conseguir un producto floral de primera calidad.

Con un impacto medioambiental reducido y una mano de obra experimentada, las operaciones de cannabis en exterior pueden cultivar por USD 0,06 por gramo con unos costos mínimos de electricidad. También pueden utilizar manantiales naturales que proporcionan agua de forma gratuita. Además, se puede utilizar toda la planta para combatir los residuos. En comparación, las operaciones en interior que pueden superar una media de USD 3 por gramo.

Sostenibilidad en el cultivo de cannabis

El cultivo al aire libre tiene dos ventajas inherentes que van de la mano: la capacidad de escalar a un bajo costo y un menor impacto medioambiental. Se pueden cultivar hectáreas de terreno utilizando sólo un puñado de pequeños invernaderos de propagación al aire libre. Los mismos pueden instalarse rápidamente y según las necesidades. Además, en el cultivo interior los cultivadores necesitan controlar las condiciones de temperatura y humedad de las enormes salas de los invernaderos. Pero en el exterior, los cultivadores pueden plantar económicamente fila por fila al aire libre. Así, se reduce significativamente el gasto de recursos.

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Junto con esta menor necesidad de inversión en funcionamiento e infraestructuras, se produce un bajo impacto en el medio ambiente. El proceso de cultivo debe ser siempre innatamente sostenible, utilizando en gran medida componentes de la naturaleza. Los manantiales de agua natural, por tanto, deberían poder abastecer a las producciones. Asimismo, los sistemas de gestión agronómica orgánica y sin pesticidas (adaptados al clima y las condiciones locales) pueden permitir a los cultivadores alcanzar una escala masiva con un impacto medioambiental mínimo.

Es importante dar prioridad a la sostenibilidad en todos los aspectos de un negocio de cultivo de cannabis. Desde la equidad social y el envasado sostenible hasta las prácticas de ahorro de agua y energía y las certificaciones ecológicas, es posible comprometerse con la sostenibilidad en toda la cadena de valor de una empresa.

Conclusión

Las empresas deben ser capaces de cultivar a escala y producir flores de cannabis sin que ninguno de los productos o insumos sea probado en animales. Los cultivos al aire libre también pueden mostrar una capacidad asombrosa para maximizar el rendimiento del capital invertido. Para esto, pueden utilizar toda la planta para reducir los residuos, y mantener una flexibilidad operativa sensata. Así puede cumplirse el objetivo de escalar la producción y capitalizar la creciente demanda mayorista y minorista.

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Al combinar productos de alta calidad con una estructura de bajo costo y prácticas sostenibles, las prácticas de cultivo exterior podrían representar el futuro de la industria del cannabis. Esto se logra a través de una clara comprensión de sus necesidades de cultivo y su capacidad para controlar los elementos exteriores para proporcionar un producto de la mejor calidad posible. Así, el cultivo exterior tiene el potencial de tener un impacto positivo en el medio ambiente y en el futuro del cultivo de cannabis.

Vía Benzinga, traducido por El Planteo.

Foto de MATCA Films