Guía Práctica: Cómo Encarar un Cultivo de Marihuana en Exterior
Quienes realizan el cultivo de marihuana en exterior toman lo que la madre naturaleza les da y lo convierten en la mejor cosecha posible. Mucha de la gente que usa cannabis prefiere un producto cultivado al aire libre, bajo el espectro completo de la luz solar natural. Ese espectro único crea una mayor variedad de cannabinoides y terpenos que la iluminación artificial.
El cannabis se ha cultivado al aire libre durante miles de años, pero antes de que vayas a poner un plantón de marihuana en la tierra, es mejor que sepas cómo funciona el proceso de cultivo al exterior y cómo aprovechar al máximo los regalos de la madre naturaleza. Y, también, deberías tener alguna idea de cómo manejar esos regalos indeseados que preferirías devolver: las plagas y las malas hierbas.
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Contenidos
Cultivo de marihuana en exterior: lo básico
Para cultivar cannabis en el exterior, lo mínimo que se necesita son herramientas básicas de jardinería, tierra, agua y un lugar con abundante luz solar.
Aprovechando la madre naturaleza para cultivar cannabis
El cannabis es una planta resistente que se ha adaptado a los climas de todo el mundo. Desde las frías y áridas montañas de Afganistán hasta las húmedas regiones de Colombia, con el paso del tiempo la planta se ha visto obligada a adaptar sus defensas contra una serie de problemas. Pero el cannabis sigue siendo susceptible a las condiciones climáticas extremas. Tanto si se trata de fuertes vientos que rompen las ramas como de lluvias excesivas que provocan moho, el aire libre presenta retos para las y los cultivadores, que pueden mitigarse con una planificación suficiente.
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Familiarizarse íntimamente con el clima local y las estaciones es uno de los pasos más importantes para producir un cultivo de marihuana de alta calidad en el exterior. Antes de cultivar, tendrás que conocer la temperatura ideal que necesitan tus plantas para prosperar, el mejor sitio, el momento óptimo para plantar y cosechar, y el fotoperiodo de la estación (es decir, la cantidad e intensidad de luz disponible a lo largo de la temporada de cultivo).
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Algunas genéticas de cannabis se han adaptado a climas específicos y son capaces de crecer más fácilmente en ciertas condiciones que en otras. Por ende, tendrás que prestar mucha atención a las variedades (también llamadas cultivares o cepas) que elijas. Un poco de investigación te ayudará a asegurar una cosecha exitosa.
Aunque los cultivares pueden variar, a continuación se exponen algunas reglas generales que serán útiles independientemente del que elijas.
Temperatura
Las temperaturas diurnas entre 24 a 26°C (75 y 85°F) son ideales para el cannabis, mientras que las temperaturas superiores a 31°C (88°F) o inferiores a 15°C (60°F) pueden retrasar el crecimiento. Se considera que el cannabis tolera el calor, pero las altas sostenidas y las bajas extremas suelen provocar complicaciones que podrían acabar con tus plantas.
Temporada
El cannabis puede plantarse a principios o mediados de la primavera y cosecharse a mediados del otoño, dependiendo de la variedad.
En el hemisferio sur, entonces, la temporada de cultivo será desde principios/mediados de octubre hasta fines de abril/principios de mayo. En el hemisferio norte, la temporada se invierte.
Luz
Durante la primera mitad de la temporada, el período de luz aumenta hasta el solsticio de verano, que se produce en el hemisferio sur alrededor del 21 de diciembre, y alrededor del 21 de junio en el hemisferio norte. Mientras aumentan las horas de luz, tiene lugar la etapa vegetativa de la planta. Durante la misma, la planta desarrollará las raíces y los tallos que servirán de base para el crecimiento hasta la floración.
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Después del solsticio, las horas de luz disponibles disminuyen, lo que permite a la planta pasar de forma natural al periodo de floración. El cannabis es una planta de días cortos, lo que significa que empezará a florecer cuando las noches se alarguen y las horas de luz solar disminuyan.
La mayoría de las variedades comenzarán a florecer cuando reciban menos de 15 horas de luz solar al día. La latitud de tu cultivo influye directamente en el número de horas de luz diarias que reciben tus plantas.
Planifica la colocación de las plantas en el suelo en función de la temperatura, la estación y la luz del lugar donde vives. Así, tus plantas de cannabis tendrán tiempo de terminar de florecer antes de que llegue el frío y la lluvia.
Elegir el mejor sitio para tu cultivo de marihuana en exterior
Determinar la ubicación óptima es otro factor importante que puede afectar al rendimiento y la calidad de tus plantas. Quienes cultivan en el hemisferio sur deberían intentar colocar sus plantas en una zona con exposición al norte para asegurarse de que sus plantas reciben la mayor cantidad de luz solar disponible. Lo contrario ocurre en el hemisferio norte.
Siempre que sea posible, utiliza las estructuras y formaciones naturales de tu jardín como cortavientos para evitar que las plantas sufran un estrés excesivo que pueda provocar la rotura de las ramas.
Si vives en un clima con días excepcionalmente calurosos y soleados, utiliza telas de mediasombra para evitar que tus plantas se sobrecalienten. En las zonas frías, se pueden utilizar recintos naturales y paredes de cemento o ladrillo para ayudar a retener el calor disponible.
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Dependiendo de tu ubicación, es posible que tengas que planificar según la lluvia. En la mayoría de las regiones, la temporada de lluvias suele coincidir con el final de la fase de floración y el inicio del periodo de cosecha, pero no siempre es así. La lluvia puede ser perjudicial para un cultivo de floración al aire libre, por lo que tener la posibilidad de cubrir o mover las plantas puede ayudar a garantizar una cosecha exitosa. Si llueve sobre tus plantas, asegúrate de sacudir inmediatamente el exceso de agua, ya que la humedad persistente puede provocar la formación de moho.
Planificando tu cultivo de marihuana en exterior
¿Semillas o esquejes?
Decidir si empiezas con semillas o con esquejes cambiará el momento y la forma en que tus plantas se introducen en el exterior.
Las plantas cultivadas a partir de semillas suelen ser más robustas y vigorosas que los esquejes, ya que producen una raíz pivotante más sólida que los esquejes no son capaces de reproducir. El vigor que se deriva de las raíces profundas puede ser una ventaja a la hora de enfrentarse a las duras condiciones ambientales y a la presión de las plagas.
Las desventajas del cultivo de semillas son la atención adicional que se requiere para germinarlas, la necesidad de eliminar los machos antes de que polinicen a las hembras y la gran variabilidad en las características de crecimiento que resulta de sus genes.
Si decides utilizar semillas, asegúrate de empezarlas aproximadamente un mes antes de lo que normalmente harías con los esquejes, para darles tiempo a germinar y desarrollar adecuadamente su raíz pivotante.
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También hay muchas ventajas y desventajas en el uso de esquejes. Por un lado, si los consigues en un dispensario o una fuente de confianza, provienen de un linaje genético comprobado y suelen desarrollarse bien en el exterior. Todo esto los convierte en la opción perfecta para cultivadores sin experiencia. Por otro lado, los esquejes desarrollan un sistema de raíces fibrosas, a diferencia de las raíces profundas que desarrollan las semillas. Los sistemas radiculares fibrosos pueden reducir la capacidad de la planta para hacer frente al estrés ambiental y a los insectos depredadores.
Tanto si se utilizan semillas como esquejes, muchas personas empiezan a cultivar sus plantas en el interior para asegurarse de que no están expuestas a condiciones climáticas perjudiciales mientras desarrollan su sistema radicular inicial. Las plantas se pueden trasladar al exterior cuando las condiciones meteorológicas y de luz sean ideales. Prolongar el periodo de crecimiento vegetativo en el interior puede ayudar a aumentar el rendimiento y dar tiempo a seleccionar las mejores plantas para trasladarlas al exterior.
Tierra
La tierra de calidad debe ser oscura, rica en nutrientes y tener una textura ligera y esponjosa. La estructura de la tierra debe ser capaz de retener el agua pero también permitir el drenaje de cualquier exceso. Las mezclas de tierra orgánica para macetas de tu vivero local son perfectas, pero un gran número de cultivadores más avanzados prefieren mezclar su propia tierra orgánica desde cero. La tierra debe ser ligeramente ácida, con un pH de alrededor de 6. Esto se puede comprobar con un medidor de pH del suelo o un kit de prueba.
Marihuana en Exterior ¿Macetas o suelo?
Los cultivos en macetas pueden ser convenientes, ya que las plantas pueden moverse para aprovechar al máximo la luz del sol o protegerlas de condiciones adversas como la lluvia, los vientos fuertes o las temperaturas extremas.
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Evita las macetas de arcilla, ya que pueden ser costosas, pesadas y retener el calor. Todo esto podría secar la tierra y las raíces de las plantas. Las macetas de tela son la solución menos costosa y más eficaz, ya que permiten un amplio drenaje y que llegue mucho oxígeno a las raíces. Los recipientes de plástico también son ligeros y baratos, pero tienden a retener más calor que las macetas de tela. Las plantas en flor necesitan un recipiente de al menos 18,9 litros para evitar que se les quede pequeño y se les atasquen las raíces.
Plantar directamente en el suelo o en una plataforma elevada requiere un poco más de preparación, pero también tiene sus ventajas. Sin una maceta que restrinja el crecimiento, las raíces pueden crecer profundas y gruesas para sostener una planta fuerte. La superficie añadida también permite a la planta acceder a una mayor cantidad de nutrientes y agua en el suelo, en comparación con un jardín en contenedor. El mayor inconveniente es que las plantas no se pueden mover y podrían necesitar estructuras adicionales para protegerlas en caso de clima extremo.
Nutrientes
El cannabis requiere más nutrientes que muchas de las otras plantas que puedes tener en tu jardín. La tierra de calidad contiene suficientes nutrientes orgánicos para iniciar el ciclo de crecimiento, pero a medida que tu planta de cannabis crece y pasa a la floración, puede agotar los nutrientes disponibles y requerir fertilizantes adicionales.
Los tres nutrientes principales necesarios para el cultivo de la marihuana son el nitrógeno, el fósforo y el potasio.
Durante la fase vegetativa, las plantas necesitan más nitrógeno para crear las raíces y las hojas que sirven de base para la floración. Durante el inicio del ciclo de floración, las plantas necesitarán más fósforo y potasio que nitrógeno. Hacia el final del ciclo de floración, una vez agotada la mayor parte del nitrógeno, las plantas centrarán su atención en utilizar los nutrientes restantes. La falta de nitrógeno es en gran parte responsable de las vibrantes tonalidades púrpuras y anaranjadas que pueden verse en las hojas de los grandes abanicos y en todas las colas de las plantas.
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Evita los fertilizantes “todo en uno”, ya que pueden tener un contenido demasiado alto de nitrógeno para el ciclo de floración y dañar los microorganismos beneficiosos que pueda haber en el suelo. En su lugar, elige una línea de nutrientes creada específicamente para cannabis y utiliza sus tablas de alimentación sugeridas para evitar la sobrealimentación o la infraalimentación.
Las fuentes orgánicas de nutrientes son las mejores, ya que son una gran fuente de microbios beneficiosos. Aún así, pueden tardar más en descomponerse y estar disponibles para la planta. Ambos tipos de nutrientes pueden encontrarse en polvos secos premezclados o en emulsiones líquidas, pero también pueden hacerse desde cero con los ingredientes adecuados. El té de abono orgánico, que incluye ingredientes ricos en nutrientes, como la melaza y el abono de lombrices, es un brebaje casero muy popular entre cultivadores de cannabis.
Las fuentes orgánicas de nutrientes incluyen harina de alfalfa, harina de huesos, harina de algas, guano de murciélago, emulsión de pescado, dolomita y lombrices de tierra. Cada uno de ellos contiene diferentes proporciones de nutrientes que pueden utilizarse para diferentes fases del ciclo de crecimiento de las plantas.
Agua
La cantidad de agua que necesita una planta depende en gran medida de su tamaño, del tamaño de su contenedor, del tipo de suelo y de las condiciones ambientales generales, como el clima y la intensidad del sol. Las plantas más grandes en entornos más cálidos tienden a utilizar más agua que las más pequeñas en climas más fríos. La cantidad de agua necesaria cambiará a lo largo del ciclo vital de una planta.
Durante la fase vegetativa, riega las plantas a fondo y no vuelvas a hacerlo hasta que se haya secado la parte superior de la tierra (2 a 3 centímetros). Esto puede ser cada día o cada cuatro días, dependiendo de las condiciones, pero el tiempo entre riegos se acortará a medida que la planta desarrolle sus raíces. Los cultivos en maceta tienden a secarse más rápido que los de tierra, por lo que habrá que regarlos con más frecuencia.
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Las plantas marchitas y la tierra seca son una señal directa de que las plantas necesitan agua. Las hojas caídas y la tierra húmeda son un signo de exceso de riego. Ambos son errores comunes y pueden evitarse con algo de práctica.
Para un cultivo pequeño, regar a mano es la forma más fácil y barata. Además, te permite familiarizarte con las necesidades de cada cultivo y dar a cada planta la cantidad exacta de agua que necesita. Los sistemas de riego pueden ser convenientes para un gran número de plantas o para los momentos en que no puedes estar en tu cultivo.
Control de plagas y malas hierbas para Marihuana en Exterior
Las plagas y las plantas silvestres son algo inevitable cuando serealiza un cultivo de marihuana en exterior. La mayoría de los problemas pueden evitarse con una planificación adecuada. Limpiar un área de amortiguación alrededor de tus plantas puede ser de gran ayuda, pero tu primera línea de defensa es una planta sana que pueda defenderse de forma natural.
Las plagas tienen muchas formas, desde grandes ciervos y topos hasta pequeñas babosas y arañas rojas. Los animales más grandes y las mascotas pueden mantenerse alejados del jardín con vallas, mientras que el alambre debajo de los lechos de tierra puede evitar que las ratas y las ardillas se coman las raíces de las plantas. Las malas hierbas no dañan el cannabis, pero compiten por los nutrientes del suelo y reducen la calidad y el rendimiento de tus cultivos. Una ligera capa de mantillo sobre el suelo puede evitar que las malas hierbas broten en mitad del ciclo de tus plantas.
Evita rociar tus plantas de cannabis con insecticidas sintéticos, ya que se necesitan más investigaciones para determinar los efectos sobre la salud de fumar plantas tratadas con productos químicos sintéticos. Las soluciones de plaguicidas e insecticidas orgánicos pueden ser eficaces si se utilizan correctamente. Si puedes evitarlo, siempre es mejor no rociar nada en tus plantas mientras están floreciendo.
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Los insectos beneficiosos, los hongos y las bacterias también pueden utilizarse para proteger tus plantas de sus homólogos parasitarios o depredadores. Las arañas saltadoras, las mariquitas y otros insectos depredadores autóctonos y beneficiosos pueden limpiar tu cultivo de insectos como los pulgones y las moscas blancas. Cuando busques insectos, hongos o bacterias beneficiosos, es importante que investigues los que son nativos de tu región.
Seguridad
Aunque el cultivo de marihuana en exterior sea legal donde vives, debes tomar algunas precauciones para ocultar las plantas de la vista del público. Y a menudo lo exige la ley. Puedes cultivar tus plantas de cannabis entre otras plantas de tu jardín para ocultarlas a la vista. Sin embargo, el cannabis puede crecer fácilmente más alto que una valla media. Las técnicas de entrenamiento pueden ayudar a mantener tus plantas más cortas. Cuantas menos personas sepan que estás cultivando cannabis, mejor. Lo ideal es tener tu cultivo escondido en un terreno donde tus plantas puedan florecer de verdad, lejos de miradas indiscretas y personas entrometidas.
Aspectos básicos del invernadero
Los invernaderos pueden ser un gran punto intermedio entre las complejidades de una instalación de interior y la incertidumbre de cultivar al aire libre. Ofrecen una amplia protección contra los elementos y utilizan muchos menos recursos que un cultivo de interior. También pueden ser más costosos que un jardín exterior y requieren más planificación. Sin embargo, permiten ampliar considerablemente la temporada de cultivo.
Los invernaderos también ofrecen la posibilidad de cosechar más de una vez al año, si están equipados con un sistema de privación de luz. Estos sistemas permiten controlar las horas de luz solar que reciben sus plantas, de forma parecida a como se encienden y apagan las luces en un jardín interior, cubriendo el invernadero con una lona negra que priva a las plantas de la luz solar.
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Las estructuras de los invernaderos van desde los económicos tubos de cloruro de polivinilo (PVC), a menudo denominados “invernaderos de aro”, hasta los invernaderos de acero de alta ingeniería, totalmente automatizados y construidos a propósito. Debido a su eficacia, los invernaderos se están convirtiendo rápidamente en el método de cultivo preferido por un gran número de cultivadores a gran escala.
Últimas consideraciones
Ten en cuenta esta información cuando te embarques en tu aventura de cultivo de marihuana en exterior. Los ajustes más pequeños pueden marcar la diferencia: plantar una semana antes, una semana después, regar menos, regar más, etc.
La calidad del suelo es crucial para el éxito de tu cultivo y uno de los pocos factores que puedes controlar cuando cultivas en exterior.
El tiempo es clave. Una fase vegetativa corta puede hacer que las plantas de cannabis florezcan antes de tiempo, mientras que una fase vegetativa larga puede impedir que tus plantas terminen su ciclo de floración si el tiempo empeora. El Almanaque del Agricultor es una fuente fiable para planificar las estaciones y preparar tu cultivo exterior de marihuana para el éxito.
La práctica hace la perfección, así que lleva siempre un diario de cultivo y asegúrate de anotar los errores y las victorias en el camino. Mantener un registro puede ayudar a garantizar el éxito de las futuras cosechas.
Vía Weedmaps, traducido por El Planteo. Revisador por Weedmaps Editors en el
Fotos: Villa Clara por Lelen Ruete
Publicación original: noviembre 2021
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