Terapia Asistida por Psicodélicos: Todo lo que Hay que Saber

Por Evan Lewis-Healey

Para tratar a sus pacientes, gran cantidad de terapeutas está recurriendo a los psicodélicos. Pero, ¿qué es la terapia asistida por psicodélicos y cómo funciona?

Lxs terapeutas no se limitan a darle hongos de psilocibina a sus pacientes y esperar a que hagan su magia. Decir que son “sólo” las drogas las que hacen efecto es un error. Más bien, lxs terapeutas emplean la terapia asistida por psicodélicos.

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Esta herramienta terapéutica polifacética comprende tres etapas principales, que funcionan de forma sinérgica para ofrecer una poderosa forma de cambiar la mente.

Breve historia de la terapia asistida por psicodélicos

La terapia asistida por psicodélicos implica el uso de una dosis elevada de una sustancia psicodélica para tratar un problema de salud mental. En el mundo occidental, este tipo de terapia dejó una huella indeleble en el campo de la psiquiatría en los años 50 y 60. El descubrimiento del LSD por parte de Albert Hoffman en 1938 hizo que las sustancias psicodélicas fueran fácilmente accesibles en Occidente.

Los profundos efectos del LSD no tardaron en hacerse patentes, y la síntesis de la sustancia era relativamente fácil. Así, en 1949, los Laboratorios Sandoz (la empresa para la que trabajaba Hoffman en aquel momento) comercializaron el LSD como Delysid a universidades e instituciones, para que lo probaran en sus aplicaciones clínicas.

Lo que siguió fue una avalancha de investigaciones sobre los efectos de los psicodélicos. Entre 1950 y 1965, alrededor de 40.000 pacientes fueron tratadxs con LSD, con resultados abrumadoramente positivos. A pesar de estos resultados innovadores, los psicodélicos se ganaron una notoria reputación como instigadores del sentimiento antigubernamental. Esto condujo a la infame convención sobre sustancias psicotrópicas de 1971, que acabó con una prohibición general de las drogas psicoactivas.

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A partir de 1971, el acelerado ritmo de la investigación psicodélica se detuvo rápidamente. Este periodo de estancamiento se prolongó durante varias décadas, a pesar de que gran parte de los descubrimientos de esta época fueron realmente innovadores. Era innegable que los psicodélicos podían utilizarse para tratar un sinfín de problemas de salud mental, como la ansiedad al final de la vida y la adicción.

Aunque no fueron sólo las sustancias psicodélicas las que facilitaron estos cambios positivos en la mente; las tres etapas de la terapia asistida por psicodélicos se combinaron para formar este innovador tratamiento.

Etapas de la terapia asistida por psicodélicos

Etapa 1: Preparación

Tomar una dosis alta de psicodélicos es un proceso indudablemente cargado. Los “malos viajes” son comunes en un viaje psicodélico, ya que nunca se sabe lo que la mente puede revelar a sí misma. Esto puede ser especialmente inquietante cuando un paciente va a viajar por primera vez. Los problemas de salud mental pueden exacerbar fácilmente la ansiedad ya presente que se produce en la anticipación.

Para mitigar esta ansiedad, lxs médicos y facilitadores psicodélicos siempre llevan a cabo sesiones preparatorias antes de la experiencia psicodélica en sí. Rosalind Watts, directora clínica de los ensayos de psilocibina para la depresión en el Imperial College de Londres, destaca que preparar a lxs pacientes puede tener beneficios muy positivos: “La preparación es esencial para ayudar a la gente a acercarse a la experiencia psicodélica con la menor resistencia posible, ya que dejarse llevar completamente permite obtener el mayor beneficio”.

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Otro elemento de la preparación es la fijación de intenciones. Un ejemplo de intención puede ser “vivir más libremente y sentirme menos inhibido”, o “abrirme a lxs demás”. La fijación de la intención es un aspecto fundamental de la terapia psicodélica; tener una intención clara y centrada permite al paciente permanecer en tierra durante los períodos turbulentos de la sesión psicodélica. Las investigaciones también han demostrado que tener “intenciones claras” para una sesión puede predecir experiencias de tipo místico durante la experiencia psicodélica. Éstas, a su vez, se han asociado fuertemente con cambios positivos en la salud mental.

Etapa 2: La sesión psicodélica

El día de la sesión psicodélica es lo que la gente suele imaginar cuando piensa en la terapia psicodélica: es cuando se administra la sustancia en sí.

El día suele comenzar con algo más de preparación y una aclaración de las intenciones que se tienen en el viaje. En los entornos clínicos, un psicodélico suele administrarse en un espacio cómodo y seguro, con uno o dos terapeutas que actúan como guías del viaje. Un área de un hospital o un centro de retiros suele decorarse y convertirse en un entorno de “sala de estar”.

Tras tomar una dosis de psicodélicos, se anima al paciente a sentarse, relajarse y abrirse a la naturaleza de la experiencia.

Etapa 3: Integración

La sesión psicodélica en sí sólo dura unas seis horas, pero el trabajo no termina ahí. La experiencia que se desarrolla suele ser dinámica, con muchas etapas que la engloban. Al principio, lxs pacientes pueden sentirse abrumadxs, por lo que es muy importante incluir una fase de integración.

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Según Watts, “la integración ayuda a lxs pacientes a procesar los acontecimientos que ocurren durante las sesiones psicodélicas, a aprender valiosas lecciones de ellas y a incorporar las lecciones clave a su vida diaria”.

Terapeuta y paciente pasarán varias horas hablando de cómo fue la experiencia psicodélica. Durante este tiempo, lx terapeuta extrae las ideas específicas que su paciente puede haber obtenido de la experiencia.

Este proceso es especialmente relevante, ya que permite a lxs pacientes integrar estas percepciones en su vida en general. Por ejemplo, un paciente puede haber tenido una percepción de que no puede establecer relaciones sólidas con los demás porque parece frío y cerrado. Su terapeuta puede utilizar este insight para animarle a ser más abiertx en sus relaciones, permitiéndole así desarrollar relaciones mejores y más fuertes.

Es imposible decir cuál es el aspecto más importante de la terapia psicodélica. Si se eliminan las sesiones de preparación, lx paciente puede tener una experiencia particularmente difícil durante la sesión de dosificación. Si se eliminan las sesiones de integración, puede perderse ideas clave que pueden ayudarle a llevar una vida más feliz y saludable. Y, por supuesto, si se quita la sesión psicodélica en sí, puede que no haya una ventana de oportunidad para cambiar la mente del paciente para mejor.

Vía Psychedelic Spotlight, traducido por El Planteo.

Publicación original: noviembre 2021

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