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Psicodélicos en Silicon Valley: El Motor de los Genios, de Steve Jobs a Elon Musk

✍ 14 December, 2024 - 12:27

Líderes como Steve Jobs y Sam Altman han usado psicodélicos para potenciar creatividad y claridad mental.
Elon Musk y Sergey Brin exploran psicodélicos como herramientas para la salud mental y terapias innovadoras.
Silicon Valley adopta psicodélicos como vía para romper límites creativos y tratar problemas de salud mental.

En el mundo de alta presión y constante evolución de Silicon Valley, algunos de los líderes más influyentes han recurrido a los psicodélicos en su búsqueda de creatividad, crecimiento personal y claridad mental. Como informó Business Insider, desde el visionario cofundador de Apple (NASDAQ:AAPL), Steve Jobs, hasta el CEO de OpenAI, Sam Altman, e incluso el creador de Tesla (NASDAQ:TSLA), Elon Musk, el uso de sustancias que alteran la mente han desempeñado un papel importante, a menudo privado, en el desarrollo de las figuras más poderosas de la industria tecnológica.

Steve Jobs: Una ‘experiencia profunda’ en la búsqueda de un propósito

El difunto Steve Jobs, muy conocido por su papel en la revolución tecnológica, fue muy franco sobre cómo sus experiencias con LSD moldearon su visión del mundo. Jobs pasó los primeros años de su veintena explorando los límites de la conciencia a través de la meditación, los viajes y los psicodélicos. Su exploración del LSD, reveló más tarde, le ayudó a descubrir un sentido más profundo del propósito que definiría su carrera.

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“Alcancé la mayoría de edad en una época mágica”, dijo Jobs a su biógrafo Walter Isaacson, describiendo la contracultura de los ’60 y principios de los ’70. El empresario calificó su consumo de LSD como “una de las cosas más importantes de mi vida”. “Reforzó mi sentido de lo que era importante: crear grandes cosas en lugar de ganar dinero, devolver las cosas a la corriente de la historia y de la conciencia humana tanto como pudiera”, afirmó.

Durante un periodo de dos años, entre 1972 y 1974, Jobs tomó LSD entre 10 y 15 veces, antes de abandonar la droga. A menudo se considera que su experiencia con los psicodélicos fue fundamental para su pensamiento radical y su capacidad de ver más allá de las limitaciones convencionales de los negocios.

Sam Altman: De la ansiedad a la calma a través de retiros psicodélicos

Sam Altman, CEO de OpenAI, ha hablado mucho de cómo los psicodélicos le ayudaron a transformar su estado mental y emocional. En una aparición en septiembre en el podcast La vida en siete canciones, Altman compartió cómo un retiro en México, donde se utilizaron psicodélicos bajo la guía de un facilitador, alteró profundamente su percepción de sí mismo y del mundo.

“Si me hubieran dicho que un retiro de un fin de semana en México iba a cambiar eso significativamente, habría dicho que no había forma”, dijo Altman. “Y realmente lo hizo”. Reveló que antes de sus experiencias psicodélicas, había sido “una persona muy ansiosa e infeliz”, pero después del retiro, sintió una calma duradera que no había conseguido por otros medios.

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Las experiencias personales de Altman con los psicodélicos le han llevado a convertirse en un defensor de su potencial terapéutico. El cofundador de OpenAI ha invertido en varias startups centradas en la investigación psicodélica y es presidente del consejo de Journey Colab, una empresa que trabaja en tratamientos clínicos de la adicción mediante sustancias psicodélicas.

Sergey Brin: El silencioso defensor de la psilocibina

El cofundador de Google (NASDAQ:GOOG), Sergey Brin, lleva una relación con los psicodélicos que ha permanecido por mucho tiempo fuera del radar.

Aunque Brin no ha confirmado públicamente su consumo de psilocibina (el compuesto activo de los hongos mágicos), informes de The Wall Street Journal sugieren que ha experimentado con esta sustancia. Brin también ha demostrado un gran interés por el potencial terapéutico de los psicodélicos, respaldando una empresa sin fines de lucro, Catalyst4, que ha destinado USD 15 millones a investigar la ibogaína contra transtornos de salud mental.

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La participación de Brin en Burning Man, el festival anual conocido por su exploración del arte, la comunidad y los estados mentales alterados, invita a creer que su curiosidad por los psicodélicos podría ser algo más que un interés pasajero.

Elon Musk: ‘Viajes exploratorios suaves’ y ketamina

Otra figura controvertida que ha experimentado con psicodélicos es Elon Musk. El CEO de Tesla y SpaceX ha hablado abiertamente de su consumo de ketamina, un anestésico disociativo con propiedades alucinógenas, que dice utilizar para combatir estados emocionales negativos, como la depresión.

En una entrevista con Don Lemon, de la CNN, Musk reveló que consume una “pequeña cantidad” de ketamina aproximadamente una vez cada dos semanas. Sugirió que la sustancia le ayuda a mantener la concentración en momentos difíciles, sobre todo cuando siente que su estado mental se deteriora. “Si consumes demasiada ketamina, no puedes trabajar, y yo tengo mucho trabajo”, explicó Musk. A pesar de su uso recreativo, Musk considera la ketamina una alternativa más eficaz que los antidepresivos tradicionales, como los ISRS.

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Además, Musk ha tuiteado repetidas veces sus opiniones con respecto a los psicodélicos, la marihuana y las drogas en general, y su asistencia en el Burning Man también da pautas claras sobre su postura.

Una cultura de exploración en Silicon Valley

La relación de estas figuras con los psicodélicos refleja un fenómeno cultural más amplio dentro de Silicon Valley, donde continuamente se traspasan los límites y se buscan métodos poco convencionales para potenciar la creatividad y la resolución de problemas. El consumo de psicodélicos se considera cada vez más no sólo una herramienta para la exploración personal, sino también una posible solución terapéutica para los problemas de salud mental que suelen acompañar al entorno de alta presión del mundo tecnológico.

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A pesar del estigma que todavía rodea a los psicodélicos en algunos círculos, cada vez hay más estudios que sugieren que estas sustancias pueden desempeñar un papel en el tratamiento de todo tipo de condiciones, desde la depresión hasta la adicción, lo que ha llevado a más líderes de Silicon Valley a pronunciarse o a invertir en empresas emergentes relacionadas.

Vía Benzinga, traducido por El Planteo

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