¿Hay Razones para Mantener los Psicodélicos en la Ilegalidad? Ética, Conservación y Derechos de los Pueblos Originarios

¿Deben seguir siendo ilegales los psicodélicos para protegerlos y proteger a las culturas de pueblos originarios que dependen de ellas?

Datos recientes revelan que la selva amazónica, el mayor sumidero de carbono terrestre del mundo, está produciendo más emisiones de CO2 de las que secuestra. Se puede culpar a una serie de industrias por esto, concretamente a la cría de ganado. El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha facilitado más que nunca que las industrias pongan el beneficio por encima de la protección a través de regulaciones laxas. Éstas permiten arrasar cada día un poco más de la mayor y más preciada selva tropical del mundo.

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Sin embargo, esto no está exento de consecuencias. Un grupo de comunidades originarias que viven o dependen del Amazonas demandó a la cadena de supermercados francesa Casino por abastecerse de carne de vacuno de JBS, el mayor productor de carne del mundo. Se trata de una empresa brasileña que se ha comprometido públicamente a no abastecerse de proveedores que contribuyan a la deforestación. Pero eso es exactamente lo que, según los grupos, está ocurriendo. La creciente profundidad de la cadena de suministro de carne de Brasil hace difícil (pero no imposible) rastrear el origen.

Un grupo de comerciantes minoristas de la UE y el Reino Unido también ha hecho un llamamiento a la acción. Es más, se han comprometido a boicotear productos de Brasil si las políticas de protección de la Amazonia y la aplicación de las mismas no se producen con rapidez y regularidad.

Este tipo de boicot podría acabar con la industria cárnica brasileña, aunque esto es poco probable. Al mismo tiempo, saca a la luz cuestiones relacionadas con los derechos de las comunidades indígenas; no sólo a la tierra, sino a las plantas y medicinas de las que han dependido desde tiempos inmemoriales.

Los psicodélicos y los pueblos originarios

Un conflicto similar relacionado a los pueblos originarios se está produciendo ahora tras los esfuerzos de despenalización de los psicodélicos en los EEUU. Según las leyes federales actuales, la mayoría de los psicodélicos están catalogados como drogas de la Lista 1 y la Lista 2 (junto a la heroína y las metanfetaminas). Esto significa que tienen una mayor probabilidad de causar adicción y no tienen valor médico. Sin embargo, las investigaciones de prestigiosas universidades como NYU y Johns Hopkins demuestran lo contrario.

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Los psicodélicos no sólo son útiles para tratar una serie de condiciones mentales y físicas, sino que también se utilizan para tratar la adicción a los opiáceos y al alcohol. Esto ha llevado a los esfuerzos para despenalizar las sustancias. Ciudades como Washington D.C. y Denver (Colorado) han despenalizado los psicodélicos, convirtiéndolos en la prioridad más baja para las fuerzas del orden. El estado de Oregon despenalizó los psicodélicos en 2020; y se convirtió en el primer estado en legalizar el uso terapéutico de la psilocibina, el ingrediente activo de más de 100 especies de hongos psicodélicos.

Pero estos cambios normativos implican inevitablemente un aumento de la demanda de psicodélicos, ya sea para uso recreativo o terapéutico. Ahora, un grupo de comunidades de pueblos originarios quiere que los cactus psicodélicos, en concreto el peyote, sean eliminados de los esfuerzos de despenalización.

En otras palabras: quieren que su uso siga siendo ilegal para protegerlo.

“Este esfuerzo de conservación incluye medidas reguladoras y legales diseñadas para asegurar la conservación biocultural. Es importante que este esfuerzo no se interrumpa ni se diluya”, dice una carta de los grupos. “Los esfuerzos de despenalización individuales, estatales o locales que incluyan el peyote pueden ser perjudiciales para una estrategia a nivel nacional impulsada por los pueblos nativos americanos para proteger, conservar y asegurar la sostenibilidad espiritual y ecológica del peyote”.

Los grupos mencionan la posibilidad de acabar con los cactus de peyote si no se penaliza su uso. Una sola planta de peyote puede tardar más de una década en madurar. Esto lo hace especialmente vulnerable a la amenaza, sobre todo porque el calentamiento global está afectando a la región mexicana donde más crece.

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Lxs agricultores de la zona se han visto obligadxs a desplazarse hacia el norte a medida que la tierra se va secando. Esto hace incierto el futuro de la flora silvestre, como el peyote, y de los arbustos del chaparral bajo los que suele crecer. Según el Sierra Club, el número acumulado de migrantes por el clima procedentes de Centroamérica y México podría ser de casi 4 millones en el 2050.

Psicodélicos y pueblos originarios: Conservación de la cultura y de las medicinas

La conservación es una de las principales preocupaciones del Comité de Comunicación para la Conservación del Peyote Indígena (IPCCC), que apoya el mantenimiento de la ilegalidad del peyote a tal efecto. A pesar de sus mejores esfuerzos de conservación, el grupo teme que la afluencia de recolectores descienda a regiones como el valle mexicano de la Sierra de Catorce, donde prospera al amparo de arbustos achaparrados.

La postura del grupo “no se debe a la oposición a los esfuerzos de despenalización en general”, subrayó el IPCCC. “Sino porque ya hay toda una estrategia de conservación en marcha”.

La conservación también es una preocupación en el Amazonas, donde se origina el brebaje psicodélico a base de ayahuasca. Estas preocupaciones aumentaron tras los incendios que asolaron la Amazonia en el 2019. Las industrias que invaden la selva plantean amenazas, pero también la afluencia de buscadores psicodélicxs occidentales a la región. Esto aumenta la demanda de ceremonias de la medicina rica en DMT.

Esto ha obligado a curanderxs y chamanes locales a adentrarse en la selva para encontrar los ingredientes del brebaje. Por caso, la liana Banisteriopsis caapi es un IMAO que contribuye a la duración e intensidad de las plantas que contienen DMT con las que se mezcla.

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“La escasez de hojas de chacruna, por ejemplo, ha provocado el aumento del uso de alternativas, como la huambisa y el toé, con efectos imprevisibles y potencialmente mortales”, señala The Guardian. “Estas sustancias son especialmente peligrosas en manos del creciente número de curanderos amateurs”, como en la muerte de turistas; entre ellos el estadounidense Kyle Nolan, de 18 años.

Lxs turistas de la región también introducen enfermedades, no sólo para los habitantes de los bosques, sino también para las plantas y los animales que viven allí.

Otros dos aspectos que preocupan a lxs conservacionistas son la obtención de 5MeO-DMT y kambó. Ambos se obtienen de la piel de anfibios que segregan toxinas: el Incilius Alvarius, también conocido como sapo del río Colorado, “Bufo Alvarius”, “El Sapo/Sapito”, “Bufo” y “Sapo” para el 5MeO; y la Phyllomedusa bicolor, también conocida como rana mono gigante para el Kambo.

Las secreciones de los sapos y las ranas son increíblemente intensas, pero se pueden necesitar hasta dos sapos para una experiencia psicodélica.

Una investigación de Viceland del 2017 siguió a cazadores de sapos que habían recogido más de 500 gramos de toxinas de sapo bufo, unas 5.000 dosis. Las ranas y los sapos segregan estas toxinas para disuadir a los depredadores. La única forma de extraer la secreción es causar a los animales estrés, como si estuvieran amenazados. A algunos se les coloca cerca del fuego para que su piel empiece a “sudar” el veneno. Pero lo más frecuente es golpear a los animales, eventualmente hasta la muerte, para que liberen las sustancias químicas. Se les deja apenas con vida el tiempo suficiente para extraerles toda la secreción posible, y luego se les remata para los carroñeros.

Muchxs practicantes afirman que esto se hace de forma ética, pero no hay organismos reguladores que investiguen la obtención de Kambo o 5MeO. Al igual que la recolección del peyote, el kambó y el 5MeO suelen ser recolectados por individuos, de forma muy parecida a lxs recolectores de hongos.

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Tanto el sapo Bufo como la rana mono no están en peligro de extinción. Están catalogados como “de menor preocupación” en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN. Pero los anfibios, incluidos los sapos y las ranas, son especies indicadoras. Son de las primeras en reaccionar a los cambios ambientales y desempeñan un papel importante en la salud de sus ecosistemas. La presión continua sobre estas especies podría conducir a la disminución de sus poblaciones y al impacto en sus entornos.

La despenalización de los psicodélicos podría ponerlas aún más en peligro.

También existe la preocupación ética de la sobreextracción de estos recursos, en particular los que se extraen de los animales. ¿Tienen los humanos derecho a dañar a otras criaturas para su propio beneficio personal? ¿Especialmente cuando los psicodélicos se exploran a menudo por razones de desarrollo personal, no como alimento, ropa o refugio? ¿Y especialmente cuando existen sustancias sintéticas y otras que no implican quitar una vida?

Proteger el pasado y el futuro

Las plantas medicinales como el peyote también pertenecen a largos linajes de culturas espirituales y religiosas. La pérdida de acceso, debido a la sobreexplotación como resultado de la despenalización de los psicodélicos, podría amenazar estos rituales para los pueblos originarios, como nativos americanos y tribus sudamericanas.

Según lxs partidarixs de la despenalización, los beneficios sanadores de los psicodélicos podrían ayudar a inspirar más esfuerzos de conservación en todo el mundo; no sólo para los psicodélicos, sino para toda la naturaleza. Son las experiencias místicas y el crecimiento personal lo que podría ayudar a conseguir un mundo mejor para todxs. A menudo esto se consigue a través de la experiencia de “unicidad” mientras se está bajo la influencia de las sustancias.

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El peyote es un “aliado clave en nuestra lucha colectiva por despertar a las masas del sueño basado en el miedo de la desconexión con nosotrxs mismxs, con lxs demás y con la naturaleza”. Por esto, “estamos muy ansiosos por escuchar el plan para salvar al peyote de la extinción”, dijo Carlos Plazola, presidente de la Junta Nacional de Despenalización de la Naturaleza, en una carta de respuesta al IPCCC. La junta sugiere estudiar formas de proteger plantas como el peyote.

Según David Bronner, CEO de la empresa de jabones Dr. Bronner’s y defensor del uso seguro de psicodélicos dijo a Marijuana Moment que lxs líderes indígenas han “pedido al movimiento psicodélico que siga su ejemplo en cuanto a la conservación de la medicina del peyote en este continente, y que no despenalice su medicina a nivel estatal o municipal”.

“El cultivo del peyote de crecimiento lento es una de las muchas estrategias de conservación a largo plazo en las que el Consejo Nacional ya está comprometido a nivel nacional bajo la Ley de Libertad Religiosa de lxs Indios Americanos: no requiere ningún cambio regulatorio a nivel de la ciudad o del estado”, dijo. “La Iglesia Nativa Americana (NAC) no quiere que se envíe una señal a lxs buscadores no nativos de que está bien usar el peyote para curarse en las ceremonias, lo que dispararía la demanda de su medicina de lento crecimiento”.

“Hay otros cactus que contienen mescalina, como el San Pedro, que lxs no nativos pueden utilizar”, añadió. “Es extremadamente irrespetuoso asumir que la NAC no sabe lo que está haciendo en sus esfuerzos por conservar su medicina, y en su lugar proponer que se forme un comité gubernamental para liderar este esfuerzo; especialmente teniendo en cuenta la larga historia de tratados y promesas rotas por parte de los organismos gubernamentales estadounidenses”.

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A medida que se van produciendo más esfuerzos de despenalización, es seguro que continuarán los debates sobre la mejor manera de conservar y proteger los psicodélicos, a la vez que se comparte su potencial medicinal.

Lxs líderes mundiales y las empresas están aumentando sus esfuerzos para apoyar la sostenibilidad y la gestión ética de los bosques y recursos del mundo para las generaciones futuras. Y, a su vez, los psicodélicos se están ganando su propio lugar en la conversación sobre la conservación.

“Nos corresponde a todxs ser aliadxs respetuosxs”, dice Bronner, “y mostrar deferencia y respeto al esfuerzo de preservación liderado por lxs indígenas que ya está en marcha”.

Vía Psychedelic Spotlight, traducido por El Planteo.

Publicación original: junio 2021

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